Capítulo 8

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Mi pierna palpitaba con el dolor insoportable y cuando la toqué, llené de sangre mis dedos.

Tenía una visión borrosa, pero podía ver a Angie cerniéndose sobre mí, tratando de ayudar lo mejor que podía. Se notaba por sus expresiones que estaba molesta con el giro de los acontecimientos y estaba desesperada por ayudarme.

Quería gritarle ya que ella era la razón por la que me quedé atrapada aquí en primer lugar.

Si no me hubiera seguido, ya habría cruzado el lago y habría tomado un autobús.

Marco había colocado las trampas aquí a propósito para que cualquier miembro del personal que decidiera abandonar la propiedad no pudiera hacerlo y yo caí directamente en ella.

Debería haber sabido que escapar de aquí no sería tan fácil.

¿En qué me he metido?

¿Qué quería esta retorcida familia de mí?

- Angie, hazte a un lado - le ordenó Marco, con el rifle colgando de sus hombros. - Lo estás haciendo peor para ella -

- ¡Tú, bastardo enfermo! - le grité.

- Verás bri, te sugiero que controles esa boca tuya. Soy tu jefe y merezco respeto, además, tú eres quien estaba tratando de romper las reglas de esta casa y nuestro contrato cuando te dije específicamente que romper las reglas tiene consecuencias nefastas - dijo en tono tranquilo. - Tenemos trampas en el bosque para los animales salvajes, y debería disculparme por que caíste en una de ellas, desafortunadamente -

Estaba mintiendo entre dientes y lo sabía.

No se arrepentía de nada.

- Greg, llama al Dr. Richards y dile que revise a la Srta. Dominguez en su habitación -

Greg, otro de los sirvientes de la casa, se acercó a recogerme y fue entonces cuando noté cómo cojeaba un poco con su pie derecho.

Marco levantó la mano para evitar que se me acercara. - No he terminado de hablar con ella -

Greg se detuvo donde estaba y se quedó allí con una expresión solemne en su rostro, como si se hubiera acostumbrado a ver a los empleados atrapados en trampas para animales.
Parecía que Greg había visto muchas otras cosas y había aprendido a ser insensible a todo.

- Señor, encontramos su bolso - dijo Winston.

Marco se lo arrebató de la mano. - Pero, ¿qué tenemos aquí? - preguntó bromeando y luego abrió la bolsa de lona y vació su contenido en el suelo.

Los sándwiches, las bebidas y los bocadillos se cayeron junto con mis pertenencias personales.

Marco se rió. - De todo lo que pudiste robar, ¿esto es todo en lo que podrías pensar? Bri, el par de zapatos que Carla te dio el otro día cuesta más de mil dólares. Podrías haber tomado esos en su lugar -
Me dio la sonrisa del chico coqueteando, la misma que había confundido con encantadora la primera vez que lo conocí. - Pero amo a la gente honesta, y esa es la razón por la que te contraté ese día -

- Por favor déjame ir - lloré. - ¿Que quieres de mi? -

Marco se inclinó y tomó mi barbilla hacia arriba para mirarme, sus ojos Verdes que pensé alguna vez eran bonitos, ahora parecían vacíos y desprovistos de humanidad.

En ese momento, supe que era capaz de cometer males peores.

En un tono peligrosamente bajo, dijo. - Pronto descubrirás lo que realmente quiero de ti, Bri -

Probablemente me usaría para algo sexual.

Estaba tan segura.

Era un depredador, como mi tío.

Blind Mind (Terminada)Where stories live. Discover now