Como la primera vez.

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Cuando Tía Grisgelda llegó, entró por la parte de atrás (nadie quería que viera como había quedado la casa después del incendio) debido a que la parte de atrás era idéntica a como estaba no había inconveniente, de no haber sido por un pedazo de tierra que estaba fuera de la cocina, es más que seguro que el fuego se podría haber propagado también hasta la casa de Stephen.

El cuarto que Julie había preparado para tía Grisgelda era muy lindo y acogedor, tenía una linda ventana que daba vista al árbol, una cama cómoda con una manta de un color verde manzana muy lindo que hacía juego con la cómoda café claro que tenía. La luz entraba perfectamente por la ventana y daba un toque muy cálido y hermoso al lugar.

Cuando tía Grisgelda bajó del coche corrí para recibirla.

-¡Oh querida que bueno que te veo!- comenzó diciendo- Necesito una taza de té caliente ahora mismo, en el hospital no dan nada decente que pueda nombrarse té. Esa agua turbia y sin color no merece llamarse siquiera agua, si te hubiera podido llevar verías que barbaridades preparaba el cocinero. Un día nos preparó albondigón Francés con pasta, y ¿No te imaginas que? La pasta estaba dura y la carne le faltaba un poco de pimienta y cocimiento de la carne, pero no podía uno decir nada por que la enfermera me obligaba a comer esas cosas todos los días para que me pudiera recobrar.

-Me hubiera encantado hacer su estancia más confortable- agregué apenas se detuvo a respirar.

-Bueno, bueno, no es tu culpa niña, no todo se puede obtener en esta vida. Lo que si agradeceré siempre es la bondad y amabilidad con la que me atendió mi médico, ese simpático y atento caballero ¡Uff querida! Ya no hay hombres así tan a menudo, te diré que me hubiera encantado presentártelo, no me hubiera disgustado que te emparentaras con él, es un gran hombre y ama su carrera, créeme que hay pocos hombres tan dedicados a su profesión como él. Por ejemplo, Stephen no puede siquiera cortar bien el jardín- señaló una parte un poco chamuscada por el incendio- ¡Dios sabe lo que hizo este joven para que me arruinara el jardín de ese modo! Pero bueno ¿Qué se le puede hacer? Ya te he dicho, no todo se puede obtener en esta vida. Pero Charles, ¿Por qué me trajeron a esta parte de la casa?- preguntó extrañada- Ya te he dicho que no me place mucho entrar por aquí por que me trae viejos recuerdos, pero si estoy aquí tiene que haber una buena razón. Habla- miró a Charles atenta, por un momento creí que se había enojado. Entonces soltó una risa chusca y todos nos quedamos extrañados- Ya lo recordé, ya lo recordé, pero que olvidadiza estoy ahora- mencionó, todos nos quedamos extrañados, excepto Charles- Veo que aun no acaban con las reformas que pedí, pero me alegro ver que están trabajando arduamente todos para que se termine a tiempo y forma, por eso confío en ti Charles, eres un excelente amigo y mayordomo al haberme recordado previamente esto, ¿Recuerdas? ¿El otro día que me fuiste a visitar al hospital me lo dijiste?

Todos nos quedamos aun más extrañados, hasta donde teníamos entendido Charles había estado en una casita que tenía cerca de la ciudad, pero parecía que no nos había estado diciendo todo este tiempo la verdad del asunto: Charles había estado visitando a mi tía a nuestras espaldas. Pude notar en Stephen una pequeña sonrisa con malicia. Mi tía volvió a emprender paso sin decir nada más hasta llegar a la casa, el olor a pan y galletas recién horneadas llenaba la casa. Mi tía entró primero y esperó un poco examinando cada rincón de la casa.

-Veo que haz cuidado muy bien la casa Julie, me alegra hija que lo hayas hecho así. Ese color le queda perfecto a las paredes, no recuerdo la última vez que parecían tan vividas y coloridas. Tu tío amaba ese color...- entonces se hizo un silencio abismal, ella parecía haber perdido la noción de lo que estaba diciendo y el resto parecía recordar con cierta tristeza al tío.

-¿Por qué no nos sentamos?- intervine para eliminar ese silencio. Charles corrió a quitar la silla a tía Grisgelda y luego ayudarla a sentarse como una dama, Julie se quedó de pie con cierta distancia y yo ayudé a llevar el té a la mesa.

Titanic: La vida sigue (secuela Titanic: Si Jack hubiera sobrevivido)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora