OneShot BTS [+18]

Namjoon III (parte 2)

No sabía dónde enterrar la cabeza. Mis manos comenzaban a sudar, todo mi cuerpo me picaba y, sin necesidad de mirarme al espejo, sabía de sobras que había enrojecido hasta llegar al punto en el que no me sorprendería si de mi cabeza comenzara a emanar una columna de humo. Mi mente trabajaba tan rápido que se me habían ocurrido seiscientas mil excusas que decir en cuestión de unos cuantos segundos, a cuál de ellas más absurda. Al darme cuenta de esa realidad, llegué a la conclusión de que sería mejor decir la verdad.

- No tengo ni idea, es la primera vez que lo veo -reconocí-. Siento si te ha incomodado, si quieres...

- Entonces ¿nunca los has usado? -preguntó para mi sorpresa.

- No, nunca los he visto.

- Eso quiere decir que tu hermano es más divertido que tú -comentó, haciendo de esta situación una todavía más surrealista-. Pero eso siempre se puede arreglar.

- ¿Qué...? -fruncí el ceño.

- Namjoon, ¿quieres usarlos? -ofreció ella.

Tragué saliva con dificultad. Había llegado al punto en el que no sabía si asesinar a mi hermano en cuanto lo viera o comenzar a fabricarle un altar.

- Te estás quedando conmigo ¿no? -inquirí antes de hacer el ridículo.

- Claro que no -se quejó ella-. Vamos, ¿no sería interesante? Prometo que no va a salir de aquí. Si quieres, podemos intentarlo y si no te gusta pararemos. ¿Qué te parece?

Yo, que ya no sabía si estaba viviendo en la realidad o en una hermosa utopía, asentí de forma apenas perceptible esperando que, de un momento a otro, T/N estallara en una carcajada por haber caído de pleno en su juego y que mañana fuera el hazmerreír de toda la facultad, de toda la universidad y de toda Corea en general. Sin embargo, lo que pasó fue completamente lo contrario: T/N mordió su labio inferior suavemente lanzándome una mirada sugerente justo antes de lanzar los dados.

- Sexo oral -proclamó ella al ver el resultado, consiguiendo que mi estómago se encogiera-. Empieza fuerte.

T/N se acercó hacia mí poco a poco contorneando sus curvas a cada paso que daba, tan lentamente que resultaba agónico. Tragué saliva con dificultad, todavía sin poder creerlo, hasta que llegó a mi altura y se agachó poco a poco hasta quedar su rostro frente a mi entrepierna.

- E-espera un segundo -titubeé-, esto es demasiado violento.

- ¿Qué dices? -sonrió por lo bajo-. Bueno, tal vez no te gusto. Si ese es el problema, no tienes más que decírmelo -se encogió de hombros dedicándome una mirada a medio camino entre la lástima y la malicia.

- No tiene nada que ver con eso...

- Entonces, tal vez estás demasiado nervioso. Yo puedo ayudarte con eso.

Antes de que pudiera replicar, T/N se levantó y comenzó a besarme con cierta agresividad. Aunque me pilló de sorpresa, solamente me tomó un segundo decidir que esto iba en serio, que debería aprovechar la oportunidad y que debería seguir su beso, así que llevé mis manos a su cintura agarrándola suave pero firmemente y entré en el juego de su lengua, un juego en el que saldría perdiendo yo sin ninguna duda.

Un segundo más tarde, T/N deslizaba sus manos por mi torso en sentido descendente y agarraba el filo de mi camiseta para subirla poco a poco y terminar despojándome de ella. Despegó sus labios de los míos cuando nos empezaba a faltar el aire y volvió a agacharse hasta quedar a la altura de mi entrepierna una vez más. Me dirigió una mirada desde abajo que podría haber derretido cualquier témpano de hielo, y después la dirigió a su objetivo, desabrochando mi botón y bajando la cremallera de mi pantalón con parsimonia. Llegados a ese punto, el beso que me había robado había sido suficiente para provocar una prominente erección que ahora resaltaba bajo la tela de mi ropa interior.