CAPÍTULO 5 (UN DÍA DE LOCOS)

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MARTES 21 SEPTIEMBRE

Al día siguiente, después de todo el jaleo que hubo con el ladrón y la explicación sobre por qué la puerta estaba en el suelo, Yumei no quería saber nada más y se había ido a dormir temprano, más de lo normal.

Así que, al sonar la alarma, ella gruñó liberalmente, estaba agotada por el lío generado ayer y no le apetecía ir a clases. Lo bueno es que era viernes.

Se levantó e hizo la misma rutina de siempre, se fue al baño a asearse y al salir, buscó ropa cómoda que ponerse mientras se peinaba el pelo mojado, luego se puso los zapatos blancos y recogió su mochila.

Ella miró a Bruni y con la mirada le indicó que entrará en la mochila, el asintió con su pequeña cabezota y entró en seguida a ella, Yumei cerró la cremallera y se la puso a la espalda.

En eso se dio cuenta del peso en su muñeca derecha, miró hacia ella y su mirada se encontró con un reloj casi transparente, lo cual era muy raro por qué ella no usaba reloj y este ni siquiera mostraba la hora.

Ella pulsó la pantalla digital del objeto y se mostró la hora, eran las 7:30 a.m., normalmente la hora se iba al cabo de unos segundos, eso era lo único que sabía de estos relojes, pero el suyo parecía que no cumplía esa leí.

Se miró al espejo antes de suspirar, cogió su monopatín y abrió la puerta de su habitación, ella la cerró cuando estuvo ya fuera en el pasillo.

Bajó las escaleras y se dirigió hacia el salón, dejó su mochila allí junto con su monopatín y miró alrededor, su cabeza hizo clic cuando se acordó que se había dejado su chaqueta favorita de cuero negro en su habitación.

Ella volvió a subir, abrió la puerta dejándola de par en par y empezó a buscarla en su armario, cuando la encontró salió de su cuarto y cerró la puerta, mientras bajaba lentamente, vio que no escuchaba ningún ruido en la casa y eso la extrañó.

Volvió a tocar el reloj digital y la hora apareció, eran las 7:47 a.m., cuando está vez la hora desapareció, escuchó las voces de sus hermanos y madre abajo.

Ella frunció el ceño, antes no había escuchado nada y ahora se escuchaban sus voces desde arriba, ¿que es lo que estaba pasando?

Cuando bajó el último escalón se dirigió hasta la cocina está vez y vio a su familia allí, hablando mientras desayunaban. Ella sonrió.

Yumei- Hola familia.

May- Yumei, se que hoy es viernes cariño, pero, ¿que haces aún aquí?

Yumei- No entiendo, Natasha y Peter siguen aquí.

May- Claro, ellos entran más tarde al trabajo, tu aún tienes 18 y tenias que estar en el instituto como hace 10 minutos.

Yumei- ¡¿Que?! ¿Eso significaba que llegaba tarde por primera vez?- Vale, en verdad hoy es un día muy raro, ya me voy.

Mientras hablaba, se cogió una tostada de mantequilla de cacahuete y salió disparada hacia el salón, se puso la mochila a la espalda y agarró el monopatín.

Salió de su casa corriendo a toda prisa, en el camino, dejó caer el monopatín y se subió a el, ella patinó lo más deprisa posible que pudo hasta su escuela.

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Cuando llegó se bajó del monopatín y lo cogió, abrió las puertas y entró, miró a todas partes y se dio cuenta que no había nadie en clases, la campana sonó y vio que muchos salían de sus clases para dirigirse a su siguiente clase, en ese punto, ella recordó que su siguiente clase se encontraba a la otra punta del edificio.

Bueno, se había perdido una clase pero no iba a perder otra. Miró el reloj digital y lo pulsó para ver la hora, cuando los números aparecieron ella se extrañó un montón, la hora que ponía no podía ser, se supone que para este reloj eran las 8:00 y que había llegado temprano, pero era imposible.

Ella se volvió a sorprender al levantar la cabeza y ver que todo el ruido se había detenido, y no solo eso, también se habían detenido las personas.

Yumei pasó por delante de ellos e intentó despertarlos y moverlos, pero nada de eso funcionó.

¡Este día si que era de locos!

A TRAVÉS DEL ESPEJO 1 (COMPLETA) ✔Where stories live. Discover now