ᴋɪᴍᴇᴛsᴜ ɴᴏ ʏᴀɪʙᴀ - ᴏɴᴇ sʜᴏᴛs

Sanemi Shinazugawa

- Muy bien les encargo esta misión mis queridos hijos, suerte y tengan cuidado en su viaje. - Oyakata-sama con su pacifica y hermosa voz se despedia de Sanemi y ____, al encargarles una mision de investigacion.

- Gracias Oyakata-sama.- dijeron al unisono para despues salir de la finca del patron.

- Me alegra que nos hayan mandado juntos Nemi~ san, casi no podemos pasar tiempo juntos. - Sanemi y ella eran pareja desde hace un año, casi no podian pasar tiempo juntos gracias a las misiones que se presentaban de la nada, pero cuando podian uno se quedaba en la finca del otro.

- Me alivia poder estar cerca para protegerte. - Eran pocas las veces cuando Sanemi se expresaba asi con su novia, ya que solia ser muy seco a veces, pero era todo un amor cuando se lo proponia. 

La mision no era muy complicada, solo estaban recorriendo algunos pueblos en busca de algun posible demonio y en el caso mas extremo y menos posible una menguante o superior. Habian pasado varios dias desde que iniciaron la mision, al tener todo cubierto estaban dispuestos a irse a la finca del patron para hacer el reporte y con suerte descansar, pero la noche los atrapo en una zona bastante alejada del pueblo a la que les habia tomado unas 4 horas llegar, por suerte de camino habian visto una posada para los cazadores, debido a las cortas horas de sueño que habían acumulado esos días por la vigilancia y la caza decidieron que seria mejor descansar allí.

- Buenas Noches Jovencitos, bienvenidos a la posada, por favor síganme para mostrarles su habitación. - La amable señora los guio a ambos a una habitación con 2 futones bastante cómodos a la vista y una par de ropas extras para estar mas a gusto. - Ahh, por cierto, tenemos aguas termales para que puedan relajarse, quedan a unos 5 minutos de la casa por el costado derecho, la propiedad esta cerrada para que puedan tener mas privacidad. En un momento les traemos su comida. - Ambos hicieron una reverencia de agradecimiento y se dispusieron a cambiarse.

______ empezó a retirar su uniforme de caza demonios con cuidado mientras sanemi se giraba para darle un poco mas de privacidad, al pasar un rato creyó que ya había terminado de cambiarse y volteo para ver a su linda novia, quien aun no había terminado de retirar las vendas que cubrían sus pechos, por lo cual pudo ver un poco de su abundante pecho, pero rápidamente se volteo por la vergüenza. 

- Nemi, luego de comer... ¿te gustaría ir a las aguas termales? - Sanemi se giro para verla y asintío, minutos despues llego la amable mujer con la cena. 

Cenaron tranquilamente, a la femina se le hizo raro que sanemi mantenia un pequeño sonrojo en sus mejillas y no decía nada, además de que tenía sus piernas un poco apretadas. Un rato después de haber reposado la cena, la agradable señora retiro los trastes de la habitación y les deseo buenas noches a ambos y ellos se dirigieron al pequeño recinto de aguas termales, en el camino ______ tomó la iniciativa de entrelazar sus manos a lo que el albino no se resistió.

Al llegar Sanemi se giro para que pudiera desvestirse y entrar, al rato el se giro y en una rápida distracción de su novia se quito sus prendas y entró al agua.

- Sanemi, ¿Quieres un masaje? -

- No es necesario, solo relájate. -

- Pero yo quiero Nemi, relájate tú. - La femina se dirigió hacia el y empezó tocando sus hombros con suavidad, pasó detrás de su espalda para empezar a dar masajes en sus hombros y espalda.

- Recuestate Nemi. -  las manos en sus hombros jalaron suavemente su cuerpo hasta dejarlo acomodado en su pecho cosa que no pasó es estar percibido por el mayor, quien se puso un poco más nervioso al saber que los pechos de su novia estaban en contacto con su espalda, la emoción empezaba a llenarlo y por tanto su imaginación creaba escenas obscenas con ella y no era que no le gustaban, pero se preguntaba si eso podía llegar a molestarle.