08 Secretos.

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Capítulo ocho.

—Espera... ¿Estuviste en su casa? —inquirió sorprendida EunJi.

YoungMi sin entender la sorpresa de su amiga asintió restándole importancia. Las dos amigas se encontraban paseando por la calles de la ciudad, viendo tiendas de todo tipo y gastando dinero en cualquier cosa lo suficientemente interesante que se les cruce por delante.

—Solo fue por temas de estudio —habló para luego beber un poco del café helado que ambas habían comprado —Sabes, estuve pensando en dar tutorías, eso sería bueno para mi registro académico, me di cuenta de que soy buena.

—Kang YoungMi no me cambies de tema —reprendió su amiga.

—Kim EunJi que pesada eres, ya te lo expliqué —dijo riendo.

—Lo siento, —dijo señalando una banca para que ambas tomaran asiento —No lo sé, es extraño que ofreciera su hogar para estudiar, incluso nosotras elegimos la biblioteca.

Asintió tomando asiento en la banca a un lado de su amiga —Sí lo sé, también fue extraño para mí, aunque me la pasé bien con él—dijo jugando con la pajilla de su bebida —Quiero decir, para lo que esperaba. Como sea no hablemos de eso, es aburrido.

Levantó la vista de su café mirando a su amiga encontrándose como ésta la miraba atentamente y tal vez con algo de sorpresa, solo dios sabe lo que pensaba EunJi en ese momento. Pasaron lo que quedaba de la tarde sentadas en aquella banca en el centro de la plaza, riendo y pasándosela bien como era frecuente cuando estaban juntas, hasta que oscureció lo suficiente como para notar las primeras estrellas en aquel cielo que ya se teñía de tres tonalidades diferentes debido al atardecer. Se hacía tarde y ambas se despidieron para ir a casa.

—Adiós! —saludó a lo lejos a su amiga agitando la mano.

A la mañana siguiente YoungMi despertó, tomó una ducha y se cambió en su uniforme escolar como solía hacerlo todos los días. Se hacía tarde cuando terminó de guardar los cuadernos de las asignaturas que tendría, estaba a punto de salir cuando notó que no llevaba su abrigo del instituto. Revolvió su cuarto en busca de la condenada chaqueta azul marino pero no había rastro de ella, soltó un suspiro de resignación y simplemente ocupó un cárdigan que tenía a mano y salió rápidamente camino a clase.

Esa mañana había sido mas aburrida de lo normal pensó mientras veía al profesor anotar unas ecuaciones matemáticas en la pizarra. Tal vez se debía a la tres horas consecutivas que tenía de esa misma asignatura o porque seguían repasando el mismo tema que iría en los exámenes que se acercaban, tema el cual ella ya sabía de memoria. Bostezó y apoyó su cabeza en la palma de su mano esperando que el timbre sonara lo más pronto posible.

Y así fue, la campana sonó y salió de allí junto a sus amigos rumbo a la cafetería. Esa mañana no había logrado desayunar pero a pesar de ser alguien con poco apetito las tripas le dolían tanto que sentía que moriría de hambre. Tomó asiento junto a Arin y mientras pinchaba la comida de su plato intentaba integrarse a la conversación oyendo lo que decían sus amigos.

—Será gigantesca —dijo DoHyun hablando con la boca llena, provocando que EunJi le diera un golpe en el brazo. Era gracioso como después de tantos años su amigo había permanecido en aquel grupo siendo el único varón, y aunque al principio para muchos era extraño ver a un joven junto a tantas mujeres, los demás en la escuela terminaron acostumbrándose a verlo siempre rodeado de las mismas tres jóvenes.

—¿De que hablan? —inquirió YoungMi al no entender a lo que se refería su amigo.

—Park Jongseong de mí salón, dicen que dará una fiesta en su casa luego de los exámenes. Es sabido que tiene mucho dinero y que su casa es una mansión...—respondió Arin.

—Perfecta para dar una fiesta —aclaro el joven.

Asintió masticando la comida en su boca y levantó la vista echando una ojeada a la gran cafetería del colegio, paseándose por la multitud de rostros y clavando sus ojos en aquella mesa de jóvenes del otro salón, se sorprendió al no verlo a él.

—Dicen que Jake también vive en una gran casa, no me sorprendería...

