Capítulo XLIII

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La casa de Soobin era diferente a la mayoría de los barrios juveniles y elegantes de Incheon, tenía un gran patio y por adentro se apreciaba el toque familiar que acostumbraba a tener en nuestra casa, San me había guiado a este discreto barrio diciéndome que no habría problema si rompía los cerrojos para entrar. Soobin, el amigo de mi mentor, era un hombre de negocios que había tenido una buena niñez en aquella casa con su familia, pero ahora los pocos familiares que le quedaban, se habían alejado de su antiguo hogar y él había heredado aquella propiedad sin la intención de quedarse ahí, por lo tanto estaba deshabitada desde hace años, aunque algunas personas de servicio mantenían la casa limpia.

Despertamos antes de que el sol se ocultará en aquel lugar, Yunho sobre la cama y yo en el suelo con claras marcas de somnolencia en mi rostro. Me estire poco a poco respirando cansadamente, no había dormido lo suficiente y me sentía tan débil como la última vez, los poderes de las brujas era letales para nuestro organismo al punto de dejarnos frágiles por varias horas como ahora, pero me aliviaba que fuera el único apagado, ya que Yunho se veía con nuevas energías, posiblemente se debía a que no utilizo su habilidad por tanto tiempo como yo.

Al desperezarnos completamente, el susodicho se dirigió a tomar una toalla del armario de la habitación para en seguida salir disparado a bañarse mientras yo recogía los objetos que había tirado en mi intento de allanamiento la madrugada anterior; cuando pude ingresar en la vivienda había estado tan agotado, que me fue difícil cobijar a Yunho, solo recuerdo el momento en que lo tire a la cama y yo quedé en el suelo desparramado, sin embargo, para sumar a mis pesares, caí en cuenta que tampoco había cerrado la puerta principal, esa que daba hacia la calle que servía como protección para que ningún intruso a parte de nosotros se atreviera a invadir el jardín.

Miré que el sol ya estuviera retirándose del cielo y corrí con pánico hacia el exterior, pero solté un suspiro de alivio al ver que se encontraba emparejada, aunque con ello no me sentía aún seguro, así que cruce el pequeño paisaje lleno de arbustos y algunos árboles que rodeaban una fuente que se situaba en medio, di una mirada rápida a mi auto estacionado cerca de la entrada y tome la desbrozadora que estaba tirada en un rincón, doblándola sobre las orejas de la gran puerta para cerrarla finalmente.

Al terminar, me quedé sentado en la orilla de la fuente y llamé a San, fue una conversación muy corta, esté solo me mencionó que me quedará tranquilo, él se encargaría de que nuestros enemigos tuvieran otra distracción para que saliéramos de ahí, sin embargo me pidió que me moviera rápido para que Yunho me enseñara a ocultar mi presencia lo antes posible.

Con esa única encomienda por hacer el resto de la noche, regresé a la casa dirigiéndome a la habitación principal donde había dejado a mi compañero, por el pasillo me encontré varios retratos familiares, la cocina, la sala y en general la planta baja destilaban por todos lados que una familia numerosa vivió ahí, había dos pisos más pero solo inspeccione rápidamente el primero, en este se encontraban por lo menos seis habitaciones acondicionadas y limpias, dispuestas a acoger cualquier desconocido.

Cuando finalice mi pequeña exploración, toqué brevemente la puerta escuchando los pasos inquietos de Yunho.

—Adelante.

Como lo sospechaba, Yunho se encontraba caminando de un lado a otro con los brazos cruzados, cuando aparecí en su campo de visión pude ver el motivo de su desesperación, se encontraba sumamente sediento.

—Escuché lo que te dijo San, apresurémonos con el truco de la presencia, necesito salir tan siquiera a la esquina, ¡Tengo mucha sed!

—¿Todavía hay bolsas de sangre en tu maletín?

—No lo recuerdo.

—Espera un momento, voy por el.

Tarde algunos minutos mientras buscaba el maletín y sacaba algunas otras cosas del auto, cuando regresé se lo tendí e inmediatamente procedió a buscar alimento pero lo vi angustiarse a los pocos segundos sin obtener nada.

Light and Darkness (YUNGI)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora