Capítulo 6

4.4K 414 34
                                    

Termino chocando con una mesa provocando que por casi terminara cayendo al suelo, pero me agarro con fuerza impidiendo que eso pasara.

La cercanía de Ares me ponía nerviosa cuando se acercó hasta a mi mientras que estaba apoyada en la mesa no pudiendo reaccionar apenas.

-¿Te pones nerviosa con mi cercanía Mía? - me pregunta él saliendo su voz ronca. - No te he tocado aun - suelto un jadeo cuando le escucho mirando sus ojos oscuros que esta vez no intimidaban no se si sabría acertar que parece que me mira con deseo.

-Tengo que irme profesor el timbre sonó - intento salir de alguna manera intentado irme por al lado, pero él posa una mano en la mesa impidiendo que me moviera.

-Así que me has imaginado para escribirme luego en tu cuaderno convirtiéndose en un pequeño relato erótico - abro mis ojos de sobre manera cuando le escucho.

No... había leído la hoja en la que escribí sobre él en clase...

-No era mi intención... - de nuevo me sentía avergonzada.

-Admito que tienes una imaginación increíble, ¿Qué te diría tu dios si lo leyera? - seguro que me mandaría derechita para el mismísimo infierno.

-Puedo arreglarlo confesándome y luego rezar un ave maría - le explico recordando cada palabra cuando me tocaba rezarla en la iglesia.

-¿Rezar a tu dios por sentirte atraída por un hombre? Es una cosa normal y más a tu edad teniendo tus hormonas alborotadas - se acerca un poco más teniendo su rostro a milímetros. - ¿También confiesas a tu cura todos los domingos por tocarte? - no conozco eso porque nunca me atreví a hacerlo.

-No, yo nunca me he tocado eso es pecado y se castiga - recuerdo que mi madre opinaba que tanto perder tu virginidad y tocarte fuera del matrimonio era castigado, también tocarte tu dentro de un matrimonio solo podría hacerlo tu esposo.

-Así que no tienes ni idea de lo que se siente eres toda una pura pero no de pensamientos - había dado en el clavo.

-Si profesor - le admito.

Rápido miro su mano libre cuando se posa en mi muslo deslizándola dentro de mi falda, suelto otro jadeo al sentir el contacto de sus dedos con mi piel desnuda volviéndose mis nervios aún más mayores entre cortándose mi respiración a la vez.

-No - poso mi mano encima de la suya separándonos solo la tela de mi falda.

-¿Tienes miedo de no poder parar después? - me pregunta él moviendo de nuevo su mano acercándose cada vez a mi parte intima.

-No puedo hacerlo no eres mi marido - le intento explicar, de nuevo tenía el problema de pecar.

Pufff que estaba pensando tendría que estar diciendo que no quiero, pero es todo lo contrario.

Sus labios rozan los míos por unos minis segundos pero lo suficiente para arrebatarme un suspiro y sentir un calor que nunca sentí aparecer por todo mi cuerpo.

Abro mi boca cuando su mano se posa en mi centro por encima de la tela de mis bragas.

Siento como mi zona comienza a humedecerse como cuando tuve el sueño con él.

-Solo te falta haber soñado con lo que deseas en verdad que te haga Mía - su otra mano que estaba apoyada en la mesa sube a mi nuca observándome con sus ojos.

Si él supiera...

Pero no hace falta que se lo diga o que le niegue cuando sonríe viéndome en mi mirada que era cierto.

-¿Vas a ser una chica buena y no contaras tus pecados a tu madre? ¿Verdad? - niego con mi cabeza despacio.

Cuando voy a contestarle choca sus labios con los míos moviéndose con una gran habilidad mientras que yo era toda una inexperta.

Un Profesor Sexy Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang