Deadly Roses ●๋ [Drarry] ●๋

Cap. 11

Draco había notado que la actitud de Potter hacia él había cambiado, y eso no le gustaba. Pues aunque nadie más parecía notarlo, él sí.

Harry Potter lo estaba evitando desde hacía semanas, y eso lo había desconcertado al principio, pero ahora lo estaba frustrando y molestando.

Pero es que, ¿Cómo no molestarse? Potter lo estaba evitando, a él, a Draco Malfoy.

¡¿Es que solo él veía el problema?!

Nadie ignora o evita a un Malfoy, y Draco estaba dispuesto a hacer algo al respecto.

Sin embargo, había algo que impedía que simplemente fuera a querer buscar una pelea tonta con el chico, solo para que el pelinegro le prestará atención. Y no era solo por no querer parecer un Gryffindor impulsivo, claro que no.

Había pensado mucho en qué hacer al respecto, aun así nada se le ocurría que lo hiciera parecer desesperado por atención.

¡Incluso se lo comentó a Pansy! ¡Pansy!

La chica le había hecho todo un interrogatorio al rubio, sobre por qué querría llamar la atención del famoso Harry Potter —pequeño secreto: Pansy solo quería que Draco le confirmara su teoría, pero no le vayan a decir—. Draco, claro, trato de crear una excusa, pero la chica fue más rápida y el rubio termino admitiendo las cosas. Le gustaba Harry Potter.

La pelinegra, quien obviamente ya lo sabía y solo esperaba que el testarudo de su amigo lo aceptará y se lo dijera, se hizo la sorprendida y fingió no haberlo sabido antes. Draco no le creyó, aunque la intención de la chica no era esa.

Una vez la chica dejo de burlarse de su amigo, se puso sería y le pidió a Draco que le dijera que era lo que pasaba.

El rubio le comentó que había notado que Harry lo evitaba y trataba de no estar cerca de él, además de contarle sus intentos de coqueteos.

—Oh, por- ¿En serio esperabas que Potter entendiera que coqueteabas con él?

—No, Pansy cómo crees, ¿Qué acaso no me estás escuchando? Ya te dije que esa era mi intención.

—Draco, estamos hablando de Harry Despistado Potter, era obvio que no se daría cuenta.

—Ya es tarde para decirme, ya me di cuenta.

Draco escucho todas las sugerencias que Pansy le dio, unas más locas que otras, algunas con sentido y otras simplemente imposibles. Pero al final del día Draco tenía un plan. Y no solo para llamar la atención de Potter, no, sino que el plan haría que el rubio arreglará, o por lo menos intentará, las cosas con el pelinegro.

Draco solo rezaba a Salazar que su plan funcionará y no fuera a quedar como imbécil. Pero antes tenía que hablar con alguien que estaba seguro, aceptaría, después de todo, ¿Snape no amaba darle castigos a Harry Potter por el simple hecho de existir?

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Harry llevaba con éxito su plan de evitar a Draco Malfoy, pues así era menos probable que tuviera un ataque de tos con pétalos incluidos y eso lo hacía sentir menos enfermo, pues los ataque lo hacían sentir débil, por el esfuerzo.

Estaban a mediados de marzo y el día estaba ya más cálido, pues pronto llegaría la primavera y con ella el florecimiento de las flores, cosa que a Harry le gustaba mucho. El día había estado muy tranquilo y todo. Sus preocupaciones solo sería la clase de pociones dónde estaría Malfoy, pero haría lo mismo de siempre. Hacer como que no existe y no voltearlo a ver, pero claro, no todo sale como él quiere.

La clase de pociones comenzó como siempre, solo que conforme la clase avanzaba se comenzaba a dar cuenta de que ese día, en especial, el profesor Snape le estaba regañando hasta por lo más mínimo. Hubo un momento en el que no supo cómo la poción de uno de los Slytherins que estaban al lado explotó y justamente era la de Draco Malfoy.

Malfoy, lo vio enojado y lo culpó, Harry se defendió y Malfoy comenzó a decir más cosas, pero en ese momento Harry no pudo decir nada más porque vio a la tos venir. Comenzó a toser en clase, por lo que sin pedir permiso salió del aula a un lugar donde no lo vieran.

Cuando se calmó, la clase ya había terminado, por lo que se reunió con Ron y Hermione, quienes primero preguntaron por como estaba y luego le dijeron que Snape le había asignado un castigo a él y a Malfoy para el sábado después de la cena. Harry no creía que pudiera ser peor que eso.

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El sábado por la mañana Harry estaba nervioso, pues esa noche tendría su castigo. No estaba nervioso por tener un castigo con el jefe de casa de los Slytherins, de esos había tenido mucho. Estaba nervioso porque no sabía si lo tendría en compañía del rubio culpable de su enfermedad, o no.

Él rogaba por qué no fuera así, pero igual no esperaba tanto, después de todo nunca tendría tanta suerte.

Faltando unos minutos para irse a su castigo, Harry tomó su mochila dónde guardo unos frascos con la poción que calmaba el dolor después de los pétalos.

Listo para irse emprendió camino a las mazmorras donde se encontraba la oficina del profesor de pociones.

Cuando llegó se dio cuenta de que el rubio ya estaba ahí, e hizo su mayor esfuerzo por ignorarlo. El maestro les dijo que limpiará los calderos y luego procedió a dejarlos solo.

¡¿Qué acaso no sabía que no podía dejarlos solos a él y Malfoy?!

Todo al principio fue en silencio y aunque sabía que muy probablemente Malfoy no estaba haciendo nada, no quería arriesgarse a decirle algo. Pero después de un rato, el silencio fue interrumpido por el Slytherin.

—Potter, umm, ¿Podemos hablar? —preguntó sin sonar nervioso, aunque por dentro lo estaba.

—Tenemos trabajo que hacer —Sorprendentemente por el momento no había flores.

—No llevará mucho tiempo, creo.

—Está bien, di lo que tengas que decir.

—Sí, verás, he estado pensando y considero que esta rivalidad que ambos tenemos, ya es muy infantil.

—¿Qué significa, eso? —Draco detuvo el impulso de rodar los ojos.

—Quiero decir, ya tenemos catorce, el próximo año serán los TIMOs, opino que debemos dejar esto de lado. Ya sabes comenzar de cero y hacer una tregua.

—Quieres que seamos ¿amigos?

—No lo sé, ¿Tú quieres que lo seamos?

—Supongo que tienes razón, esta rivalidad entre ambos ya es ridícula y una tregua no suena tan mal y supongo que una amistad entre ambos mejoraría la rivalidad entre casa y tal vez está reduzca un poco —Harry ya hablaba más rápido, poniéndose nervioso y evitando a toda costa la tos—. O, por el contrario, se nos trate a ambos como traidores, pero igual haríamos un cambio. Supongo que es una gran idea.

Draco quien estuvo escuchando sus divagaciones, sonrió para sus adentros, después recuperó su compostura, estiró la mano hacia el chico de ojos verdes, tal y como lo hizo en su primer año y dijo.

—Entonces que dices ¿Somos amigos?

¡Hola!
¿Cómo están? Al fin les traigo un nuevo capítulo. Si encuentran algún fallo es porque esto lo escribí de madrugada 😃.

Es un capítulo corto, pero quería comenzar a escribir de estos dos juntos. Pero digan, ¿Harry aceptará su mano esta vez? Bueno, en el próximo capítulo lo sabrán.

En realidad no tengo mucho que decir por hoy, por le que sin más, me despido.

Gema ❤️