NIÑOS

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Otra vez desperté en el palacio imperial, iba a estar durante unos meses para aprender con la nueva emperatriz todo lo que debería de saber, o, bueno, al menos, hasta que dijeran si, al final, sería la próxima emperatriz o no.

Ya que, aún no se aseguraba mucho que yo pudiera ser la nueva emperatriz, suspiré con cansancio.

Al quitarme la ropa con algo de molestia me metí a darme una ducha con ayuda de mis damas de compañía, Tryna y Myona.

-¡Señorita Perla!, el día de hoy intente ser más prudente, no intente decir lo primero que le venga a la mente… - Dijo Tryna como concejo algo preocupada.

Pues, mi mayor defecto es el de… Ser Muy “Impulsiva”, al menos, eso decía mi madre…

Pero, ¿¡como podría no haberme quejado?!, si estaban hablando en esa fiesta de té puro chisme sinsentido o mal presionados, y más, hacia el pollo dorado, el cual era un príncipe extranjero y mi mejor amigo desde hace tiempo, y no solamente a él sino a Navi, igual, con cosas como su relación, o cosas sobre traición, obviamente tenía que defenderlos y detener esos chismes.

Suspire con pesar mientras que Myona pidió mi pie, eleve un poco mi talón mientras que sentí como comenzó a tallarlo.

Era cierto que luego la profesora me reprendió ya que me hizo ver vulgar el no callarme y confrontar a las ancianas chismosas que hablaban, aunque dijo, que fue mejor que no estuvo presente la misma emperatriz, y que todo, era, más que todo, una actuación para ver como yo me controlaba
Y, obviamente, había fracasado al controlar mis emociones.

-Tratare… De verdad que hago mi mayor esfuerzo… A veces pienso que no pareciera tener mi edad… Veo a niños de mi edad corriendo y jugando, y yo tengo que correr para llegar temprano y jugando con los libros – Me queje con algo de molestia, las dos rieron.

-Señorita, nosotros sabemos qué hace su mayor esfuerzo aun para su edad, pero sabe, que para ser emperatriz hay que saber muchas cosas, más bien, debería agradecer que le están enseñando, no quisiera serle carga al señorito Sovieshu, ¿o si? – Me pregunto Myona con un tono algo audaz, suspire mientras hundía mi rostro en el agua por debajo de mi nariz y negué.

¿Serle carga a Sovieshu? Prefería un millón de veces ser una mula de carga que eso, sabía muy bien que Sovieshu era la pareja perfecta para Navier, aun si se trataban algo mal, ya que se burlaban entre sí, para mí, me parecían la pareja perfecta de un cuento de hadas, y no quería, no podía ni siquiera pensar en Sovieshu en matrimonio con alguien como yo, por eso tenía que tratar hacerlo verdad.

Aunque, cada vez se me había mucho más difícil, sentía que Navier sobresalía en todo más que yo, y que, yo tenía que esforzarme más de la cuenta para, intentar, al menos, llegar a su nivel, que salía nato. Simplemente, me sentía inferior a ella.

-Ustedes creen que… Alguna vez, ¿Sovieshu me mirara como lo hace con Navi? – Pregunte con algo de vergüenza junto a tristeza mientras sentía como me lavaban el cabello.
No hubo respuesta alguna, sabía que estaba haciendo mal al compararme, pero solo quería escuchar un leve apoyo y consuelo por parte de mis damas.

Luego de un leve rato en silencio y al sentir que dejaron de lavarme, Tryna me dio la mano invitándome a salir de la bañera.

-Señorita Perla – Comenzó Tryna, mientras tomaba una toalla y me secaba con ella
-Mírese en el espejo, por favor – Pidió Tryna, eso hice con algo de vergüenza – ¿Que ve? – Siguió, suspire con una sonrisa.

- A mí – Dije con una sonrisa relajando mi cuerpo al comenzar a sentir como me estaba secando.

- Exacto, usted es usted y Navier es Navier, Navier tiene cosas que usted no, así como usted tiene cosas que ella no. Usted es única – Dijo con una sonrisa mientras me abrazaba con cariño, sonreí algo sonrojada, ya que, mi nariz y mis orejas calentaban por el simple hecho de que me sentía llorar.

Mi Emperador Sovieshu x TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora