10. Unhappy

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Con cada día que iba pasando su mirada se iba volviendo más y más opaca

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Con cada día que iba pasando su mirada se iba volviendo más y más opaca. 

Los días han estado grises, razón por la que intenta responsabilizarlos del humor decaído que ha ido arrastrando durante el último tiempo, sin embargo, internamente sabe muy bien que no se debe a algo tan superficial como eso.

Hay algo mal con él, cada vez puede sentirlo más palpable y evidente.

Esto poco a poco se ha ido manifestando en diversas formas, como desatención, insomnio, ansiedad, un constante estado de alerta que lo mantiene cansado y que intenta ocultar tras un corrector en maquillaje, camuflando las ojeras para esbozar sonrisas sin sentido que logren tranquilizar a su entorno, una parte de su excelente actuación.

Es como una muñeca de porcelana trizada internamente, con una bella sonrisa dibujada en sus finos y delicados labios, que lentamente va agrietándose al punto de ser insostenible y desmoronarse.

Su mirada se eleva hasta el cielo para perderse en la noche estrellada, en donde hermosas luces titilantes captan su atención pero no llegan a emocionarlo como antaño.

"Solo son satélites"

Ríe al recordar su inocencia años atrás y buscar tanta esperanza entre pequeñas lucecitas rodeadas por una oscuridad abismal.

"Y las que no lo son ya están muertas"

Se sorprende de sí mismo por tener esa clase de pensamientos. Diez años atrás se hubiese obligado a callar e insistir en la esperanza que emana de un pequeño rastro de luz.

Pero ha perseguido pequeños rastros de luz durante tanto tiempo que ya está agotado y enfermo de eso.

Exhala un suspiro agotado antes de alzar un poco sus rodillas sobre el escalón de la escalinata en la cual se encuentra sentado, buscando ocultar su rostro entre sus muslos para darse un cobijo que no obtiene a pesar de la posición.

¿Cuál es el sentido de todo eso? ¿Por qué sigue ahí? ¿No estaba ya cumplido su propósito?

¿Qué es lo que realmente quiere?

No lo sabe con precisión, pero entiende que hay algo que le comienza a hacer falta y que no ha podido llenar durante años de intentarlo. Le desespera no entender de qué rayos se trata, quiere descansar, está agotado y su mente ya no da más.

Felicidad —Musita en un murmullo apenas audible.

Es cierto, todo comenzó con el propósito de salvar una vida.

Luego no fue solo una vida, fueron varias vidas que se fueron sumando como un mantra en su mente.

Y entonces su codicia aumentó como la espuma, llegando al punto de desear que todos ellos fuesen felices. 

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