Más que solo electricidad {HunterxWillow}

Amenaza neutralizada

Una luz cegadora envolvió la habitación principal. Y Willow no dudo en abalanzarse contra el intruso que los había paralizado de miedo hace unos momentos.

Las enredaderas envolvieron su cuerpo, hasta que no pudo sostener más la linterna que había apuntado hacia los ojos de los dos jóvenes.

—¿Qué demonios es esto! —chilló el hombre antes de que Hunter alumbrara su rostro, soltando un gruñido.

—¿Qué haces aquí? ¿Nos estás espiando? —Hunter tomó al único miembro de la Sociedad Histórica de Gravesfield por el cuello y le dio una mirada amenazadora, aunque no había forma en la que aquel hombre pudiera defenderse, con todas las enredaderas enterrándose en su piel.

—¡No! ¡No me hagan daño! —suplicó Jacob mientras las lágrimas saltaban de sus ojos.

Willow soltó un bufido—. ¿Qué rayos hacías en nuestro tejado? —la chica cruzó sus brazos sobre su pecho.

Jacob lucía completamente atónito, y por el terror de sus ojos, era evidente que su sorpresa era sincera.

Hunter soltó una carcajada seca y aflojó su agarre—. ¿Con ese estado físico? Lo dudo —comentó el platinado.

Jacob sacudió su cabeza e intentó liberarse de su prisión de enredaderas, con una expresión de terror—. Arruinarán todo —murmuró entre dientes. 

—¿Qué es lo que sabes? —Willow tensó más las enredaderas—. ¿Qué haces en este lugar?

—Todo —admitió Jacob—. Sé que todos ustedes vienen del reino demoníaco, como aquella criatura espeluznante.

La pelinegra soltó un gruñido—. No hables así de Vee, sabemos lo que le hiciste pasar —su rostro se enrojeció por la ira.

—Así que, si nos estabas espiando —Hunter jugó con el aparató que había arrancado de la pared y lo puso frente a los ojos de Jacob—. ¿Tu pusiste esto? —preguntó apretando la diminuta cámara de video entre sus dedos pálidos.

Jacob respiraba con dificultad, su frente estaba sudorosa, y parecía que en cualquier momento perdería el conocimiento.

—No hablo de esa alimaña —él se sacudió para intentar liberarse, pero sus intentos fueron inútiles—. Es algo más...

Hunter tenía un mal presentimiento, entornó los ojos, y sus sentidos se agudizaron por la adrenalina que sentía. Algo se arrastraba entre las hojas secas y crujientes del bosque, era algo grande.

El chico tomó a su compañera del brazo y la arrastró a un rincón para tener una conversación.

—Algo se acerca —anunció él.

—¿Y quieres que lo dejemos escapar sin interrogarlo? —Willow movió sus ojos hacia el hombre que se retorcía en medio de la habitación—. Nos estuvo vigilando todo este tiempo, podría hacer de nuestra vida un infierno si se lo propone. 

—Nadie le creerá una palabra —Hunter se encogió de hombros—. Solo míralo, luce como un desquiciado, y probablemente lo está.

Willow tragó con fuerza—. ¿A qué criatura crees que se refiera?

—Estamos por averiguarlo —dijo el chico adelantándose hacia la puerta.

—¿Qué haces? —Willow se apresuró hacia Hunter, pero el levantó su mano para que ella mantuviera la distancia. 

—Te daré tiempo para que hagas algunas preguntas, capitana.

Ella meneó su cabeza—. No dejaré que salgas allí sin alguien que te cuide la espalda, Hunter. —Él se volteó y le dio una media sonrisa para tranquilizarla.