No me importaría

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- Es muy pequeño, yo dormiré en tu cama -Objeto Camus-

- Venga Camus -Dijo Milo rodando los ojos y soltando un bufido- Ni siquiera emos echo nada y ya estás de agua fiestas, así no tendrá sentido lo que hize -

Camus resoplo, resignado, entonces Milo supo que avía ganado aquel dilema, sonrió.

-¿Cuál es el plan? -

Milo pensó, enrealidad no había planeado nada además de construir el fuerte y pasar la noche comiendo frituras mientras contaban historias o algo así

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Milo pensó, enrealidad no había planeado nada además de construir el fuerte y pasar la noche comiendo frituras mientras contaban historias o algo así.

-Dejemos que fluya -Dijo finalmente-

Camus resoplo miro al rededor, inspeccionando el cuarto de Milo, casi como si lo estuviera estudiando, todo estaba en orden, en la esquina abia una mesita, la cuál tenía unos cuantos cómics y una lámpara, en la parte de abajo había un estuche de guitarra, Camus se acerco, y tomo aquel estuche, lo abrió y dentro de el abia una guitarra, parecía nueva, era evidente que Milo la cuidaba mucho.

-¿Sabes tocar la guitarra? -Pregunto Camus, fue lo único que se le avia ocurrido preguntar-

Milo lo observó , sonrió y tomo la guitarra , se sentó en su cama y miro a Camus a los ojos.

- Si -Contesto mientras acomodaba la guitarra para tocar alguna melodía- ¿Quieres escuchar?

Camus asintió, se sentó al lado de su compañero y poso toda su atención en el, Milo comenzó a tocar.
Camus pudo reconocer aquella melodía, provenía de la canción "wouldn't mind" le gustaba esa canción, aunque hacia años no la escuchaba, pero ahora, la melodía tocada por Milo simplemente le parecía perfecta, sus ojos estaban clavados en las manos de su compañero hasta que este comenzó a cantar:
"Alegremente nos quedamos fuera de lugar
Fuera de lugar
Iría a cualquier lugar contigo
Estoy de tu lado
Balanceando de la lluvia, tarareando melodías
No iremos a ninguna parte hasta que nos congelemos"
Hubo una pausa en su cantar, era el solo de guitarra, Camus acomodo su mentón sobre las palmas de sus manos, ahora mirando los labios de su compañero que cantaban aquella canción hermosamente, Milo continúo:
"Ya no tengo miedo, no tengo miedo
Para siempre es un largo tiempo
Pero no me importaría pasarlo a tu lado
Con cuidado nos prepararemos para nuestro destino
Tu viniste y tomaste este corazón, y lo liberaste
Cada palabra que tu escribes o cantas son calidas para mi
Tan calidas... Estoy destrozado
Estoy destrozado
Por no estar donde tu estas"

Volvió un solo de guitarra, al acabarlo, Milo pauso y miro a Camus, el cual, lo miraba con suma atención.

- ¿Y bien? -Pregunto Milo
-Eres sorprendente -
-¿Lo crees? -
- Si -

Milo sonrió con un leve sonrojó en las mejillas, coloco su instrumento a un lado de el y se reincorporo.

-¿Quién te enseño? -

-Aprendi solo, -Milo sonreía como de costumbre- escuchando atentamente la melodía que produce cada cuerda.

-Valla -Expreso Camus alzando levemente las cejas en una expresión de estar impresionado-

Milo se levando de su cama y gateo hasta entrar completamente en su fuerte donde se sento entre los cojines.

-Entra -Expreso Milo, Camus imito a su compañero y se sento a su lado-

Ambos pasaron un rato allí, sentados al lado del otro, conversando y haciendo bromas de todo tipo, las bebidas y frituras fueron desapareciendo poco a poco hasta averse acabado. A la media noche ambos se encontraban acostados mirando el techo; con la luz de la luna que atravesaba la ventana de Milo y las series navideñas como su única iluminación.

-Cuando fuiste a tu entrenamiento en Siberia, -Solto Milo de repente sin dejar de ver el techo- ¿Me olvidaste?

-¿Olvidarte? -Camus lo volteo a ver, no pretendia responder-

-Si, ya sabes, que de repente no te acordaras de mi -hizo una pausa, pensando en lo siguiente que diría- yo no dejaba de pensar en ti Camus, siempre estuviste presente.
Camus se acosto de lado, de tal forma que pudo observar mejor a Milo.

-Nunca te olvide... -Dijo- Solo, pensé que avias muerto

-¿Cuál fue tu reacción?.

Ahora Milo también se avia acostado de lado, quedando frente a frente con Camus, ninguno se removió.

-¿Por qué quieres saber eso?.

-Solo es curiosidad.

Camus cerro los ojos por un momento, soltó un resoplido y volvío a mirar a Milo.

-Eras mi mejor amigo, siempre peguntaba por ti y siempre me decían que te encontrabas bien; en una de esas ocasiones me dijeron que avias muerto a causa de un accidente durante tu entrenamiento. Lo recuerdo perfectamente, corri hacia ningún lugar en especifico, llegue a una cueva y me adentre a ella; sumergi mi cabeza entre mis rodillas negándome a la idea, luego poco a poco lo fui asimilando.

Ambos se miraban a los ojos, estaban quietos, cerca, tanto que podían sentir la respiración del otro, aun así, ninguno se alejo.
Milo se levanto un tanto apoyándose sobre su brazo, miro a Camus a los ojos, estos eran claros aun cuando no había tanta iluminación, saco de entre las cobijas su mano libre y con las llemas de sus dedos acaricio la mejilla de Camus, retiro los mechones de pelo que se encontraban sobre su rostro.
Camus por su parte no objeto ni se alejo, en su lugar, se hacerco mas a su compañero, coloco una de sus manos sobre el pelo de Milo, acariciándolo.
Seguido de aquello, Milo ahora coloco sus manos una en cada lado de Camus, quedando encima de el. Ambos se miraron a los ojos durante un momento, esperando.
Ahora fue Camus el que acariciaba el rostro de Milo, este se dejo para después tomar la mano de Camus y besarla suavemente mientras sus ojos penetraban los de su compañero.

-¿Puedo...?

Camus se quedo en silencio, señal para que Milo hacercara su rostro al de el, sus respiraciones chocaban y sus ojos se cerraban poco a poco, ambos unieron sus labios, disfrutando de aquel momento, el beso aumento la intensidad, Camus abrazo a Milo por cuello, apegando mas su cuerpo al de el. Cuando el oxigeno faltaba, Milo se separo pero no dejo de mirarlo, no avia acabado, ahora se dirijio a su cuello, lo beso para después morderlo levemente, ante aquello Camus soltó un jadeo. Al alejarse Milo, Camus lo tomo por los hombros y lo echo a la cama, ahora el estaba encima de Milo, lo miro fijamente, sus ojos clavados en los de el caballero de Escorpio, ambos con la respiración agitada, resoplo y se dejo caer sobre el pecho de Milo escuchando su corazón latir, Milo lo tomo del mentón levantando su rostro para volver a verlo.

-Milo, yo no...

-Ahora no Camus.

Camus se quedó en silencio, se acomodo a un lado de Milo, alejando los pensamientos y lo que sentía en aquel momento. Cerro sus ojos y se durmió.

 Cerro sus ojos y se durmió

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⏰ Last updated: Oct 07, 2022 ⏰

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El amor de AcuarioWhere stories live. Discover now