CAPÍTULO 22 (ESTO NO PUEDE SER REAL (PARTE 1)

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MARTES (7 DÍAS DESPUÉS)

Yumei se miró al espejo durante más de medio minuto antes de suspirar y sentarse en la cama acariciando a Cosmo y Bruni.

Alguien llamó a la puerta de su cuarto, antes de que pudiera contestar la puerta se abrió y se dejó ver a su madre con un elegante vestido negro.

Se sentó en la cama al lado de Yumei y le cogió la mano que acariciaba a sus mascotas para que la mirará.

Ella alzó la mirada antes de apartarla, segundos después habló casi en un susurro.

Yumei- Lo vi mama.

Su madre alzó también la mirada y la observó durante unos segundos, con su mano cogió su barbilla y la obligó a girar su cabeza para que pudiera verla.

May- ¿Que dijiste?

Yumei- Dije que lo vi mama.

May- ¿A quien Yumei?

Preguntó temiendo que la respuesta fuera quien ella creía que era.

Yumei- A papa, lo vi ese día mama.

Su madre cerró con fuerza sus ojos ante el pensamiento oscuro que pasó por su mente, apretó con más fuerza la mano de su hija y solo se detuvo cuando oyó el leve gemido de dolor de ella.

May- Lo siento.

Yumei- No te preocupes, entiendo que cueste de creer, pero lo vi cuando estaba en esa camilla. Me dijo que no me rindiera, que tenia que cuidar de ti. También dijo que nos echaba de menos, a todos.

Sin saber como reaccionar ante las palabras de su hija, se abalanzó hacia ella y la abrazó fuertemente antes de oír un leve gemido de dolor por su parte debido a su herida en el pecho. Aflojo su agarre sin ningún motivo de alejarse de ella.

May- Perdón.

Ella se detuvo durante unos segundos, dejando que el silencio entrara a la habitación antes de romperlo para hablar una vez más.

May- No debiste de haber pasado por esto, yo...

Ella la apartó de su agarre y la miró a los ojos impotente.

Yumei- Ni se te ocurra echarte la culpa, tu no la tuviste, ¿vale? Solo yo tengo la culpa, yo y ese malnacido que me llevó a cirugía, pero tu no tienes la culpa. No pudiste hacer nada respecto a las tonterias que hago.

Ella sonrió levemente mientras levantaba su mano para secar las lágrimas de su madre.

Yumei- Oye, no nos pongamos sentimentales ahora, ¡que es mi día mama!

Ella negó con la cabeza antes de soltar una carcajada para luego levantarse.

May- Vamos, o llegarás tarde a tu gran día.

Yumei- Si, Cosmo, Bruni, vamos chicos.

Su perro alzó las orejas y ladró en forma de asentimiento, Bruni se subió al lomo del animal más grande y luego este saltó al suelo y siguió a su dueña fuera de la habitación.

May- Oye, tus amigos dijeron algo sobre un Halloween encantado. ¿Me explicas eso? ¿O lo de el reloj que para el tiempo?

Mierda. Yumei se había olvidado por completo de la nota que le había dejado a su madre y como no sus amigos tenían que ser unos bocazas.

Yumei- Esto, es una larga historia y llegamos ya tarde.

May- Yumei Li May, me dirás lo que sucede contigo durante estos meses o no iremos a ninguna parte.

Sus pelos se erizaron cuando dijo su nombre completo.

Yumei- Esta bien. Verás, hace unos meses me encontré unas zapatillas raras encima de mi cama. Simplemente pensé que eran algunas antiguas que hacia tiempo que no me ponía y lo dejé pasar.

May- ¿Las dejaste pasar?

Yumei- Mama, ese día estaba agotada y ya no pensaba con claridad. En fin, al día siguiente de encontrarlas sin darme cuenta me las puse y desde ese momento me ha sucedido cosas extrañas. Eso y que desde ese día no puedo quitarmelas nunca, es como si cada día despertará con el deseo de ponermelas a pesar de no querer.

May- ¿Cosas extrañas? ¿Como que?

Yumei- Por ejemplo Bruni, el apareció así y creo que Cosmo también.

May- ¿Bruni?

Yumei- Si, mi lagarto.

Ella señalo el lomo del perro y su madre miró hacia la dirección que señalaba viendo a un pequeño pero bonito lagarto allí parado.

May- ¿Y dices que apareció por las zapatillas?

Yumei- Exacto. Otros ejemplos son el reloj que para el tiempo, el día de mala suerte que tuve, el mundo virtual, halloween y también el disparo. ¿Me crees?

Su madre suspiró cerrando los ojos mientras relajaba su respiración para no entrar en pánico. No podía estar sucediendo. No otra vez.

May- Claro que te creo amor. Y doy gracias a esas zapatillas a que te dieran un reloj para que te salvarás.

Yumei- Bueno, ten en cuenta que si no fuera por las zapatillas, nada de esto hubiera pasado, pero si, me alegro de tener este reloj.

En eso miró la hora y sus ojos se agrandaron cuando vio la hora que era. Se les había hecho muy tarde.

Yumei- Mama, vamonos ya, son más de y media, llegamos muy tarde.

May- Cierto, vamonos. Es tu gran día.

Ella solo sonrió mientras sacaba a su madre a rastras de su cuarto.




































A TRAVÉS DEL ESPEJO 1 (COMPLETA) ✔On viuen les histories. Descobreix ara