Stephen Jones

537 41 3
                                    

El cesped estaba bajo mis pies, era un día bastante soleado, me recargue justo debajo del gran árbol. La aspera cortesa que lo cubria rozaba con mi espalda.
No me queria mover de allí, el golpe recibido hace unos instantes no era para menos, el estomago me empezaba a dolor , y la costilla izquierda creo que se me había dislocado. Un frio inmenso me invadio el cuerpo, me puse en posicion fetal bajando mi cabeza entre mis rodillas. Stephen estaba terminando de arreglar el columpio que hace unos instantes se habia roto, cuando por fin volteo , le sonrei como si nada hubiera pasado.
-Bien entonces ¿Que querias preguntarme? - se sentó al lado mio, recargando su espalda en el tronco del árbol.
-¿Te gusta ver sufrir a la gente?- le dije burlonamente.
-Si- respondio con una sonrisa en el rostro. Viendolo ya de cerca Stephen tenia los ojos de color cafe castaño, bastante parecidos a los mios. La barbilla la tenia algo cuadrada , no muy definida pero si algo, su piel era de un color ni tan güero ni tan moreno, era un color medio entre estos dos. Su pelo era un tono de castaño claro, casi pegandole al güero. Era más alto que yo, probablemente media 1.80.
Observe sus pies y sus manos, eran bastante grandes a comparacion de las mias. Stephen, ayer cuando me recibio, solo le vi una sonrisa fugaz, pero en el desayuno de esta mañana y en estos instantes , tenia una sonrisa enorme, dejando ver al final de sus labios, unos pequeños oyuelos que se le formaban.
-Karenina...-paso su mano Stephen frente a mi rostro moviendola rapidamente de arriba a abajo.
-Perdón - le dije dandome cuenta que me había vuelto a perder en mis pensamientos.
-¿Que te ocurre?- preguntó viendome.
-Esa es una de mis preguntas tambien ¿Desde cuando comenzaste a hablarme de "tú"? - le dije bastante molesta, recordando que un día antes me hablaba con mucho respeto de " usted" pero ahora hasta me dejaba caer del columpio sin siquiera avisarme. A ese columpio debia de ponerle una nota : "Cuidado al subirse en el, despues de un rato la cuerda tiende a soltarse"
Sonrio dejandome ver de nuevo esos oyuelos que se le formaban en el rostro.
-Grisgelda me había comentado que eras menor que yo, aunque en un principio no me la crei. Y cuando te fui a abrir la puerta me encontre con una desconocida y no sabía que eras tú. Pero cuando te quedaste entendi quien eras realmente. Ademas, queria hacerte sentir como en casa- repondio picandome la panza con ambas manos. Solte un lijero quejido, el golpe no había sido para menos, pero despues me rei.
-Esta bien, lo comprendo JONES- dije resaltando su segundo nombre- ¿Eres pariente mio?¿O solo trabajador?
-¿Por que lo preguntas?- preguntó a la defensiba.
-Curiosidad, solo eso, asi que dime ¿Eres mi pariente o solo trabajas aqui? - levante ambas cejas viendolo atentamente.
Note como él comenzo a verse incomodo, sus manos comenzaron a sudar y se le fue subiendo el color a rojo.
-Trabajador solamente- respondio despues de mucho esperar.
-¿Tienes familia?
-No, mis padres murieron ya hace mucho tiempo, tengo un hermano pero no creo que se acuerde de mi. Fue ya hace mucho tiempo que me escape de casa- me confeso rascandose la nuca.
-¿Te importaria contarmelo?- le dije bastante interesada. No queria meterme en su vida personal pero yo entendia a ciencia cierta lo que era estar sin hermanos(bueno hasta donde yo crei) ... tener una vida dura
-Bueno- solto un gran suspiro, puso sus manos sobre sus rodillas y se rasco la mejilla izquierda- tenia yo 7 años, mi madre estaba recien aliviada del parto. Yo era el hijo no querido, a pesar de que era varón. Mi padre perdio su empleo y entonces se dedico a la pesca en hielo. Me enfermaba con facilidad y gastaban mis padres demaciado dinero en mi. No queria ser una carga, con los bebes recien nacidos mis padres ya tendrian muchos gastos.
-¿Bebes? - interrumpi.
-Nacieron dos mellizos: un varón y una niña. ¡Eran presiosos!- siguio relatando- fue una noche de invierno cuando me fuge de casa, estaba nevando y me ayudo a escaparme... anduve vagando varios días hasta que llegue a este pueblo. Sabia que mi padre tenia familia aqui, pero nunca encontre la casa de mis tios. Dormi en la calle algunos dias, fue muy crudo, hacia bastante frio, noche y dia caia nieve. Me enferme de pulmonia. Al inico crei que era un resfriado comun, pero hasta que me dio temperatura y mi mente estaba ya divagando fue que me di cuenta que me hiba a morir. Llevana dias sin comer, supe que mi hora había llegado.
