Todo en su mundo era trabajo, alguna salida de una noche con alguna mujer y de nuevo trabajo; un hombre con un gran ego y estricto al parecer, el lo llamaba ser profecional. A su edad había conseguido todo su éxito, bloqueando toda relación familiar...
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Jungkook fue y sigue siendo el mejor promedio de la universidad Superior de Seúl, siempre había destacado por su excelente nivel, eso le dio el derecho de alardear un poco y estaba 100% seguro que lograría destacar incluso en sus prácticas laborales, sabía que sería contratado de inmediato al mostrar sus dotes y seguramente podría aspirar a un alto rango. Nunca había escuchado a alguien decirle que estaba mal en algo, nunca había experimentado una falla grave, si fallaba en algo, era leve y podía solucionarlo, por ello destacó. Sus maestros lo recomiendan, era el ejemplo de disciplina e inteligencia de su división académica, sus padres estaban orgullosos y eso le hacía poder levantar el rostro con orgullo. No había quien haga a Jeon bajar su expectativas sobre sí mismo.
No iba a negar que estaba nervioso apenas ingreso a la sala de juntas, pero era más su emoción, todos esos ejecutivos serios, al final reconocerían su trabajo, lo verían como un colega más, Jungkook tenía todo en sí para lograrlo. Su nuevo jefe, porque si, estaba seguro de que aquel hombre de nombre Shim Changmin sería su próximo jefe, era una persona amable, le inspiró confianza y estaba tranquilo con ello, le dio libertad de presentarse como un trabajador de aquel lugar y escucho sus propuestas, Jeon se sentía importante desde ya.
Todo era perfecto hasta que...
– No quiero ser mentor de un niño, tengo suficiente trabajo como para lidiar con sus problemas e inexperiencia.
Jungkook se sorprendió por las palabras de aquel hombre, su rostro serio y claramente tenso, miraban desde él, hasta a su ahora jefe. Se preguntaba quién es ese amargado.
– Que bueno que no fue una pregunta – agrego Changmin – Como decía, ellos necesitaran de su ayuda para comprender el manejo de su área, ellos son los mejores, no será tan difícil, de ustedes depende su graduación, si ellos fallan, ustedes también en la empresa.
Hubo un silencio bastante incomodo, los directores y gerentes se miraban entre sí, no parecían convencidos con su presencia y la de sus compañeros ahí.
– Está diciendo que si este niño – comentó un tipo, señalando a Mingyu – No aprueba, yo recibo una sanción.
– ¡Si!
– Que mierda – bufo una mujer con molestia, trato de sonar bajo, pero llego hasta los chicos presentes.
Jimin le miro preocupado y Jungkook doblo los labios, sus compañeros igual se notaban preocupados, esos adultos cerrados no los querían ahí.
– No es nuestra intención causar problemas – Mencionó Jungkook en defensa de él y sus compañeros – trataremos de ser más una ayuda que una carga.
Taehyung bufo. Primeramente esa reunión era solo una pérdida de tiempo, tenía otros asuntos por tratar. El jefe solo negó con cansancio, ignorando esas miradas.
– Pueden retirarse, en unos minutos se les entregará un informe con más detalles correspondientes a su área y el pasante estará en su oficina para ayudarles.
