Desamor [Tk] ✔

Capitulo 3

 Holi, no olviden comentar que a mi me re sirve eso. Hay muy poquitos comentarios y la verdad yo no se si la novela gusta o no gusta jajaja.

Jungkook salió de cursar a eso de las nueve de la noche. Por suerte los miércoles solo asistía a una cátedra.

Estaba tan enojado que había olvidado su celular y sus llaves en el aula, así que tuvo que subir los cuatro pisos otra vez. Jimin, un compañero que estaba allí lo saludó amablemente y Jungkook de dejó caer en la silla, dándose un momento de descanso.

—¿Qué te sucede? Te ves pálido.

—Nada, es por Taehyung.

—Oh... ¿otra vez está siendo un desastre?

Jungkook soltó un bufido burlesco.

—Creo que nunca ha dejado de serlo.

Jimin se sentó a su lado.

—Supongo que debe ser difícil. No sé cómo ayudarte pero puedo recomendarte un amigo que es psicólogo familiar. Por si lo quieres.

—No nos va a poder ayudar. Las cosas están complicadas. Ya estoy cansado.

Jungkook se levantó y guardó su celular.
Se despidió de su amigo y salió del aula, decidió tomar el autobús porque no quería llegar a casa rápido, que Taehyung se ocupase de los asuntos que debía ocuparse.

. . .

Jungkook trabajaba desde las ocho de la mañana hasta casi las cinco de la tarde. Dependiendo del día asistía a la universidad de seis a nueve y de siete a diez de la noche.

Y aun así tenia tiempo de cocinar y de leerle por las noches un cuento a su hijo.

Pero todo padre se cansa. Todo padre tiene un límite.

Jungkook adoraba a su hijo con su alma, pero estaba cansado de ser solo él para YeonJun. Taehyung era su esposo, Taehyung estaba en la casa.

Se suponía que era de a dos. Él no tenía porque hacer todo el trabajo.

Jungkook se bajó del bus con un suspiro. Entró al edificio y subió al elevador mientras pensaba en su cena.

Jungkook trabajaba como mesero en un restaurante donde le pagaban por hora. Tenía un buen sueldo, pero no era suficiente. Taehyung trabajaba en una secundaria en la parte de la fotocopiadora. Él se encargaba de hacer las fotocopias para los alumnos y de encargar los materiales escolares.

Ahora él estaba buscando otro trabajo, algo mejor pagado, pero casi todo el mundo le decía que no tenían vacantes o que no necesitaban a otro trabajador.

Jungkook abrió la puerta de la casa y puso su mejor cara cuando el pequeño YeonJun lo fue corriendo a abrazar. Jungkook dejó su bolso en el suelo y alzó a su hijo con una sonrisa.

—¡Papiii! Papá hizo brocoli, no me gusta.

Jungkook reprimió una risita.

—Pues lo vas a tener que comer igual, no seas mañoso.

—Pero es feo y verde.

—¿Y eso qué? Es saludable.

—¡Quiero ir a McDonald! — Dijo YeonJun separándose un poco de Jungkook —¡Por fa, por fa, por faaaa!