Pero en esa misma noche tu tía me encontro. Me llevo a su casa acobijandone, llamo al medico, quien inmediatamente me recetó medicinas y poco a poco me cure. Gracias a su esa bella pareja pude sobrevivir-finalizo su relato con una sonrisa en el rostro.
-¿Y sus padres nunca le buscaron?- pregunte con el corazón destrosado, mi voz temblaba.
-Lo hicieron, pero no me encontraron, supuse que al final me dieron por muerto. Nunca crerian que aguante dias sin probar bocado alguno. Pero lo hice por esas dos pequeñas criaturas- puso sus brazos como si tubiera en él a dos bebes- daria lo que fuera por volverlos a ver.
Stephen me miro atento, sus ojos se le aguaron, miro para el cielo, aclaro su voz y volvio a mirarme.
-Por eso comprendo la situacion de su tía. Y cuando se enoja yo no le hago un capricho. Ella fue la que me salvo la vida.
-Comprendo- le dije aun con un nudo en la garganta, Stephen Jones había demostrado algo que un niño de esa edad no ha mostrado nunca: coraje y valor. Ademas que no culpa a esas dos criaturas por que el se alla enfermado y estado a punto de morir- ¿Charles desde cuando esta aqui?- quise cambiar de tema.
Stephen coloco sus manos sobre el cesped.
-Hace 9 años exactamente- rio de manera picara- llego justo despues de la muerte de su tío. Grisgelda se sentia sola y decidio contratar a un mayordomo para atender la puerta a todas las visitas que llegaran. Aunque no lo admitan Charles esta enamorado de tu tía- susurro al oido.
-¿Enserio?- pregunte sonriendo.
Stephen asintio, yo lanze una sonrisa al cielo. Visualizando desde alli un nido de pajaro. Baje la mirada poco a poco viendo de nuevo la casa, llegando a la ventana de la cocina.
-¿Y Julieta? - pregunte curiosa.
-¿Que hay con ella?- bajo las cejas Stephen confundido.
-¿Que hay entre los dos?- dije picaramente.
-¿Nada?- dijo Stephen preguntando, le mire con una mirada acusadora-¿No me crees Karenina?- pregunto, le vi de forma acusadora- Es solo una amiga- no quite mi mirada y sonrei no creyendole.
-Como Stephen- conteste al final.
Me quede un rato viendo el jardin, pero despues senti la mirada de Stephen aun en mi.
-¿Que pasa?- le pregunte temerosa.
-Tienes una herida de bala en el brazo- dijo señalando mi hombro. Volte a ver mi hombro, percatandome que el vestido daba vision clara de la herida. Puse mi mano sobre el hombro.
-No es nada... fue un accidente solamente-dije finalizando la platica.
Stephen ya no me pregunto nada mas. Fui yo la que saque mi tema de conversacion.
-¿Conociste a mis padres?- le dije.
Stephen asintio, pero no me veia.
-¿Sabes quienes son mis hermanos?- pregunte mas curiosa aun.
Stephen volvio a asentir, puso sus manos sobre las rodillas nuevamente. Lanzo un suspiro, yo agache la cabeza al suelo. Tal vez mis hermanos no hicieron algo muy digno de contar.
-Conozco a uno-rompio Stephen el silencio - es del que tenemos rastro. Del otro.... no se donde este.
-Comprendo- dije triste pero enojada. Mi cara estaba a arder y Stephen lo noto.
-He tranquila fiera- puso su mano sobre mi hombro (el de la herida)- cuando los conozcas veras que no son tan malos como tu crees. Solo es cuestion de que aparezcan. ¿Si?
Asenti levantandome del suelo, sacudi mi vestido y vi el columpio nuevamente.
-¿Stephen me haces un favor?- pregunte viendo la tabla casi rota.
-Claro Karenina, dime- se levanto tambien, sacudiendo su pantalon, se paso las manos sobre el pantalon limpiandoselas y se paro junto a mi acomodandose su boina.
-Quiero reparar este lugar, pero necesito algunos materiales-dije viendole a los ojos. Claramente me sacaba un buen cacho de estatura- ¿Podrias llevarme al pueblo a comprarlos?.
-Claro- contesto rapidamente- ¿Ahora?
-Por favor, mientras mas pronto sera mejor. Ademas que quiero conocer el lugar- le sonrei.
-Perfecto, dejame traer el carro.
-¿Tienen carro?- pregunte sorprendia. En estos dias solo la gente adinerada usaba auto, como Rose y su madre, incluzo Agus... bueno no importa.
-Por supuesto. Deja que el motor se caliente y en menos de media hora llegaremos al pueblo.

Hola.... que tal les parecio??? Les gusto??? Hay algo que crean pueda mejorar??? Si eso me encantaria saber su opinion por sus bellos comentarios que me ayudan a seguir. Espero que disfruten la lectura. Nos leemos.
Su eterna escritora. Foto de Stephen Jones al inicio del capítulo


Titanic: La vida sigue (secuela Titanic: Si Jack hubiera sobrevivido)Where stories live. Discover now