El Chico Que Una Vez Me Amó

243 9 4
                                    

«Tenías el mundo a tus pies, pero aún no lo sabias. Y quería estar a tu lado cuando empezases a descubrirlo»

El chico que dibujaba constelaciones
-Alice Kellen-

...

Tal como me prometiste, no sólo cosas relacionadas a la ciencia, nosotros descubrimos nuevas formas de amarnos. Hicimos en la mayoría de veces, cosas simples, pero significativas para los dos.

Después de todo empezamos un tratamiento, pero a pesar de todas las indicaciones estrictas que teníamos, preocuparnos por si funcionará o no hasta ese punto era lo de menos para nosotros.

Tú hiciste que me olvidara de ello en realidad, juro que ni siquiera me di cuenta, pero lo hiciste, Senku. Lograste hacer que, al igual que antes, nuevamente vuelva a pensar en ti y solo en ti.

Ahora comprendo que lo que una vez me dijiste era verdad. Cuando todo se complica, solo se necesita de un día para cambiarlo y así fue con nosotros. Así lo hiciste para mí.

Siempre lo hacías así. Y te amaba por eso.

Había despertado con la luz del sol en la cara cierta mañana. No podía creer que lo habías vuelto a hacer otra vez, Senku, una vez más volviste a dejar las cortinas abiertas.

— hora de levantarse, Leona. — y el tono de tu voz al jugar con mi cabello te delataba. Lo hacías apropósito. Una vez más.

Bastardo, aun no entiendo porque empezaste a tener ese hábito de repente, quería dormir bien al menos los fines de semana después de trabajar mucho, me lo merecía.

— Senku, la luz — bufé antes de taparme con las sábanas para ocultarme del sol. Despertar temprano era algo molesto después de tener una semana algo atareada.

— Kohaku — pero no te importó y me abrazaste incluso envuelta con la sabana - ¿Qué te parece si tenemos una cita hoy?

— ¿una cita? — te pregunté al quitarme la sabana de la cara y mirarte con algo de sorpresa. ¿Por qué tan de repente?

Es que Senku, no podía creer que querías que vayamos a una cita aun compartiendo la casa y cenando juntos todos los días. Pará mi sonaba algo ilógico, si, así como tú lo dirías.

— ¿no lo olvidaste, cierto? — pero eras insistente — Quedamos en pasar más tiempo juntos. ¿No crees que no me estas poniendo mucha atención últimamente?

Cuando vi tu rostro algo decepcionado solo pude pensar en algo «Tan lindo». A veces no sé cómo lo hacías, pero tu reclamo de atención que, aunque para ser tú era muy sutil, era demasiado para mi corazón. Tan lindo. Definitivamente adoraba ser la única en conocer esa parte tuya.

Fue por eso que cada vez que hacías eso, te besaba sin previo aviso. No me culpes por eso, Senku. Probablemente también lo sabias. Te encantaba que lo hiciera, te encantaba que te besara porque de esa manera me tenías nuevamente recostada sobre tu pecho, muy cerca de ti.

— está bien, tengamos una cita — y como siempre terminaba aceptando tu solicitud.

Tuvimos muchas citas gracias a eso.

Recuerdo aún las veces que solíamos caminar juntos por la ciudad por la noche después del trabajo, si, aquel tiempo en el que el auto estaba en su tiempo de mantenimiento. Me sostenías la mano sin importar las miradas de los demás, eso me avergonzaba un poco, pero era lindo saber que también lo apreciabas tanto como yo.

— ¿está todo bien, Kohaku? — me preguntaste al verme que trataba de ocultar mi rostro con mi otra mano.

— esto... ¿No crees que esto es demasiado, Senku? - estaba apenada —Te dije que no era necesario.

El Chico Que Una Vez Me Amó Where stories live. Discover now