| CAPÍTULO 5 |

1K 65 4
                                    

– ¡Bomba va! – gritó Carola antes de tirarse a la piscina, salpicando a todos los presentes.

– ¡Idiota! – gritó Daniela – no quería mojarme el pelo.

– Mi pelo, tíos – se burló el gallego para después darle un abrazo.

– Que shippeo ganará, ¿Karchez con Laia o Carola con Laia? – dijo Axo mientras miraba su móvil sentando en la orilla de la piscina.

– Axo, deja el móvil y ven a bañarte con nosotros – invitó Karchez.

Laia empujó levemente a Daniela contra Karchez, haciendo que la de ojos verdosos chocase contra la espalda de él.

– Perdón, todo es culpa de Laia – se disculpó.

– ¿Mía? – preguntó la joven como que la cosa no iba con ella.

– Pero si Laia ha estado todo el rato a mi lado – apoyó Carola pasando uno de sus brazos por encima de los hombros de ella.

Laia levantó la cabeza para poder mirar esos ojos que tanto le gustaban, una sonrisa apareció en sus labios, al igual que en los de Carola.

– ¡La foto perfecta! – gritó Axozer con emoción.

– ¿En algún momento dejaras de shippear? – preguntó Laia sin quitar la sonrisa.

– Mucho le pides – opinó Karchez.

Laia salió de la piscina, Carola la seguía con la mirada, la joven le había llamado bastante la atención, pero no quería incomodarla con ninguno de sus atrevidos comentarios.

La castaña cogió una pelota que Karchez se había encargado de traer y la lanzó a la piscina, dándole en la cabeza al último mencionado.

– Lo siento – se disculpó sin parar de reír.

– ¿Por la noche os apetece ver una película? – preguntó Axozer.

– Si, ¿por qué no? – contestó Laia.

– ¿Os apetece dar un paseo por aquí cerca? – preguntó ahora Daniela.

– Venga va, nos damos una ducha y vamos a dar un paseo – opinó Karchez saliendo de la piscina – ¿me pasas la toalla? – dirigió su mirada a Laia.

– Claro – asintió y le acercó la toalla.

– Laia, ayúdame a salir – pidió el gallego.

– Si claro, para que me tires, ¿no? – habló la asturiana con una sonrisa.

– Venga, por favor, no te voy a tirar – hizo un puchero.

La castaña se acercó a la piscina, aceptando la mano de Carola, pero en menos de cinco segundos, ella estaba en la piscina con el gallego riendo a carcajadas.

– ¡No sé por qué me fio de ti! – dijo dándole un golpe en el brazo.

– Venga pequeña, deja de quejarte, vamos a ir con los demás.

Laia no se había dado cuenta de que estaban solos, los demás ya habían entrado en la casa, dejándoles a ambos en la piscina.

Los jóvenes salieron, tapándose con las toallas, entraron en la casa y se dirigieron a la habitación, allí estaban Karchez y Daniela.

– Axozer se está duchando en este baño, yo me voy al otro – informó Karchez.

– Perfecto, yo me pido la siguiente – levantó Laia la mano.

– Voy a hacer una llamada, vuelvo en un rato – dijo Daniela saliendo de la habitación con el móvil en su mano.

– ¿Y ahora que hacemos? – preguntó Carola al ver que habían vuelto a quedarse solos.

– ¿Hacemos un directo en Instagram? – preguntó Laia sacando su móvil.

– Dale.

Todos los espectadores estaban encantados con la buena relación que demostraban tener esos dos jóvenes.

Estaban felices de poder ver a dos de sus streamers favoritos juntos, y además, pasándoselo en grande.

El directo estuvo lleno de preguntas, las cuales eran respondidas por ambos, todas las que eran dignas para responder, claro estaba.

– El más guapo de aquí ya ha terminado de ducharse.

Laia le hizo un gesto a Axozer para que no se moviese más, no quería que se filtrara nada, cosa que el más joven agradeció.

Los espectadores estallaron cuando escucharon la voz de Axozer, era bastante aclamado y querido, cosa que hacía feliz a Laia.

– Me voy a duchar – avisó la castaña – gracias por haber estado por aquí, chicos – agradeció a todas las personas.

(...)

Los jóvenes ya se encontraban caminando, Daniela estaba fascinada con lo bonito que se veía todo, habían llegado a una explanada, la hierba se movía al compás del aire, dándole un toque relajante.

– ¡Me encanta! – gritó ella comenzando a correr.

A ella se le unió Axo, quien comenzó a correr como un niño pequeño, Laia les miraba con una gran sonrisa, si no estuviese tan agotada estaría como ellos, corriendo como si fuese una niña sin ningún tipo de preocupación.

– ¡Alegra más esa cara!

Esas fueron las últimas palabras que escucho Laia antes de encontrarse subida al hombro de Karchez, parecía un saco de patatas.

– ¡Karchez bajame! – se quejó la chica entre risas – Carola, ayúdame.

El gallego sólo negaba la cabeza con una pequeña sonrisa dibujada en sus labios, la castaña extendió sus brazos para llamar más la atención de Carola, quería que le ayudase, pero parece que el gallego estaba disfrutando de la imagen.

– ¡Karchez bajame ya! – repitió.

– Te voy a bajar porque me das pena – dijo dejando a la chica en el suelo.

– Quedras decir porque estas agotado – se burló ella.

– ¿Quieres que te dé otra vuelta?

– No hace falta – negó frenéticamente la joven.

La asturiana se acercó al gallego, rodeando el torso de él con sus brazos, Carola aceptó el abrazo, quedándose así por un rato.

Los dos parecían encontrar la paz en el otro, parecía que sí estaban juntos no necesitaban nada más, con tan sólo una mirada podían entenderse, habían conectado muy bien desde un principio, pero ahora parece que su amistad había crecido a pasos agigantados.

– ¿Dónde estarán aquellos dos? – preguntó Laia aún pegada a Carola.

– Por ahí vienen – señaló Karchez.

– Ojalá nunca se acabe este fin de semana... – deseó Laia.

Y es que ninguno de los cinco quería dejar pasar estos días, querían que fueran eternos, sabían que después de esto, muy probablemente, tardarían mucho en volver a juntarse.

[…]

Hola a todos!!

Me gustaría saber que opináis de la historia hasta el momento.

Si queréis aportar alguna idea, son bien recibidas!!

Muchas gracias por el apoyo <3

Siempre serás tú Where stories live. Discover now