𝖀𝖓 𝕵𝖚𝖊𝖌𝖔, 𝖀𝖓 𝕾𝖚𝖊𝖓̃𝖔/𝗝𝗘𝗡𝗟𝗜𝗦𝗔

Lesión

Tarde nublada en Seúl, clima agradable para las personas amantes del frio, 3°C marcaba el termómetro, a esta hora la mayoría de los alumnos ya habían abandonada aquella facultad, un bajo porcentaje de los estudiantes se quedaba a estudiar o hacer tareas en la biblioteca, una de esa minoría era Jennie Kim, quien se encontraba en el área de computación adelantando su trabajo final del semestre, lo estaba adelanto pese a tener todo el fin de semana libre para poder hacerlo en casa, pero sabe muy bien que ella es fan de procrastinar y en lugar de hacer su trabajo se dedicaría a navegar en redes sociales, por lo cual decidió adelantar el trabajo y que así no se acumulará demasiado. Terminó de teclar la última información recolectanda, ni se dio cuenta y ya le había avanzado 3/4 a su trabajo, con una sonrisa en su rostro guardo el archivo en su memoria USB, cerró sesión y apagó el computador, metió dentro de su mochila la USB cerró el zipper de su mochila, la colgó sobre su hombro derecho posteriormente en el hombro izquierdo, se despidió de Letty la encargada de la biblioteca a esa hora, pero antes de salir recordó que tenía que colocarse la chaqueta para el frió que llevaba en su mochila, pues la biblioteca tenía aire acondicionado y no sentía el clima del exterior, con la chaqueta ahora sobre su cuerpo se dispuso a salir, inmediatamente al poner un pie fuera de las instalaciones una ráfaga de aire la saludo, se maldijo por olvidar la bufanda en el auto de su madre.

Llegó a paso lento al estacionamiento de la facultad, saco las llaves del auto, colocó la llave en cerrojo desactivando el seguro del vehículo, abrió la puerta y lanzó su mochila al asiento del copiloto, ya estaba dispuesta a ingresar dentro del auto cuando una voz interrumpió sus acciones, dio media vuelta para poder observar a la persona que frenó sus actos, al girarse observar a 4 personas, una que identificó rápidamente se trataba de su amiga y vecina Irene, su amiga estudiaba en la facultad de Filosofía por lo que se le hacía raro verla por esos lados, venía acompañada por 3 chicas, una chica de cabello castaño, quien sostenía el brazo derecho de una adolorida pelinegra, otra chica de cabello rubio un poco más baja que la castaña, ella sostenía el brazo izquierdo de la ya mencionada pelinegra, al parecer una desgracia le habría ocurrido a aquella chica, pues sus expresiones faciales, y que tuviera que recurrir a la ayuda de otras personas para caminar no eran una buena señal.

— ¡Hey, Jennie! — volvió a llamarla Irene. — Espera — pidió la chica cuando ya se encontraba más cerca de chica de ojos gatunos.

— Hola Irene, ¿como estás?— saludo Jennie a su amiga, mientras las otras chicas se acerban a su dirección.

— Hola, bien la verdad — contestó el saludo. — Pero quién no se encuentra bien es mi amiga de ahí atrás — señaló a la chica que se encontraba a sus espaldas, Jennie volteó a ver las 3 chicas, la rubia y las castaña la saludaron agitando sus manos y  regalandole una sonrisa, mientras que la peligra sólo movió su cabeza en su muestra de saludo, Jennie saludo de vuelta.

— Si eso veo, no se ve muy bien — dijo lo último susurrando para no ser escuchada.

— ¡Oye Irene le vas a preguntar, o vamos a esperar a que me muera a aquí! — al aparecer la pelinegra no fue de su agrado ver como Jennie e Irene hablaban en voz baja, ambas chicasse sobresaltaron al escuchar los gritos de aquella chica.

— Si estoy en eso Jisoo — respondió Irene. — Además no te vas a morir por algo como eso — señaló su pie, el cual se mantenía despegado del suelo. — Exagerada — habló esta vez solo para que Jennie escuchara — Okey, a lo que venía, Jennie ¿hay personal en el área de enfermería aquí en tu facultad?, necesito que estés 100% segura de tu respuesta, porque aquella chica está a unos minutos más de matarnos — quizó reír por la exageración de su amiga pero lo reprimió al ver la cara sería de todas esperando su respuesta.

— Pues supongo que si, digo al salir hace unas horas todavía estaba la enfermera, y su auto aún sigue en el estacionamiento, así que sí, si está — contestó Jennie.