Capítulo 39

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Parpadeé, tratando de ajustar mi visión en la oscuridad.

Ya estaba completamente despierta, y Marco se quedó allí, apuntándome a mí y a Angie.

- Deja de albergar ilusiones de que no dispararé porque lo haré -

- ¿Por qué estás haciendo esto? - Yo pregunté.

Antes de que pudiera comprender lo que estaba pasando, me agarró del brazo y me obligó a salir de la cama, tirando de mí contra él. Grité y me sacudí, pero él me tenía agarrada, el arma ahora se clavaba en mi mandíbula.

No se podía saber lo que estaba pensando Angie. Su rostro estaba en blanco, parecía resignada y cansada. Con calma, dijo. - Baja el arma, Marco, y déjala ir -

- ¿Qué dijiste antes de ese accidente, Angie? Oh, claro, lo recuerdo. ¡Dijiste que me arruinarías! ¡A mí! ¡Marco Velasco! ¡Eres una idiota! ¿Cómo se siente esto? -

- No seas estúpido - Angie dijo en una voz peligrosamente baja. - Si bajas el arma, te prometo que podemos olvidar esta retorcida venganza. Me iré de la ciudad si quieres. Puedes tener todo esto. Solo... déjala ir -

- ¡Vete a la mierda! - Escupió Marco, y se rió entre dientes. - Ella viene conmigo -

Me empujó hacia la puerta a la fuerza, casi haciéndome tropezar contra el piso alfombrado.

Mi corazón martillaba contra mi pecho.

Esto es todo...

Así es como finalmente va a terminar...

Me apuntó con el arma al cuello. - No intentes actuar de manera inteligente, Brisa, o dispararé y tu cerebro pintará estas paredes y yo realmente no quiero hacer eso. Los papeles tapiz son malditamente caros -

- ¡Estoy caminando! ¡Deja de golpearme! - le grité.

Una silueta era visible en el nivel superior del piso.

Miré hacia arriba el tiempo suficiente para vislumbrar a Carla.

- ¡Marco! ¡Detente! - gritó desde arriba. - ¡Suéltala! He hablado con...

- ¡Carla, quédate ahí! ¡No bajes o te juro que la mataré en este mismo segundo! -

Ella estaba arrodillada contra la barandilla en el piso, mirándonos con una expresión asustada.

No pude ver nada porque íbamos más abajo.

- Marco, por favor... - dijo impotente.

Lucia se había materializado en el suelo con su pijama con estampado de osos. Vió a su hermano apuntándome con el arma. El miedo estaba claro en su rostro.

- ¿A dónde llevas a Bri? - preguntó en voz baja.

- ¡Vete a la cama, Lucia! - dijo Marco.

- No te la lleves... - su voz vaciló.

¿Lucia iba a llorar? Nunca pensé que la mocosa lloraría por mí.

Angie estaba justo detrás de mí, siguiendo a Marco mientras nos arrastraba fuera de la mansión como un par de ratas de cocina.

Empecé a recordar todo lo que condujo a este momento.

Huir de la casa de mi tío, aceptar el trabajo y casarme con Angie.

Las lágrimas comenzaban a acumularse en mis ojos cuando me di cuenta de que todo era en vano. Toda esa planificación y Angie recuperando sus recuerdos habían llevado a Marco finalmente a perder la cordura.

Blind Mind (Terminada)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang