La Bratva #2 libro. [+21]

Capitulo 39.La batalla final.

Elena:

–¿Estas segura que quieres hacer esto?.

–Ferah deja la cobardía y enciende los equipos.

–Hay demasiadas personas inocentes en este pueblo. Además tenemos parte de los Robot en Chicago, no están completos y lo sabes.

Sabía que era cierto, la vez que Lana y Arlen desaparecieron los requerí por lo tanto apenas tenemos la mitad de los Robot con nosotros.

–Morirán de igual forma con esta mujer aquí, todos moriremos si no hacemos algo; Yo luchare con los robots que hayan.

–Solo dire que es una mala idea.

–Deja tus opiniones para otro día y mueve el culo.

Avance hasta mi batallón y todos me mirando atentos.

–Hoy es el día que lo poco que queda de los Romano desaparecerá, no quiero fallas, demuéstrenme que no me equivoqué con ustedes. ¡¿Entendido?!

–¡Entendido!

–¿Cual es nuestro lema?.

–No eres lo que logras, eres lo que súperas.

–¡Más fuerte!.

–¡No eres lo que logras, eres lo que súperas!.

–Todos los que estamos aquí pasamos por mucho, se cuanto se esforzaron por salir de las drogas, su pasado y sus miedos; Los ayude hasta el final y ahora toca la recompensa. Vamos a rodear este lugar, Natasha tiene muchos aliados de su parte y necesito que acabemos con sus defensas para dar con la reina abeja.

–¿Entrara sola?–pregunto uno de mis hombres.

–No se preocupen por mi, estaré bien. Ocúpense de acabar con sus hombres y yo me encargo del resto.

Todos asintieron sin decir media palabra y comenzaron a salir dejándome a solas con Ferah.

–Se que no estás de acuerdo pero todo saldrá bien, tengo algo que ella no.

–Con mi padre involucrado nada puede salir bien–argumentó–no te dejare sola, tengo dos helicópteros a nuestra disposición por si las cosas se ponen feas.

–Son muy pocos para tantas personas yo n..

–Elena la mitad de estas personas morirán.

–Eso no pasará.

–Sabes que si–me tomó de los hombros y se acercó para abrazarme –creí en ti desde el minuto cero y lo seguiré haciendo así que demuestra que nunca me he equivocado contigo.

–Debes irte.

–Te estaré esperando del otro lado.

Se marchó y me dejó sola en la casa donde estábamos.

Suspiré varias veces y avancé hasta la habitación para ponerme lo ultimo de mi traje.

Vi la cara del cuervo reposando en la cama y me la puse.

Ya no era digna de portarla con tantas fallas pero la necesitaba, necesitaba sentirme en control nuevamente.

Ronan me volvía débil, me hacía querer replantearme todo y no podía darme eso lujo.

Lo amaba pero necesitaba hacer esto. Tenía que empezar lo que había iniciado, y aunque mi plan inicial fue acabar con Alejandro y que viera que yo una mujer lo había derrotado no me quedaría con las ganas de esto.

Natasha era una Romano y eso la convertía en mi enemiga, y no cualquiera, ella era la razón de las muertes de las tres personas que ame incondicionalmente y la tirana que apresó a una vida de infierno a Lana y Arlen.