Capítulo III "Abismo"

146 16 15
                                    

La tensión en mi cuerpo estaba latente, sentía mi estómago apretado y mi pecho como con una bomba a punto de explotar, tenía la furia hirviendo en mi interior

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

La tensión en mi cuerpo estaba latente, sentía mi estómago apretado y mi pecho como con una bomba a punto de explotar, tenía la furia hirviendo en mi interior. Solo tenía ganas de devolverle casa cosa que me ha hecho, estas constantes humillaciones sumadas a su complejo de víctima, me hacían hervir la sangre. Yo sé que él ha hecho más de una infidelidad, lo he visto, lo he sentido, solo falta que él lo admita y que sufra por destruir este matrimonio, volviéndome loca con mis pensamientos, quiero ver como sus lágrimas caen rogando por mí.

En su próximo viaje decidí conducir 200 kilómetros para poder ver a mi siguiente objetivo. Para ser sincera estaba absolutamente aterrada, este era un nivel al que jamás creí que llegaría, y sé que esto podrá lograr a herir a Sasuke. Este sujeto es un verdadero ejemplo para él, desde que es un niño lo admiro muchísimo y no creo que esta sea una tarea fácil. Lo llamé unos días antes para poder preguntarse si podía ir, le dije que necesitaba hablar por cosas que le habían pasado a su hermano.

Cuando llegue mis manos temblaban, a pesar de que a infidelidad se había convertido en algo de cada día, jamás pude acostumbrarme, era aterrador, llegar a un lugar, a que unas manos extrañas que jamás imaginaste en tu cuerpo, se arrastraran como serpientes, apretándome con fuerza, pero el placer y la ira siempre fueron más, y para decir verdad, ningún encuentro fue realmente desagradable, al poco tiempo lograba ceder ante mis instintos, generalmente solo imaginando que aquellas manos eran del único hombre que debió tocarme el resto de mi vida, siempre imagine a Sasuke, en cada encuentro, lo que lo hacía muchísimo más fácil.

Frente a la gran puerta, la miré unos minutos, dudando de mi acción, ¿realmente quería herirlo así? Pero rápidamente mi respuesta era un rotundo si, él me había herido fuertemente y no solo mi corazón, sino mi mente, me volvió loca, jugo con mi cabeza, esta no es mi culpa, es lo que se merece.

Toque con mis nudillos con las manos aun temblorosas, me quede quieta inmóvil esperando la respuesta. Solo unos minutos después abrió la puerta, era alto, mucho más alto de lo que recordaba, sus ojos eran negros, iguales a los de Sasuke, traía el pelo desordenado, ligeramente levantado, su rostro estaba tenso.

–¿Qué quieres?– me dice sin previo aviso, su voz suena grave como recién despertado. Por unos minutos me quedo parada observándolo, pero pronto recupero la noción y vuelvo a mi interpretación.

–Sasuke me engaña– digo mientras bajo la mirada hacia el suelo, trato de entrar en personaje y llorar, pero me es difícil.

–Mierda– dice llevándose una mano hacia la cabeza– bien pasa– dice al fin.

Lentamente me guía hacia el comedor, me siento en una de las sillas mientras él se dirige a la cocina. Es una casa muy moderna tiene amplios ventanales, la cocina es blanca, pulcra, pareciera que nadie nunca la ha usado, y la actitud e Itashi me lo confirma, busca entre los estantes como si no conociera absolutamente nada. Por fin encuentra las tasas y pone a hervir agua en una tetera.

Oscuro amanecerOnde histórias criam vida. Descubra agora