07 Jake's family.

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Capítulo Siete.

Jake cubrió como pudo con su cuerpo a la joven detrás suyo inútilmente, porque de todas formas la verían. La puerta principal se abrió dejando ver a su madre vestida con un abrigo negro que llegaba hasta sus rodillas y por detrás le seguía su hermano mayor, Heeseung.

Ya había pasado un tiempo desde la última vez que se habían visto, el mayor vivía en un apartamento en el centro de la ciudad y se la pasaba trabajando en la empresa. Él había sido una de las principales razones por la cual la familia se había mudado a Corea. Estar cerca de su hijo mayor y su trabajo, además de que era la ciudad natal de sus padres.

—Hola Jake —saludó su hermano en la entrada desde el otro lado de la casa, pero desde dónde se podía ver bien la sala.

—Hola Hee —saludó y Heeseung frunció el seño cuando notó que su hermano no estaba solo, una sonrisa se formo en su rostro, miró a su madre quien todavía no había levantado la vista del suelo por quitarse los zapatos.

Young Mi se puso de pie aún quedándose detrás de Jake, pero moviéndose hacia un lado para ser vista, fue entonces cuando la mujer levantó la vista.

—Oh! Hola —saludó algo sorprendida por no haber notado la presencia de la joven antes.

Se acercó a ellos y saludó a su hijo con un beso en la mejilla manchándosela con su labial rojo en el camino. La señora Sim era una mujer de unos 45 años aunque se veía más joven debido a lo excesivamente cuidadosa que era con su imagen, era muy hermosa, pensó Young Mi al sentirse algo intimidada por su presencia. Definitivamente la belleza de la familia Sim era genética.

—Mamá ella es Young Mi, una compañera del instituto —dijo Jake girando su cuerpo solo un poco para no darle la espalda a Young Mi que permanecía detrás suyo como un cachorro asustado.

Ella se aclaró la garganta y saludó con una reverencia —Buenas noches señora —dijo forzando su voz para sonar lo más amable posible, mientras acomodaba un mechón de cabello detrás de su oreja.

—Que gusto, —dijo regalándole un sonrisa que a Young Mi la hizo sentir más tranquila —mi hijo no suele traer amigas a casa —declaró y Heeseung que aún se encontraba junto a la puerta soltó una risa nasal que solo su hermano logró oír, recibiendo una mirada de molestia por parte de Jake.

—Oh.. dónde está Layla? —la señora Sim se vio recordar algo, cuando mirando por todas partes pareció estar buscando a alguien, caminó hasta desaparecer del ambiente de la sala siendo seguida por su hijo mayor.

—Lo siento, tuviste que conocer a toda la familia —dijo Jake mirándola algo apenado mientras se rascaba la cabeza.

Ella lo miró y le sonrió al verlo afligido —De que hablas, tu madre es muy agradable —dijo despegando la vista de él cuando oyó su teléfono sonar en la mesilla de la sala, se acercó a tomarlo y vio que era un mensaje de texto de su madre.

Entonces el sonido de lo que parecían unas uñas golpear el mármol del piso llamó la atención de los dos jóvenes. Young Mi abrió la boca para hablar pero se cortó a sí misma cuando una bola peluda y blanca se acercó a ella juguetonamente, haciéndola retroceder un poco por el empujón que le propino el haber ido corriendo a su encuentro. Pero enseguida se agachó a su altura para hacerle caricias en el pelaje el cual era casi tan suave como la alfombra de la sala.

—LAYLA! —dijo Jake llamando la atención de su mascota, pero al final cedió y se inclinó a acariciarle el pelaje también. —Al parecer... le agradas —dijo en medio de una risa mientras ambos jugaban con el can.

—Young Mi, linda ¿cenarás con nosotros? —oyó decir a la señora Sim, la cual aún desconocía su nombre.

Se levantó de golpe al oírla, haciéndola salir de esa burbuja de risas y caricias que estaba teniendo con Layla y su dueño, al recordar que su madre estaba fuera esperándola hace cinco minutos.

—Oh! no no, mi madre ya vino a recogerme —dijo acomodándose la falda para que no se le hicieran arrugas por haber estado en el suelo. Un olor a comida proveniente de algún lugar de la casa le llegó a las fosas nasales y le hizo rugir las tripas, pero solo ella lo notó.

—Ah, esta bien.. ven cuando gustes entonces —dijo la mujer frotando sus manos en un paño de cocina sonriéndole y regresando por donde vino, a lo que suponía Young Mi, era la cocina.

Regresó la vista a Jake, que aún en el suelo le acariciaba la barriga a Layla que se encontraba boca arriba y moviendo la cola de felicidad por la atención que estaba recibiendo. Young Mi vio hacia la zona de los sillones y notó que sus cosas estaban afuera, así que tomó lo que yacía en la mesa y guardo todo rápidamente, no quería hacer esperar a su madre más de lo que ya lo había hecho.

—Te acompaño? —dijo Jake, y aunque fue una pregunta, sonó mas como una afirmación, porque no esperó respuesta para ponerse de pie y caminar junto a la joven hacia la entrada de la casa, donde la madre de Young Mi la esperaba dentro del auto estacionado frente a la casa.

Era primavera y la noche estaba algo fría, no demasiado pero si lo suficiente, como para que la piel de la joven se le erizara cuando una brisa le acaricio las piernas descubiertas en cuanto salieron de la casa. Vio a su madre que se encontraba en el auto agitándole la mano en señal de saludo, él soltó una risa en cuanto la vio saludar tan enérgicamente hacia ellos, aún sin conocerla.

Ambos jóvenes se miraron y se despidieron, Young Mi comenzó a caminar hacia el auto pero él la llamó haciendo que se detenga y diera media vuelta para enfrentarlo.

—Gracias por venir hoy Young Mi... Y ayudarme con mis clases, Gracias por eso —dijo sonriendo y mirando el suelo jugando con su zapatilla en las hendiduras del suelo, lo cual parecía más interesante que mirarla al rostro —Prometo recompensártelo —dijo levantando su vista y haciendo contacto visual.

Ella soltó una risa balanceando su cuerpo y pensando algo graciosos para decir y restarle importancia a la situación —Mmh, espero la recompensa valga la pena —dijo irónicamente e hizo una mueca con su rostro como si estuviera pensándoselo.

Él soltó una risa sin podérselo creer. Ambos quedaron en silencio hasta que la bocina del auto los interrumpió haciéndole saber a Young Mi que debía apresurarse.

—Adiós Jake —se despidió —Fue divertido —fue lo que dijo y tal vez lo pensó demasiado antes de decirlo, y no sonó como esperaba pero quería hacérselo saber. Finalmente dio la vuelta y caminó rápidamente hacia el auto subiéndose en el asiento del copiloto.

—Rápido Kang Young Mi —dijo su madre en cuanto abrió la puerta del auto.

—Lo siento —se disculpó suspirando y tirando su bolso en algún lugar del asiento trasero.

De camino a casa Young Mi charlaba con su madre sobre como le había ido, de como no había cenado y tenía mucha hambre a pesar de haber estado comiendo algunos snacks en la tarde, le contó sobre la familia Sim y su simpática mascota. Pero cuando no iban hablando, la joven miraba por la ventana y pensaba que tal vez Jake no era tan mala compañía, y que a pesar de no querer tenerlo cerca hace tan solo unos días, comenzaba a caerle bien y acostumbrarse a su presencia.

𝐂𝐎𝐍𝐓𝐑𝐎𝐋 | JAKE SIMKde žijí příběhy. Začni objevovat