Oyó decir a alguno de sus amigos y giró rápidamente su cabeza cuando escuchó las palabras "casa" y "jake" en una misma oración, se tensó y le lanzó una mirada a EunJi esperando que no dijera nada de lo que habían hablado el día anterior, pero su amiga no la notó.

—Oh! —la escuchó decir como si recordara algo, entonces la miró a YoungMi y se percató de la mirada que esta le estaba lanzando, pero ya era muy tarde. Dejó las palabras en el aire y cerró su boca abruptamente.

Ambos, Arin y DoHyun levantaron sus cejas cuando EunJi no dijo nada mas y se encogió en su asiento con la vista clavada en su almuerzo. Se miraron extrañados y notaron que su otra amiga se encontraba de la misma manera.

—¿Qué sucede aquí? —Preguntó Arin entrecerrando sus ojos.

—Nada —soltó

—Que mas da, diles...no es la gran cosa. Después de todo no hay secretos entre nosotros —dijo YoungMi restándole importancia y siguió comiendo

Ninguno de los dos perdió mas tiempo y se acercaron a EunJi que en un susurro les dijo.

—¿QUE TÚ QUÉ? —levantaron la voz al unísono volteando hacia su amiga, quien se sobresaltó enseguida.

—¿Por qué todos reaccionan así? —preguntó sin entender porque tanto EunJi como ellos reaccionaban de esa manera.

Luego de un rato dónde todos ya se encontraban más calmados YoungMi les explico a ambos lo mismo que a su amiga el día anterior, y como no deberían exagerar ni pensar lo que sea que hayan pensado porque no era así. Pero ahora tenía a sus tres amigos refutándole cada palabra que decía y ellos llegando a la prematura y estúpida conclusión de que el joven Sim tramaba algo con ella, o algo así. De todas formas no les prestó atención a sus tonterías, no querían escucharla y después de todo era ella quien sabía mas que nadie como habían sido las cosas.

La campana volvió a sonar pero esta vez indicando la hora de la salida de clases, se despidió de sus amigos e iba a irse a casa pero decidió probar suerte y preguntar en algunos lugares puntuales del campus por su abrigo, después de todo no le llevaría mucho tiempo ¿O sí?.

O eso pensaba cuando recorría el gran campus en busca de su chaqueta, desde la biblioteca hasta la enfermería, pasó por rectoría, la sala de profesores, el gimnasio y aún así no lograba encontrarla ¿Acaso su madre la había puesto a lavar sin consultarle? descartó esa idea enseguida, su madre no solía hacer eso y menos durante la semana cuando asistía a clases.

Ya había perdido la noción del tiempo, no tenía idea de cuanto llevaba buscando aquel abrigo y se sentía tan tonta por desperdiciar su preciado tiempo en aquella tontería, pero es que aquella ropa de la institución solía ser realmente cara, no quería pensar en el rostro que le pondría su madre cuando le dijera que había perdido el saco de su uniforme. Soltó un sonoro suspiro a la par que caminaba por los vacíos pasillos hacia su casillero, con la nula esperanza de encontrar esa tela azul entre sus cosas, así que estando prácticamente segura de que allí no estaría igualmente abrió su casillero con la ilusión de hallarla allí. Patético pensó sintiendo su esperanza yéndose en picada al abrir la puertecilla de metal y notar, que en efecto, la chaqueta no se encontraba allí.

Descansó su frente en el frio metal y pensó en llamar a su madre ahora por celular y ahorrarse escucharla despotricar en persona y oírla a través de la línea del teléfono, pero dejo de lado la idea de llamar a su madre guardándolo en su bolsillo.

—¿YoungMi?

Volteó al oír su nombre y ahí estaba Jake. No traía el uniforme, mas bien llevaba ropa cómoda y el pelo algo húmedo tapando su frente, un bolso colgando de su brazo y en los labios una sonrisa. Abrió la boca sorprendida para hablar pero nada salió, no esperaba encontrar a nadie, mucho menos a él.

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Holaa aparezco!! perdón por haber estado ausente, sucede que estuve muy ocupada y solo tenia ganas de dormir, pero acá les traje un capítulo medio de relleno, pero esperen al próximo que tratare de subir lo antes posible!! gracias por leerme

𝐂𝐎𝐍𝐓𝐑𝐎𝐋 | JAKE SIMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora