La hija de la luz y la oscuridad.
Aquella con el don de la destrucción y la vida.
Hija de la Luna Maldita, nacida bajo el lecho de la muerte.
Traerá horror y muerte en el Otro Lado, pozo oscuro.
La gloria llevará sus manos en la gran batalla.
...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
——————— Chapter 001: Solsticio. ———————
-Venga Lyn.- Me susurra alguien moviéndome de un lado a otro.
-No, déjame dormir un rato más.- Bufo y grito cuando siento agua helada en mi rostro.- ¡Nea!
-¡Llegamos tarde!
-¿A dónde?- Murmuro medio adormilada, sentándome en el colchón con una mueca.
-¡Es la fiesta del solsticio de verano!- Vuelve a empujarme y yo bufo.
-Ni si quiera tenemos ropa que ponernos, vivimos literalmente con un colchón en medio del bosque.- Bufo.
-Por eso conjurarás lindos vestidos con estas ramas.- Me tira dos ramas y yo frunzo el ceño.- Bueno, y tendrás que hacer que nuestras orejas sean puntiagudas, como los demás aquí.
-¿Por qué si quiera quieres ir?
-A lo mejor así sabremos donde estamos.- Murmura ella sentandose a mi lado.- Tal vez descubrimos dónde nos ha enviado tu abuela.
Frunzo el ceño sabiendo que tiene razón, han pasado algunas semanas y aún no sabemos porque estamos aquí, ni donde es aquí.
-Bien.- Suspiro, y conociéndola solo estaría revoloteando a mi alrededor con su energía desbordante hasta que aceptara.
Con un movimiento hago que una de las ramas se convierta en un largo vestido verde con sus hombros descubiertos y los tirantes alrededor de sus brazos, un cinturón dorado que acentúa su cintura y una joya rubí en el centro. Agarro una piedra para usarlo de tacones también verdes con la suela blanca.
-Listo.- Ella asiente con alegría poniéndose el vestido con rapidez, dejando ver que le queda perfecto.
Agarrando otra piedra, la conjuro para que sea algunas joyas y se las paso a mi amiga.- Nunca había tenido algo tan bonito.
Murmuro algunas cosas por lo bajo mientras me coloco mi propio vestido, uno rojo de tirantes con una abertura que llega casi a mi ombligo dejando a la vista la curvatura de mis pechos. Es apretado hasta la cintura y cae suavemente con una rasgadura en mi pierna derecha dejándola expuesta. En mis pies infundo unos simples tacones rojos con la suela verde y adorno mi cuello con algunos collares.
Dejo mi largo cabello blanco suelto hasta mi cadera y agarro dos mechones largos y lo impulso hacia atrás, colocando un arreglo con forma de serpiente como pinza para que no caiga.
-Pareces una princesa.- Me codea Nea empujándome hacia algún lugar, y ni si quiera preguntaré como es que sabe hacia donde ir.
