Desamor [Tk] ✔

Capítulo 17

Jungkook había pedido las vacaciones en su trabajo, y lo mejor era que coincidía con las vacaciones de su universidad y con las vacaciones de su hijo. Por otra parte, Taehyung tenía vacaciones ya que la secundaria en la que trabajaba en la fotocopiadora estaría cerrada por vacaciones. Él solo tendría que trabajar por las tardes en la librería. 

Lo peor era que ambos ya estaban maquinando el caos que serían esas vacaciones. Jungkook empezaba a pensar que no tuvo que haber pedido las vacaciones en su trabajo, pero quería pasar tiempo con su hijo, hacer actividades y demás. 

El primer día de vacaciones Jungkook le fue a preparar el desayuno a su hijo. Le compró galletas con chispas de chocolate y té.

Se lo llevó a la cama y se encontró con que el pequeño estaba leyendo sus libros de animales, los cuales tenían pocas palabras en sus hojas para que la lectura de los niños fuese rápida y ágil. 

—Tomate tu té antes de que se enfríe —le dijo Jungkook dejando las cosas en la mesita de luz—. Mira, compré tus galletas favoritas. 

YeonJun ni las miró. Seguía leyendo su libro. 

Jungkook se sentó en la cama y le hizo una caricia en la pierna, pero Junnie no reaccionó. Lo estaba ignorando olímpicamente. 

—En la semana si quieres vamos al cine —propuso él. 

—No quiero —dijo de malas. 

—¿Qué ocurre?

El niño no le contestó nada. 

Jungkook, derrotado, salió del cuarto del niño y se dirigió a la cocina para preparar su propio desayuno, que consistía en unas tostadas con mermelada de frutos rojos y un té de manzanilla.

Taehyung abrió la puerta del departamento, cargando con un desayuno de Starbucks que había salido a comprar hacia unos minutos. 

—Aumentó el café de Starbucks —le comentó a Jungkook mientras pasaba a la cocina para buscar un par de servilletas. 

—Pues deja de gastar en cosas innecesarias y así te ahorrarás dinero. 

—Es un desayuno, ¿qué puede haber más necesario que eso? —preguntó sin mas Taehyung. 

Jungkook abrió al puerta derecha de la alacena y le señaló la cantidad de galletas que había allí. También le señaló las cajas con té y café.

—Aquí tienes de todo ¿es necesario que vayas a Starbucks y te compres un desayuno?

—Hoy quería comer algo de Starbucks ¿cual es el problema?

—Que vienes y te quejas de los aumentos, si no hubieses ido no te estarías quejando ahora. 

—No me estoy quejando —le dijo a la defensiva—. Solo te estaba haciendo un comentario, para que lo tengas en cuenta la próxima vez que compres allí. 

—Puedo darme cuenta solo, gracias —dijo sin ganas y se retiró de la cocina a su habitación para desayunar en paz. 

Taehyung negó con la cabeza y chasqueó la lengua. 

—Que insoportable —masculló como un susurro antes de ponerse a beber su café. 

. . .

El pequeño Junnie había estado todo el día tirado en la cama. Jungkook había querido ponerse a jugar con él, pero YeonJun no quería jugar a nada. Estaba de mal humor, hacía días que se sentía así. 

En la sala del comedor, Jungkook estaba terminando de hacer los resúmenes para un parcial que se avecinaba dentro de un mes. A él le agradaba tener todo preparado de antemano para ya poder estudiar tranquilamente y con tiempo de sobra. Ya le había pasado antes que no había llegado a estudiarse bien todos los contenidos. 

Taehyung estaba sentado frente a su computadora, revisando los pedidos de la librería, lo habían dejado salir una hora antes porque no había clientes, pero le dieron trabajo en casa para armar los pedidos del día siguiente. 

Una vez terminado el trabajo, Tae cerró la computadora y suspiró. Miró a su esposo que estaba concentrado en los apuntes y no despegaba la vista de los párrafos resaltados con color amarillo fluorescente y rosa pastel. No le dijo nada porque lo vio concentrado, así que lo siguió mirando. 

Verdaderamente no sabía si lo amaba o si lo detestaba. 

Estaba perdido y su corazón ya no sabía qué camino tomar. 

Taehyung vio movimiento por el rabillo del ojo. YeonJun estaba en el pasillo de la casa, a las afueras de su cuarto, asomando la cabeza, mirando a sus padres con un silencio sepulcral. Tenía los ojos llorosos y los labios le temblaban, se iba a poner a llorar en cualquier momento. 

El corazón de Taehyung latió rápidamente y sintió mucha pena por el pequeño. ¿Cuanto daño le estaban haciendo?

—Podemos invitar a la señora Choi a cenar —le dijo de pronto Tae a Jungkook, mirando de reojo al niño que no sea había dado cuenta que Tae lo había visto. 

—Ya es tarde, quizá mañana. 

—¿No puede ser hoy? —pregunto Tae apretando los dientes. 

—¿Necesariamente tiene que ser hoy? Estoy estudiando —dijo Jungkook a la defensiva, levantando la vista hacia su marido. 

Taehyung le indició con la mirada el pasillo de la casa, entonces Jungkook se dio cuenta de que YeonJun estaba ahí, esperándolos con lagrimas en los ojos. 

Jungkook se levantó la mesa y dejó los apuntes a un lado. Fue con su hijo y lo alzó en brazos. 

—¿Qué pasa pequeño, quieres ver a Soobin? 

YeonJun negó con la cabeza y se pasó aquellos dedos regordetes por los ojos. 

Jungkook miró a Tae en busca de una respuesta, pero el mayor no abrió la boca. No era un tema que pudiesen hablar frente al niño. 

YeonJun lo abrazó con ganas pero luego estiró su brazo para que Tae también lo abrazara. El mayor se acercó y le pidió a Jungkook que lo dejase cargarlo, pero YeonJun les dio un manotazo a ambos. 

—¿No me pueden abrazar? —les preguntó como todo un mañoso.

—Es lo que haríamos si no nos dieras una patada —le dijo Tae en modo broma. 

—Los dos —les cortó de una. 

Quería un abrazo de ambos al mismo tiempo, no de cada uno por separado. 

Jungkook ni miró a Tae y no le dijo nada cuando éste se acercó para rodear a ambos entre sus brazos. YeonJun dejó descansar la cabeza en el pecho de su papá y dejó de llorar.