Promesa Ininterrumpida ( Terminando)

Capítulo 8 : Pesadilla

Sombras negras rodeaban su figura. Miró frenéticamente a su alrededor en busca de una salida, pero era imposible. Las sombras cubrieron la pequeña habitación en la que se encontraba y quedó atrapado. No podía respirar. Se estaban acercando. Cada vez más cerca.

"¡Monstruo!"

Y más cerca.

"¡Fenómeno!"

Cayó de rodillas y se tapó los oídos, tratando desesperadamente de bloquear las palabras que decía. No hizo nada. Las sombras se cernían sobre él, dejando apenas espacio entre ellos. Continuaron burlándose de la pequeña figura en el suelo. Parpadearon y desaparecieron, profundizando su miedo ya creciente.

"Villano."

Quería que se detuviera.

"Nunca llegarás a nada".

¡Hazlo parar!

"Eres una desgracia."

¡¡DETÉNGASE!!

Es una lástima que la única persona que podría amarte esté muerta. Y todo es porque tú-"

¡¡¡CALLARSE LA BOCA!!!

Saltando de la cama jadeando y sudando, Shinsou Hitoshi parpadeó para apartar las lágrimas de sus ojos. Tomando respiraciones profundas para calmarse, lentamente se orientó. Suspiró y dejó caer la cabeza contra la cabecera.

"Otra pesadilla". El niño de cinco años murmuró en voz alta. Suspiró de nuevo mientras miraba la hora, 1:47 am. Saltó de la cama, tomó una bolsa de papas fritas que tenía en un cajón y se dirigió a su lugar favorito.

Era una repisa junto a la ventana, lo suficientemente grande como para permitirle sentarse con las piernas estiradas. Disfrutaba mirando las estrellas mientras estaba sentado allí. Era extrañamente relajante. Cuando se sentó allí, pudo pensar con la mente en blanco. Sin pensamientos intrusos, sin recuerdos no deseados, solo un silencio relajante.

Perdió la noción del tiempo sentado allí mirando por la ventana. Parpadeando para salir de su estado relajado, se sacudió las migajas de las astillas y estiró los brazos por encima de la cabeza. Inclinó la cabeza confundido porque normalmente Kimi-san habría entrado en la habitación para ayudar a que volviera a dormir.

Justo cuando pensaba eso, escuchó la puerta de un auto cerrarse. Rápidamente abrió la ventana y miró hacia abajo. Vio a Mayu parada en la puerta hablando con Kimi-san y... y un chico de su edad. Sintió que su corazón se desplomaba.

Así es. Su....

Miró sus pies y algunas lágrimas comenzaron a derramarse. No se molestó en retenerlos; estaba solo después de todo. Volvió a mirar por la ventana y vio a Mayu y al niño caminando hacia la puerta principal. Apretó los puños, se secó los ojos y comenzó a bajar las escaleras.

Quería echar un buen vistazo al chico que lo iba a reemplazar.

Una vez que llegó a las escaleras, bajó muy silenciosamente. Justo cuando llegaba al último escalón, escuchó que la puerta principal se cerraba. Continuó deslizándose por la casa hasta una pared desde la que podía asomarse a la vuelta de la esquina y verlos. Haciendo una revisión completa del niño, notó que tenía el cabello verde muy rizado, ojos verdes y pecas en su rostro. Hitoshi vio la forma en que el otro estaba sujetando nerviosamente el extremo de su camisa y mordiéndose levemente el labio. Se dio cuenta de que el niño se veía muy triste y asustado. Brevemente se preguntó cómo el niño había terminado aquí.

Ver a Mayu acariciar la cabeza del niño sacó a Hitoshi de sus pensamientos y lo hizo sentir un poco celoso. Se tocó la cabeza al recordar la primera vez que Mayu hizo eso con él. Hitoshi ignoró la culpa que sintió después.