Capítulo 6. Lucha

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Jade

-Tenemos que despertarla.. está muy débil... no sé qué podemos hacer por él... sin ella no sé qué hacer... simplemente no... no deberían estar aquí... deberían estar muertos -oía como Ana les hablaba como una mezcla entre confusión y temor, y sentía como pasaba sus manos por mi cuerpo, y su poder intentaba encontrar el mío, hermanarse para poder tomar su fuerza. 

También también oía a Tommy y a Pedro mientras hablaban y susurraban, mientras comentaban entre ellos cómo salvar a su Alfa -Todos los signos están mal... el corazón late demasiado rápido y a los pulmones apenas les llega aire... está empezando a poner amarillo, parece que le falla el hígado decía Pedro -y mira sus labios, se está poniendo azules. 

Quería con todas mis fuerzas abrir los ojos, pero no era capaz -Tengo una idea para despertarla, necesito que vayáis a la cabaña de Jade -Ana le hablaba directamente a Tommy, si salía de esta tendría que hablar con ella sobre esa extraña conexión que parecían tener -Te voy a dar una lista de ingredientes, voy a intentar despertarla, pero teniendo en cuenta lo débil que está vamos a necesitar más que mi poder - por un momento sus manos dejaron de tocarme y me sentí debil de nuevo -tu chico acompáñalo, y haz todo lo que te diga -estaba claro que le hablaba a Gabriel, porque salió de la habitación murmurando por lo bajo, por lo que se ve no quería alejarse de mí 

-Aguanta Jade, se que puedes oírme, solo te pido que aguantes hasta que lleguen, te daré parte de mi poder y de la fuerza del aquelarre, estás dispuestas, necesito que despiertes, el lobo está muy mal y su hermano muy nervioso, y además te mira de forma poco amigable -se reía, creo que intentando quitarle un poco de hierro a la situación, pero a la vez podía notar un temor real en sus palabras -si no despierta igual tenemos que huir en la noche, como la última vez -una sonrisa tiró ligeramente de mis labios, Ana me estaba dando su poder y eso facilitaba mi movilidad, doloroso pero el dolor forja el carácter - Sabía que estabas aquí

La puerta se volvió a abrir y pude escuchar cómo entraban varias personas -Tommy necesito que mezcles los ingredientes que te he dicho, si abres el libro está en la página cuarenta y cuatro -probablemente se refería al grimorio personal de Ana, ya que mi libro de familia estaba muy lejos de aquí -Te voy a dar una de las pociones para que seas capaz de despertar, sabes bien que solo algo temporal, después vas a necesitar descansar de verdad o te perderemos a ti también

Sus manos nunca dejaron mi cuerpo, cada vez sentía más y más fuerza, el dolor de cabeza que me impedía pensar se iba a disipando, estaba claro que no podría hacer grandes proezas, pero por lo menos poco a poco me sentía lo suficientemente capaz como para abrir los ojos. 

-Pásame eso de ahí decía -Tommy mientras que Pedro preguntaba a Ana en voz alta las dudas que tenía sobre los ingredientes, era curioso ver como un milenio de formación y de avances médicos, químicos y científicos era superado por un montón de plantas y velas de colores, el comentario me hizo tanta gracia que una sonrisa volvió a aparecer en mi rostro, me sentí lo suficientemente capaz como para abrir los ojos.

Una vez abiertos podía mirar como Ana me devolvió la sonrisa -nos has dado un susto de muerte Jade, pero como siempre por mucho que te den por muerta sigues respirando -y era cierto, debía haber muerto varias veces en estos últimos siglos, pero aquí seguía luchando por respirar.

Intente abrir la boca para decirle algo a Ana, pero estaba seca y apenas era capaz de tragar saliva cuando iba a intentar decírselo, un vaso de agua apareció frente a mí, Gabriel me lo había traído. Lo miré a los ojos y le sonreí, pero no fui capaz de incorporarme para beber, así que pasó su brazo por detrás de mi espalda y apoyo mi cabeza en su hombro para ponerme recta y ser capaz de beber sin ahogarme, sabía que no debía hacerlo demasiado deprisa, por lo cerrado que estaba mi estómago hacía mucho que nada sólido ni líquido se introducía en él. Después de beber un par de sorbos mire a Gabriel, le asentí dándole las gracias, para seguir mirando como trabajaban los demás, era curioso, normalmente siempre había usado mi poder para curarme, muy pocas veces había requerido pociones de este tipo. Deje caer mi cabeza para ver como Raquel pintaba runas en el cuerpo del lobo, pero eran insuficientes para mantenerlo con vida, y a la vez que se las ponía desaparecían

- Apo.. Apoya... apóyame en el cabecero... necesito... -mi voz se vuelve a romper, Gabriel hizo lo que le pedí mientras Ana seguía murmurando palabras en lenguas que hace mucho que murieron y me daba fuerzas, a costa de las suyas por la palidez que mostraba, pero aun así pendiente de todo le dijo a Raquel -Añade jengibre y miel, le ayudará con la voz -parecía que lo que fuera que se estuvieran haciendo ya estaba listo, porque Tommy asintió y se lo dio a Ana -Mi fuerza te doy para que la uses, mi poder te prestó para que lo utilices, que te sirva para tu lucha, que te ayude en tu viaje y que te aleje de la tumba.

