El principio

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Parte uno.

Fue un 13 de octubre cuando Jungkook lo vió por primera vez.

Jeon Baesoo llegó a la casa con un niño en brazos que por lo visto, venía dormido.

Jungkook en ese entonces tenía nueve años y aquel niño, cinco.

Se veía tan frágil, que solía pensar que si lo miraba mucho se iba a romper. Era tan delgado y chiquito.

Luego de que el padre de Jk hable con su esposa e hijo y cuente lo ocurrido, ambos adultos acordaron cuidarlo.

Los primeros días fueron duros tanto para el pequeño Jimin como para Jungkook. Pues el mayor tenía la tarea de hacer entrar en confianza al pobre niño pero eso era casi imposible.

Cada que el pelinegro quería acercarse podía notar la incomodidad del rubio, estaba muy afectado por haber presenciado lo que le ocurrió a su madre.
Parecía estar en trance la mayor parte del tiempo, jamás alzaba la mirada y no interactuaba con nadie más que con Baesoo.

—Ofrecele éstas galletas a Jimin.

Pide la madre de Jungkook.

El pelinegro bufó, sabía la respuesta del niño, era la misma de siempre.

Vagamente caminaba hasta la habitación del menor y al llegar a la puerta la vio abierta, antes de golpear vio a Jimin tocar con la yema de sus dedidos unas cuantas flores que estaban en su ventana.
Era muy tierno de ver, su piel blanca, los mechones de pelo un poco largo golpeando su frente gracias a la poca brisa que entraba. Jimin tenía la cabeza recostada en uno de sus brazos y su vista estaba perdida en aquellas flores azules.

Jungkook tocó la puerta, pero el niño ni siquiera se giró a verlo.

—Mamá hizo galletas, deberías probarlas, son las mejores.

Jimin negó.

—¿Te parecen lindas? Yo fui quien las puso. Me gustan las flores.

Jimin asintió.

—Las flores azules transmiten tranquilidad, ¿Sabes? Tranquilidad, paz mental, armonía y confianza.

A este punto, Jimin ya no lo ignoraba, ahora lo observaba directo a los ojos muy entretenido pero Jungkook también se había perdido observando las flores que el mismo colocó después de la llegada de Jimin.

—Jimin pequeño, ¿Probaste mis galletas?

La mamá de Jk llega al cuarto sin golpear, Jimin toma una galleta rápidamente y comienza a comer a la vez que asiente.

Jungkook entrecerró sus ojos, claro, con su madre si era más simpático pero con el nada.

—Me gustan tus galletas Young-ae.

Ahora Jungkook tenía su boca abierta después de oírlo hablar.

—Eso es muy bueno cariño, ven, vayamos a tomar un poco de aire ¿Si?

Jimin lentamente tomo la mano de la señorita Lee, ella era una mujer que sabía perfectamente como tratar niños.

—¿No le agrado? —susurró Jk.

Aunque eso cambiaría dentro de poco, si le gustan las flores como a él, le agradaría si Jk le obsequiaba algunas. Eso pensaba.

Debía buscar la flor ideal para el menor, sabía perfectamente cuál.

Antes de que pudiera salir por la puerta principal fue interrumpido por una de las sirvientas de la mansión.

—Señor Jungkook, su padre lo espera en la oficina principal.

ENTRE MAFIAS [KookMin]Where stories live. Discover now