Definitivamente

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Advertencia: Smut🔥 Cuiden sus hermosos rostros

Melissa Pov

Besaba cada parte de su cuerpo con devoción, su piel cálida me llamaba a tocarla, a besarla y el que ella jadeara mi nombre me prendía mucho más. Nunca pensé que estaría tan excitada como hoy, es como si un fuego que estaba apenas encendido antes, hoy está más prendido que nunca. 

Pasaba mis manos por su cuerpo, recorriendo toda su anatomía, las yemas de mis dedos tocaban su suave y caliente piel, a veces apretaba logrando sacarle un jadeo a mi novia. El deseo que tengo por ella, ahora es necesidad. Necesidad de tocar su cuerpo, necesidad de hundirme en su centro y saborear todo lo que ella me daba, necesidad de que gimiera mi nombre y que cada vez que me vea le tiemblen las piernas recordando todo lo que le hice. 

Estando encima de ella, besaba sus dulces labios con vehemencia y posesión, tomando entre mis dientes su labio inferior jalándolo logrando sacar un jadeo de su parte. Hice que se levantara para sacar su brazier y lo lancé lejos sin importarme donde cayó ya que mi atención estaba en los hermosos pechos de mi amada que me llamaban, suplicaban que los bese y les de cariño. 

No me hice del rogar y bajando con besos húmedos llegué hasta su seno derecho y comencé a besarlo, tomando su ya erecto pezón entre mis labios succionándolo y dejando pequeñas mordidas. Mi mano jugaba con el otro. Mi amada curvaba su espalda lo más que podía, que en un acto de crueldad, asomé mi rodilla a su húmeda entrepierna. La presioné un poco y ella jadeó en sorpresa

-- Por favor... -- suplicó mi novia en un susurro. Solo atiné a seguirla torturando con mi rodilla en su centro y mientras seguía divirtiéndome con sus ricos pechos. 

Volví a bajar causando un jadeo de queja en mi chica ante mi separación pero eso no duró mucho ya que me miraba atenta mientras yo me acomodaba entre sus piernas y las colocaba encima de mis hombros dándome una imagen perfecta de su centro aún cubierto por sus bragas las cuales las tomé con mi boca y se las saqué con lentitud ganándome otros quejidos de mi novia. 

-- Tranquila, amor... no te desesperes -- me volví a acomodar y relamí mis labios ante la hermosa vista de su entrepierna muy húmeda. Acerqué mi cabeza y con la punta de mi lengua la recorrí de arriba a abajo completamente 

-- Mmm.. Mel -- la escuché gemir y sonreí siguiendo en lo mío. Volví a hacer lo mismo pero colocando más presión en sus puntos débiles. La conocía de pies a cabeza que sabía que es lo que le provocaba más placer y que no. Succioné y mordisqueé sus pliegues durante largos segundos. Sus piernas se cerraban y su mano se enredó en mi cabello presionándome más a ella pero la tomé e hice que pusiera sus manos a cada lado de su cuerpo

-- Si las mueves, te castigo --- dije mirándola y ella asintió. Volví a lo mío pero esta vez me ensañé con su clítoris hinchado que sobresalía de sus pliegues. Lo succioné un poco haciendo que mi novia volviera a arquear la espalda. 

Seguí en eso, entre succiones, mordidas y tentando su pequeña cavidad con la lengua que mi novia comenzó a tener espasmos y sus piernas se cerraron sobre mi cabeza

-- Oh, Mel... -- se corrió dándome a probar todos sus fluidos. Me separé de ella levantándome -- ¿A dónde vas? -- no respondí. Fui hacia el armario y de ahí saqué mis nuevas adquisiciones. Me acerqué a la cama colocándome a horcajadas de mi novia quien sonrió al ver el arnés que me había puesto segundos atrás -- Amor... ¿estás segura que es para ti? -- la miré entrecerrando los ojos

-- No digas nada -- ordené demandante. Tomé una de sus manos y la esposé a la cama, hice lo mismo con la otra. Ahora ella estaba completamente dispuesta a mi. 

-- Mel, ya deja la broma -- la miré seria. Tomé el lubricante abriéndolo y echándole una buena cantidad al pene de plástico. Me colé entre sus piernas las cuales intentó cerrar pero con gran habilidad de mi parte las coloqué sobre mis hombros dándome más accesibilidad. 

-- Vuelve a decir algo más y te follaré hasta que desmayes -- la reté. Aún así ella me miró con la ceja alzada y mirándome burlonamente

-- Como si pudieras... Hija de pu...¡Ahh, Melissa! -- entré de una sola estocada en ella sin darle tiempo a nada y me moví frenéticamente de adentro a afuera mientras que me tumbaba encima para besar su cuello. -- ¡Melissa! -- daba estocadas más duras sin ser piadosa con ella. Mordí levemente su cuello para succionarlo dejando una marca en él. Bajé con besos húmedos por sus pechos y me entretuve jugando con ellos mientras ella gritaba y gemía de placer. Bajé mi mano hasta su centro para masturbarla y ella se retorcía de placer entre mis brazos. 

-- ¿Que no iba a poder decías? -- dije en su oído y volví a bajar hasta sus pechos nuevamente ensañándome con ellos

-- Mel, me voy a correr -- jadeaba. Sonreí maliciosa y aumenté la velocidad de mi mano junto con las embestidas -- ¡Oh mierda! ¡Melissa! -- su cuerpo tembló y volvió a acostarse en la cama con la respiración agitada. Me salí de ella -- Ya tuviste tu turno -- le saqué las dos esposas pero cuando ella estaba a punto de sacarme el arnés la volteé tomando su trasero y entré nuevamente en ella -- ¡Melissa! ¡Estoy sensible! -- reí internamente. Embestía fuertemente contra su cuerpo mientras mis manos se apretaban en sus caderas ya que el arnés que me había puesto, me daba vibraciones a mi. Sentía cerca mi orgasmo. -- ¡Mel, voy a llegar de nuevo! ¡Mel, oh si! -- se volvió a correr cayendo en la cama y yo con ella ya que yo también me había venido -- Eso estuvo fantástico

-- Definitivamente -- me saqué el arnés y nos abrazamos estando desnudas mientras las finas sábanas nos tapaban. Me recosté sobre su pecho

-- Y definitivamente debería ser mi turno la próxima rubia -- reí asintiendo 

-- Me duelen las piernas y mi cadera -- hice puchero

-- Pues claro amor, no estás acostumbrada a ser la activa -- le di un leve golpe -- Pero no te preocupes, si me diste ricos orgasmos y creo que amaneceré con un dolor terrible pero no me importa -- se encoge de hombros -- Es que si me golpeas yo te pido perdón --  las dos reímos --Te amo -- nos besamos castamente

-- Y yo a ti --finalmente caímos en brazos de Morfeo



Espero que les haya gustado este cap. Disculpen la demora en subirlo. Y aquí tienen, posible silla de ruedas para Rayis?

SOY DIFERENTE - MELISSA BENOIST Y TUWhere stories live. Discover now