segunda parte de Sana's Harem.
La vida adulta no es para nada lo que se esperaba Sana, no todo era como en el instituto donde sus únicas preocupaciones eran aprobar y salir de fiesta.
En esta etapa nueva de su vida, deberá de hacerle frente a sus n...
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🎵 i like you - post malone
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Estando a principios de su tercer año de universidad, Mina sintió que su vida era inútil. No tenía verdaderas metas en su vida sentía que simplemente estudiaba, estudiaba y estudiaba aún más simplemente para complacer a su padre para que llevara su pequeño negocio.
Mina estudiaba Administración de Empresas en la universidad y fuera, como "afición" estudiaba ingeniería informática por la pasión que le tenía a los videojuegos.
Ese mismo mes tocó fondo, tras terminar una "relación" de cinco meses con Somi, a quien decidió darle una oportunidad y dejar de estar con la chica que más bonita le parecía de fiesta. Pensó que aquello le vendría bien para centrarse, para ser feliz al igual que las demás de sus amigas.
Sin embargo, Somi terminó con ella diciéndole que no sentía amor por parte de la japonesa y tampoco soportaba el hecho de que desapareciese o no le respondiera por horas los mensajes.
Myoui terminó entendiéndolo y se encerró en su habitación tras haber roto. Fue al piso que le había comprado su madre como regalo por sus notas en la universidad, que estaba al lado de la playa. Huyó de su realidad.
Y estuvo dos días enteros sin comer, sin asistir a clase y claramente sin atender llamadas o mensajes. Estaba encerrada en sí misma.
Simplemente se limitó a mirar al techo sobrepensando y sintiendo que su vida carecía de sentido. No tenía ninguna meta o sueño en su vida, había dejado escapar varias veces al amor de su vida y también se sentía reemplazable. Sentía que era una pieza más, que estaba ahí, pero no era importante.
Nadie extrañaría a Myoui Mina.
Así se sentía, como una secundaria más en la que se suponía que era su vida.
—¡Aquí es! —escuchó unas voces fuera que la sacaron de sus pensamientos.
Para cuando se quiso dar cuenta, dos de sus amigas ingresaban a su habitación "secreta" sorprendiéndola.
Nayeon era quien se había ocupado de abrir y Momo se llevaba las manos al pecho aliviada, como si fuera un milagro el hecho de ver a Mina ahí, viva y respirando.
—¿Naye...? —Mina no pudo ni pronunciar el nombre de Im.
La más mayor la había abofeteado mientras que las lágrimas de ésta caían al suelo y la miraba dolida.
—¡Eres una idiota Myoui! ¡Sabes el susto que me he llevado! ¡Que tus padres se han llevado! ¡Todas! —le gritó entre llanto —Necesito aire.
Nayeon salía aún lagrimeando de la habitación para bajar y explicarles a la familia de Mina dónde estaba y cómo se encontraba. La japonesa supuso rápidamente que su madre les había dado la llave para que llegaran a ella.