El líquido, grumoso y con una pinta terrible brilló por unos instantes, Ana se lo pasó a Gabriel para que me lo diera, este roció fuertemente la nariz, confirmando lo que ya sospechaba, esa cosa no olía bien, y por tanto no iba a saber bien. Antes de tragármelo miré a una pálida Ana y le dije, con mi voz profundamente ronca - Que la Diosa me proteja - Esta alzó una ceja y sonrió, y me di cuenta, no había Diosa que me protegiera, yo la había matado - O quien sea - asentí a Gabriel y este me dio el brebaje.

Beberlo fue como si alguien me inyectara adrenalina, mi cuerpo despertó de forma violenta, y solo quería saltar, correr, gritar, estaba terriblemente excitada, y me tomó un tiempo centrarme -Es una receta mía, como verás terriblemente potente - Ana me lo decía mientras se tomaba otro brebaje igual, y tenía que reconocérselo, era muy efectivo, y seguro que dejaba una sensación de resaca terrible cuando se le pasaran los efectos.

Sabía que no debía intentar caminar, mis piernas no soportarían mi peso después de estar en cama tanto tiempo, y por primera vez desde que había vuelto a este plano me miré, pude ver como las marcas que había pintado en mi cuerpo habían desaparecido, siendo sustituidas por quemaduras profundas, y entonces miré al lobo, estaba más muerto que vivo, y eso no era mala señal - Creo que no está siendo capaz de soportar el viaje - Me giré para mirar a un Tyler molesto y furioso, las ojeras bajo sus ojos y los moratones que empezaban a desaparecer de su rostro contribuían a darle ese aspecto lúgubre - ¿Cuánto llevamos así? - Le pregunte

- ¿Qué más te da? ¿Qué le has hecho a mi hermano? - Rabia salía de sus poros, a la vez que se despegaba de la pared y levantaba un dedo amenazante - Lo estas matando, puedo ver como la marca ha desaparecido de tu cuello, ¿Qué brujería le has hecho para separarte de él? - Sus palabras taladraban mi cabeza, no solo por los gritos que estaba pegando, sino porque su estupidez era lo último que necesitábamos ahora.

Se estaba acercando mucho a mi y estaba descontrolado, Ana miraba la situación, y por la rigidez de su postura estaba dispuesta a atacarlo para defenderme en cualquier momento, pero fue Gabriel el que se movió, lo que pareció hacerle enfurecer aun más - No seas estúpido cachorro, la defiendes ciegamente como un loco, ella solo te utiliza ¿lo sabes no? Eres un patético perro y no te lo recomiendo, recuerda lo que le pasó a su última mascota - Gabriel se movió listo para atacar, pero mi brazo se lo impidió. 

El silencio reinaba en la habitación, y todos estaban atentos a lo que pudiera pasar - Vete de aquí - Eso fue lo único que dije, y me giré para seguir inspeccionando la lobo - ¡No eres nadie para decirme que me vaya! puede que mi hermano te hiciera caso, pero en su ausencia quien decide las cosas soy ¡No tu! - Me gire de vuelta, como siempre un lobo patético haciendo el ridículo.

- Puedes hacer lo que quieras con tu manada temporal Tyler, pero te recuerdo que esta es mi casa, este es mi pueblo, y que estamos en esta situación porque los vuestros se dedicaron a jugar con fuerzas que no comprendían - Tome aire y trague saliva con dificultad - Y ahora vete - Tyler no se movía y eso provoco que una parte de mi, una que ninguno había visto apareciera - ¡Que te vayas he dicho!

Tyler abrió los ojos como platos y salió de la habitación, claramente en contra de su voluntad, ninguno podía olvidar una cosa, que aunque la parte que predominaba en mi fuera la de una bruja, eso no significaba que fuera solo eso, era hija de mi padre, y su poder corría por mis venas.

Miré a Ana de golpe, y sin decirle una palabra se levantó - ¿Qué necesitas?- Solo una mirada fue suficiente para que lo entendiera, tenía un plan.

El sacrificioWhere stories live. Discover now