EXTRA 1

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Nunca había explorado el bosque de noche. Las únicas veces en las que estuve dentro de él, todo se encontraba iluminado por la luz del sola haciendo que viera un poco mejor. Pero ahora, caminando casi a ciegas no era como había pensado pasar mi noche.

Pero era Luna llena y mis lobos estaban fuera. Y aunque no podía ver nada estaba siendo guiada por uno de ellos, pues mi mano se sostenía de su pelaje y mientras, otro de ellos me flanqueaba del otro lado evitando que nada malo me pasara.

Mi boda había sido hace unas cuantas semanas y no había puesto un pie fuera de nuestra casa. Mis lobos solo habían prestado atención a mi cuerpo y nada más follándome de todas las formas posibles, apoderándose de mi cuerpo una y otra vez hasta que me convertía en un desastre.

Y no me había quejado en lo absoluto, me había encantado tenerlos dentro de mí hasta que mi cuerpo rogó porque se detuvieran. Pero ese día en particular no podía ser tomada por ellos. Y en ese momento quise haber sido una mujer loba, ahora mismo estaríamos follando en nuestras versiones animales, pero claramente no lo era.

Y aunque ellos habían asegurado que me querían tal y como era, yo me sentía medianamente inútil mientras pasaba el efecto de la luna llena sobre ellos.

Solo duraba unas pocas horas y habían pasado muchas de ellas por el momento.

Estaba ansiosa porque terminara y según sabia, para cuando llegáramos al claro al que me llevaban, podría tener a mis hombres devuelta. Pero mientras tanto me deleitaba en reconfortar sus partes animales, tocando su pelaje, escuchando sus aullidos, sintiendo sus lamidas juguetonas en mi cara.

Cuando el claro se hizo visible para mí suspiré aliviada. Habíamos estado dirigiéndonos a un lago a un par de kilómetros lejos de casa y yo había decidido caminar descalza.

Gracias a dios la tierra no estaba blanda, pero tampoco había piedras que me atormentaran las plantas de mis pies.

Al llegar salté hacia adelante y corrí hacia el agua mientras quitaba el vestido por mi cabeza. El lugar era hermoso, lleno de vida, ya que las plantas neón resplandecían con la luz de la luna y pude observar muchas de ellas en el fondo del lago gracias a lo cristalino del agua.

Con una sonrisa completa me desnudé y me lancé al agua para sentir su frialdad mojando mi piel.

Era tan feliz y nunca creí que este día llegaría. Había ansiado demasiado poder tener un destello de felicidad y ahora que tenía a mi madre sana y a estos hombres como mis esposos, la felicidad era completa e indescriptible.

—Ven aquí, Jade —escuché que gritó uno de ellos y al darme la vuelta los contemplé totalmente desnudos, en sus formas humanas.

Los tatuajes que pintaban sus pieles se podían apreciar en tonos más oscuros gracias a la luz de la luna y mis labios se entreabrieron al saber que nos uniríamos bajo la luz de la luna.

En consecuencia, mi piel se erizó y una sonrisa surcó mis labios mientras salía del agua lentamente. Mi cuerpo fue siendo más visible a medida que salía y podía ver como sus miembros se colocaban erectos únicamente para mí.

Ellos eran míos y yo era suya hasta el último de nuestros días.

Quería todo con esos hombres, quería despertar cada mañana y verlos a ellos, cuando fuera a dormir quería tenerlos alrededor de mí como había sucedido en las últimas semanas, pero también quería llevar dentro de mí a sus hijos, criaturas que podrían parecerse a ellos o a mí, no importaba, simplemente lo quería todo. Y con esa resolución salí del agua para detenerme en frente de ellos y dejarle saber que quería un bebe que fuera de los cuatro.

Demonios, probablemente me follarían hasta que lo consiguieran y no me importaría que poseyeran mi cuerpo una y otra vez si me daban aquello que ahora ansiaba en desmedida. 

Jade (Segunda Parte)Where stories live. Discover now