Deadly Roses ●๋ [Drarry] ●๋

Cap. 14 (parte 2)

En el momento en el que Harry entro al laberinto, Lily sintió una opresión en el pecho, ella estaba preocupada, tomó la mano de su esposo y espero con ansias. No sabía qué estaba pasando allí dentro, pero tenía una sensación de que algo malo sucedería; sin embargo, no quería pensar en eso para no llamar a la mala suerte.

Durante los primeros 15 minutos estuvo charlando con James, Remus, Sirius y Regulus, en algunas ocasiones era con la señora Weasley, solo para olvidar los nervios. Comenzaba a ponerse cada vez más ansiosa con el paso de los minutos.

Cuando pasaron alrededor de los 20 minutos un grito, que aunque no se escuchó a la perfección, se escuchó y luego unas chispas rojas salieron al aire, Lily se preocupó por su hijo. Pero se relajó un poco cuando supo que era la chica de Beauxbatons.

Luego de unos minutos más, nuevas chispas aparecieron en el cielo, nuevamente el corazón de Lily se aceleró y aunque no lo demostrará, sabía que el de James también estaba acelerado, de nuevo, el alivio que antes había sentido la lleno cuando vio que era el chico de Durmstrang.

Eso claramente llamo la atención, pues cuando lograron hacer que los chicos se recuperaran, la chica alegaba que había sido atacada por su compañero. Y el chico aseguraba no recordar nada de lo que había pasado, por lo que le hicieron pruebas y supieron que alguien lo había hechizado para que atacara. Eso hizo que a Lily se le prendieran las alarmas de alerta, quiso ir a exigir que suspendieran todo, y pusieran a su hijo a salvo, pero James le aseguro que Harry estaría bien, y ella en serio quería creerle.

Cuando pasaron alrededor de 40 minutos, nuevas chispas rojas salieron disparadas, esta vez el corazón de Lily casi sufrió un infarto, sabía que algo no estaba saliendo bien, eso no era normal. Todo resultó peor cuando salió el chico de Hufflepuff, a quien según dijeron había sido petrificado y todo empeoró, cuando los maestros empezaron a ordenar que los alumnos que fueran a sus salas comunes. Claro, todos protestaron, por lo que llegaron a acuerdo de que todos lo que no fueran de cuarto a séptimo año se retiraran.

Ahí claramente tanto Lily como James se pusieron de pie queriendo saber qué pasaba, y no eran solo ellos iban, tanto los amigos de Harry como los adultos iban detrás de ellos dispuestos a saber qué paso.

Cuando llegaron a dónde tenían a Cédric Diggory revisándolo, Lily fue la primera en hablar.

—¿Qué fue lo que pasó? ¿Dónde está Harry? —el tono preocupado nunca abandonó su voz.

—No sabemos, el señor Diggory fue encontrado petrificado justo al centro del laberinto dónde debería estar la copa —dijo la profesora McGonagall—, pero está, no estaba y tampoco pudimos ubicar al señor Potter.

—¿Cómo es eso de que no encuentran a mi hijo? —pregunto James con un tono un poco más alto de lo que creyó.

—No sabemos, aquí el señor Diggory nos iba a contar qué fue lo que pasó —contestó la profesora, luego se dirigió al Hufflepuff—, adelante, por favor díganos.

—Pues, tanto Harry como yo tuvimos unas dificultades en el último tramo, Harry se lastimó la pierna, cuando llegamos a dónde estaba la copa. Tuvimos una discusión acerca de quién la debería tomar, él decía que yo, y yo decía que él, al final llegamos al acuerdo de que ambos lo haríamos. Sin embargo, cuando yo iba a tomarla alguien a lo lejos me petrificó y antes de caer pude ver cómo la copa, que resultó ser un trasladador, se llevaba a Harry.

—¿La copa era un trasladador? —preguntó casi grito, Lily.

—No, no se suponía que lo fuera —contesto McGonagall.

Lily, ya no escuchaba lo que los demás decían, Harry estaba en peligro, algo dentro de ella le decía eso, tenía que encontrarlo. No podía dejar la situación así como así.