Xiao Zhan es un respetado doctor de 30 años es muy respetuoso con sus pacientes , alegre y lleno de vida , caracterizado por su hermosa sonrisa y dulce voz , teniendo muchos pretendientes a su alrededor no acepta ninguno de ellos por malas experienc...
―Deja de molestar, ya me decidí― guardo su casco en un maletín junto con su traje
Yu Bin se puso frente al castaño impidiéndole el paso.
―Hermano, esta es la última oportunidad― suspiro al ver que Yibo estaba decidido― bien, ya hice todo lo que pude, yo no hago milagros
El castaño solo le dirigió una sonrisa ladina y salió rumbo al lugar donde correría.
Yu Bin saco su celular y marco el número de la persona que si podía hacer un milagro.
―Hola
―No funciono ¿pudo obtener su permiso?
―Sí, justo ahora estoy saliendo
―Bien, paso en veinte minutos
―Está bien
Corto la llamada, mientras Yu Bin subía a su auto rumbo al hospital donde trabajaba el novio de su mejor amigo.
Mientras Zhan esperaba con impaciencia al menor, rogando a todos los dioses existentes y por existir no llegar tarde.
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―¿Estás nervioso?― pregunto un chico de cabellos negros
―Si un poco, pero nada que no pueda soportar.
Yibo observo al chico, tenía piel blanca, ojos negros al igual que su cabello y una sonrisa un poco maliciosa. Mirándolo bien le recordaba a cierto conejito que lo traía loco, pero recordando las facciones de su novio, negó con la cabeza y se dijo así mismo que Zhan era más lindo y adorable.
Recordó que a ese chico solo lo había visto pocas veces así que por eso no sabía su nombre.
―¿Cómo te llamas?
El pelinegro volteo a verlo.
―Xue Yang―sonrió
―Es un placer―Yibo extendió una mano para saludarlo
―El placer es todo mío―correspondió el saludo
Xue Yang había conseguido ingresar al equipo de mecánicos de Yibo, hace como un mes aproximadamente, no por voluntad propia, claro que no, fue por petición de una persona desquiciada y lunática como él lo creía. Él le debía un favor a esa chica que casi no conoce y odiaba que ella se cobrara el favor haciéndolo hacer cosas que no quería, pero deuda era deuda y tenía que pagar.
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