Cap. 11

219 14 10
                                    

-(Preocupada) Ay no, ay no.
-¡Aura Maria despierte!

Después de unas cuantas palmadas en el rostro Aura Maria volvió en sí.

-Aura María ¿Está bien?.
-Este... Sí, ¡SÍ!; solo que, señor Armando, no puedo aceptar ese dinero, claro que me ayudaría con los gastos de mi chamaquito pero no está bien, sería como un "soborno".
Ustedes quédense tranquilos que todo se queda en esta oficina; soy UNA TUMBA.

Betty y Armando cruzan miradas no muy convencidos.

-Bueno como usted guste, no voy a obligarla...
Pero puede que haya algún "fallo" en el conteo de números de la próxima nómina (guiña a Betty y ésta capta la señal) y por algún "error" muuuyy raro pueda que el suyo sea mayor de lo esperado...
-Sí... ¡ah! sí ¡sí!, pueda que haya un pequeño error en el próximo pago... Solo por esta vez.
-¡Bueno! Viéndolo así, esa no sería culpa mía, si no de la e-m-p-r-e-s-a.
-Exactamente.
-Bueno, en ese caso (se pone de pie) regresaré a la recepción, para ganarme mi sueldito con el sudor de mi frente.

Aura María sale de la oficina de Betty y la pareja respira aliviada. Pero Aura Maria regresa.
Pegan un brinquito por su inesperado regreso.

-¡Ah! Una última cosita.
-Sí dígame, en qué podemos ayudarle.
-(Risa nerviosa y coqueta) ¿Ustedes ya?... Gaarrrr -hace un ademán de garras con las manos-.

Armando abre los ojos sorprendido por la pregunta tan íntima eh inesperada, quedándose en shock apuntando levemente con sus dedos índices a la dirección de Aura María; mientras que una muy sonrojada Betty, frustrada y nerviosa echa a la recepcionista de su oficina.

La pareja regresa cada uno a su lugar de trabajo, ella realmente molesta por lo ocurrido y él preocupado por Betty, además de un poco frustrado por la interrupción en medio de la batalla para su soldadito.

Más tarde, Armando va en dirección a la oficina de Ricardo.

-¿What's up bro? ¿Por qué traes esa cara? ¡Ya sé! La gárgola intento convertirte en piedra con su mirada seductora y miope.
-BASTA, AHORA NO ESTOY PARA TUS ESTUPIDECES, creo que ahora sí metimos la pata.
-Wuo wuo, cálmate y explicate mejor, ¿Qué fue lo que pasó?
-Pues estaba con Betty en su oficina y no sé... Nos estábamos besando hasta que... Aura María entró...
-¿WHAT? Bro esto es VERY SERIOUS, Armando ¿te das cuenta de lo grave de esto? ¿Lo peligroso que puede ser una secretaria metiche? DE ESO VIVEN, se alimentan de lo ajeno y lo difunden por toda la oficina.
-No, no, NO, ya lo tengo controlado. Betty y yo hablamos sería mente con ella y le explicamos lo que podría suceder si esto salía a la luz, pondría en juego su trabajo junto con el de sus amigas.
-Bueno, y supongo que también la sobornaste.
-Pues sí...
-Perfecto, el rebaño está controlado, no hay de qué preocuparse -da una vuelta de 360° en su silla-.
-Eso no es todo... Betty no quiere ni verme en pintura, está muy molesta por lo que sucedió, ¿Y sí piensa que eso fue una trampa para que la descubran? (preocupado) ¡¿Y si ya no confía en mí?!
-Tranquilo Bro, no hay nada que a una mujer... Bueno... Lo que sea que sea Betty (Armando voltea los ojos), se resista. Y eso es a un hombre como tú (apuntándole con un dedo) ...  -Procede a acomodarle su corbata y su traje- y un paquete romántico en uno de los mejores hoteles.
-(Incrédulo y emocionado) ¿QUÉ? (Voltea a los lados para ver si hay "bandera verde" para continuar emocionándose)
-Pero eso sí, muy importante, de vista baja entre nuestro círculo social.
-(Sonríe de lado, tratando de ocultar su emoción) Excelente idea Ricardo, pero ¿y Marcela?
-Tu no te preocupes, hoy habrá un cóctel y la vigilaré muy de cerca.

Mientras tanto, en la penumbra y a un costado de la puerta de la oficina de Calderón, una Marcela envuelta en rabia logró oír los dos últimos diálogos de ambos cómplices...

-(Para sí misma) A mi no me vas a ver la cara de estúpida, Armando. ¡No más! Esto se termina aquí.

Betty En NYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora