Elena:
Estamos sentados en el restaurante que había comprado Alejandro recientemente mientras vemos la carta de bebidas.
–¿Que te parece el lugar?
–Está muy bonito–levanto un lado de la boca.
–Pero...
–Pero me gustaría que me llevaras a un lugar donde Natasha no estuviese anteriormente.
–Elena no comiences...
–Cuando llegue el que atiende adelante me miro sorprendido. Después tenemos a las personas de allá–señalo sin ningún disimulo–que me están mirando y negando con la cabeza ¿que crees que pensarán ellos? –puse las manos en la mesa–¿sera su amante o su esposa?
–Elena...
—Trata de bañarte cuando llegues de la casa de Natasha y no entres con el maldito olor de esa mujer en la cama.
–No me gusta tu tono Elena.
–Y a mi tu cinismo. Ten cuidado Alejandro que sabes muy bien que los golpes que estoy acostumbrada hacer son sin avisos previos.
–¿Me estás amenazando?–me toma del brazo.
–¿Amenazar?–me rio mientras aparto mi brazo de su mano–esto más bien es una advertencia.
Lo veo suspirar hasta que una sonrisa aparece en su rostro.
–¿Estas celosa amore?.
¿Esto es enserio?.
–¿De una mujer que se acuesta con su primo y tal vez con media ciudad?–lo miro fijamente–la verdad es que no, pero trata de respetarme aunque sea un poco.
–Tienes razón amore discúlpame–me vuelve a tomar pero esta vez de las manos–no volverá a suceder.
Asiento suavemente mientras rio dentro de mi. Esto era justamente lo que necesitaba. Necesitaba que el pensara que el realmente me importaba. Manipulación era lo que mejor me salía y mi arte consistía en hacer sentir culpables a los demás para que sedan ante mi petición.
No me importaba que se acostara con Natasha y con quien quisiera, pero de ahí aguantar olor de otras ni muerta.
Ambos elegimos nuestras bebidas y comenzábamos hablar sobre algunos cambios del restaurante cuando de pronto siento el ambiente cambiar.
Es como cuando todo tu cuerpo se tensa de manera deliciosa cuando vas a dar un beso o cuando estás a punto de ser penetrada por alguien que deseas mucho; Pues así se siente el ambiente.
Toda mi columna vertebral vibra ante esa electricidad. Y sabía que era el, mucho antes de que lo viera .
Es Ronan entrando de la mano con Alejandra. Ambos lucen muy bien para mi mala suerte , ella lleva un vestido verde oliva con un gran escote mientras que el tiene un traje negro que le queda como un guante. Siento mi estómago revolverse pero mantuve la cordura.
Es su esposa Elena que no se te olvide.
Ella sonríe diciéndole algo mientras el solo voltea los ojos en forma de cansancio.
Y de pronto cómo si el me sintiera levanta su rostros y clava sus ojos en mi. Primero en mi escote y luego en el abierto de mi pierna para después pasar a mi rostro.
Siento mi cuerpo calentarse como no había hecho hacía años.
Cierro mis piernas de forma inconsciente y lo veo levantar una ceja.

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La Bratva #2 libro. [+21]
CasualeElena fue secuestrada por el rey de mafia italiana pero cuatro años después ella vendrá diferente y con más secretos que nunca. Ser la dama de la mafia no era trabajo fácil pero ella lucharía por ella y por su hija. Muchos secretos y pasión desbor...