XIX - Yang

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- ¿Eso es lluvia? - se pregunto en un susurro, estaba recostado en un lugar agradable (suave) pero sin saber donde exactamente, la ausencia de luz le haría usar todos sus sentidos para intentar entender lo que estaba pasando sin embargo por alguna inusual razón no se sentía amenazado - ¿Por qué estoy aquí? - en su sopor intento levantarse pero un tacto frio en su piel desnuda se lo impidió, un beso enardecido que contrastaba con ese primer roce gélido fue dejado en su vientre - ¿äc tèhuätl? (¿quién eres?) -

- твой альфа (tu alfa) -

Una sensación del pasado lo invadió, con cautela acaricio el rostro de aquel que lo tenia debajo - Rusia - al pronunciar ese nombre vio como un tenue brillo blanco se liberaba de sus ojos - Mi... - inmediatamente su cuerpo replico por mas así que se enderezo lo necesario para halarlo y llevar su boca hasta la suya, ese beso lleno de ansias se diluía en una demanda por ser tomado. Las manos del ruso se posaron en su cadera y comenzó a recorrerlo con apetencia hasta llegar a la clavícula que lamió impaciente - Ah... márcame -

- Мексика (México) - sin pensarlo abrió sus fauces con el deseo incontrolable de reclamarlo.

§

Despertó jadeando y sujetando con fuerza las sabanas que lo cubrían, la temperatura de su núcleo se elevo tanto que le quemaba dejándolo empapado en sudor y fluidos íntimos, nunca antes había experimentado una fantasía tan vivida, supuso que su celo fue el causante de todo por estar cerca pero le inquietaba que su mente trajera al eslavo de esa manera.

= твой альфа (tu alfa) =

= Márcame =

Recordar esas palabras lo turbaron pero tenia que relajarse - Solo fue un sueño - y nada mas. Después de unos minutos se tranquilizo pero empezaba a sentirse incomodo por el desastre entre sus piernas así que se levanto para ir al baño y asearse; se asomo discreto por el pasillo ya era de día pero muy temprano así que esperaba no encontrarse a nadie.

El sol que se colaba entre las cortinas la sacaron de su ensoñación, poco a poco abría sus ojos, se sentía inusualmente serena como si todo lo de anoche solo hubiera sido una alucinación atroz. Se percato de un peso cálido que caía sobre su torso, esto la alerto girando su vista para darse cuenta de que era el brazo de un chico bicolor al parecer de su edad que yacía junto a ella ¿acaso ellos? saco esa idea de su mente.

Noto que tenia su ropa puesta un poco sucia pero solo eso, temerosa se toco el cuello en busca de alguna herida pero no sintió nada, aliviada le llego un recuerdo fugaz - *Ese chico..* - la imagen del latino peleando contra su agresor, después dandole una bebida extraña ¿pero qué? su memoria no pudo registrar más. Sin idea de donde estaba solo pensó en irse, con mucho cuidado se movió para no despertar al peruano y lentamente se separó hasta lograr salir de la cama.

Sin hacer ruido se aproximó a la ventana pero para su mala suerte era un segundo piso tal vez sí caía en los arbustos el porrazo no seria tan malo, continuó con su plan y la abrió para colocarse en el borde.

- ¿De verdad vas a saltar? -

Esa voz la sorprendió tanto que dio un paso en falso perdiendo el equilibrio - ¡HAAA! - Perú reacciono rápido y la jalo de su sudadera regresándola lo que la hizo caer encima de él.

- ¿Es..tas b..ien? - todo ese peso lo sufrió su pobre pecho.

La chica se quedo quieta un momento pero al recobrarse se alejo - ¿Naega issneun gos? ¿nuguseyo? (¿dónde estoy? ¿quién eres?) -

Un toque en la puerta se presento de repente - ¿Enano? - ese ruido seco mas el grito alerto al que estaba afuera.

Se movió como pudo - ¡Dame tiempo! - si entraban solo la asustarían más, necesitaba conversar e intentar explicarle todo esperando eso la calme. Se sentó con las piernas cruzadas mientras se masajeaba su zona adolorida, la miro y sonrió amablemente.

La esperanza de los tontos - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora