-ˏˋ Tiempo ˎˊ-

Esperanza

Estaba feliz por su hermano, claro que sí. Él era feliz si su hermano era feliz, y la relación de Teddy con James es realmente envidiable a simple vista.

Pero aún así, tenía algo de envidia. Ellos eran mejores amigos, pero aceptaron sus sentimientos mutuamente y decidieron intentarlo. Ellos se querían mucho, no los había visto discutir en ningún momento. Parecían una pareja sana.

Cosa que la relación entre Albus y él no le parecía. Sus sentimientos no le parecían sanos, y la manera en que Albus los rechazaba tampoco le parecía sano.

Aún así, sabía que podían ser mejores. Podían tener una relación sana, no perfecta, pero aún tenía esa leve chispa de esperanza de lograr tener esa linda relación que tanto quería con Albus.

—Scorp.

Levantó la mirada de su libro y se encontró con que el dueño de sus pensamientos. Albus lo veía desde arriba, ya que el rubio estaba sentado junto al Lago Negro.

—Albus.

—¿Puedo sentarme contigo?

El pálido asintió, volviendo su mirada a su libro, pero sin continuar la lectura, solo jugando con la hoja de papel entre sus dedos.

—Últimamente no hemos hablado.

—Supongo. Estos días han sido difíciles porque está terminando el año escolar.

—En un mes volveremos a nuestras casas, y cuando estemos de nuevo aquí, será como estudiantes de cuarto año.

—Mh.

Albus se cruzó de piernas, jugando con sus dedos y mordiendo su labio inferior.

—¿Qué quieres decirme?

—Oh, uh...— el moreno carraspeó, rascando su mejilla derecha como su típica señal de nerviosismo.—¿Aún recuerdas ese día?

—¿Ese día?

—... el día, uhm, cuando tú y yo...

—¿Qué hay con eso?

Albus tragó saliva ante el tono tosco de Scorpius, quién ya había cerrado el libro y miraba al lago, el agua oscura, cristalina y apacible, con leves movimientos por los animales marinos viviendo en este.

—No hemos hablado más sobre eso, es como si nunca hubiese sucedido, pero no quiero seguir olvidándolo.

—¿Ahora sí?— el rubio sonrió mientras negaba con la cabeza.—Han pasado meses, Albus, meses donde tú seguiste con tus coqueteos con todas las chicas que veías y yo tuve que obligarme a olvidar el beso. Pero ahora, tú no quieres olvidarlo, no me parece justo.

—Tienes razón, no he sido justo por este tiempo. Pero ahora quiero- quiero que lo hablemos.

—Hablemos.

Scorpius giró su torso, posicionándose de frente a él y con sus muslos contra su pecho, abrazando sus piernas y apoyando su rostro en sus rodillas.

—Me gustaba Rose, realmente me gustaba por un tiempo. Sentí celos cuando ustedes estaban juntos, pero pensé que era por Rose... nosotros intentamos tener algo— Albus rascó el puente de su nariz y le observó pensativo.—Tu lo sabías, intentamos algo, pero ese mismo día me besaste. Yo... me desequilibré, ¿me explico?

—Ajá.

—Porque yo me consideraba hetero, apesar de empezar a considerar la posibilidad de ser gay o bisexual. Me encontré más que nada confundido de que fueras tú, ya sabes, te consideraba un hermano al igual que Hugo o Victorie, pero comencé a verte de otra manera, de manera que quería seguir besándote y... no lo sé, las chicas ya dejaban de atraerme, quería acercarme aún más a ti, pero no lo sentía correcto.

Scorpius le miró.—Hasta que mi hermano y James empezaron a salir, notaste que no eres el único que puede sentirse atraído por alguien a quien consideras hermano.

—Algo así...

—Esto significa que, ¿sí ellos no fuesen novios, no hablaríamos sobre el beso? ¿si ellos seguían ocultándolo, pasaría otro año y tú continuarías con tu indiferencia y actitud amigable hacia mí? ¿Necesitabas una iniciativa?

—No lo sé, talvez sí, talvez no. Pero ahora sí me siento capaz de poder hablarlo... ahora, ya no tengo miedo porque ya no me siento el único con estos sentimientos algo confusos.

—¿Acaso mis sentimientos no cuentan?

—Escucha, Scorp— Albus tomó las manos del rubio, apretándolas entre las suyas y mirándolo de frente.—Entiendo que estás herido y enojado conmigo, pero quiero que intentemos hacer funcionar esto. Ya entiendo mis sentimientos, quiero conocer los tuyos y así, talvez, empezar a ser más que amigos.

Scorpius frunció la naricita, causando un enternecimiento en el moreno.

—Solo han sido cuatro meses desde el beso, ¿acaso ya estás completamente enamorado de mí?

—No lo sé, pero de verdad me gustas mucho. Probablemente me has gustado desde antes, pero no lo había notado hasta que me besaste, solo quería volver a hacerlo y contigo. Ninguna chica me ha hecho sentir como tú.

—Ya...— el rubio se quedó unos segundos en silencio, pensando en que hacer, esa esperanza vibraba con ganas de hacer todos sus deseos realidad.—Supongo que... podríamos intentarlo.

Albus se inclinó de su lugar, chocando sus labios en la frente del rubio, dejó otro en su nariz y por último en su boca. Respirando profundamente y sonrió acariciando las mejillas de Scorpius, quién tomó sus dedos entre los suyos.

—Sí. Podríamos intentarlo.

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Gracias por las 2k leídas amores¡! >•<