CAPÍTULO 1

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—Señorito Jimin, ¿Qué le parece pasar a la pizarra y resolver el ejercicio o irse inmediatamente de mi clase por no prestar atención? —exclamó furiosa la mujer enfrente de la clase

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—Señorito Jimin, ¿Qué le parece pasar a la pizarra y resolver el ejercicio o irse inmediatamente de mi clase por no prestar atención? —exclamó furiosa la mujer enfrente de la clase.

Solo en ese momento Jimin despertó de su viaje astral e inmediatamente volteó a ver a su amigo Namjoon, quien contuvo su risa por la mirada preocupada que le daba su amigo.

A falta de respuesta, la profesora, lo suficientemente enojada dio un azote de uno de sus libros hasta la pared de su costado, llamando la atención de todos sus estudiantes, algunos con miedo y otros con preocupación hacia Jimin.

—¡LARGO DE MI CLASE, JOVENCITO! —gritó muy, muy cabreada la mujer. —¡no quiero volver a verle si no tiene la mínima intención de aprender!

El alumno reprendido, tomó sus cosas y decidió que sería mejor salir de la clase en ese preciso momento, pues si no lo hacía lo más seguro es que la bruja de su maestra la tomara contra todos sus compañeros, y no quería eso.

—Te veo en la cafetería. —Le susurró a su mejor amigo.

—¡QUE SALGA, AHORA! —gritó la señora en un tono crispado, entonces decidió pasar corriendo por un costado de la mujer de sus pesadillas.

Namjoon solamente se quedó mirando como su mejor amigo salía de clases, y se sintió mal por el castañito.

—Joven Namjoon, le recomiendo que deje de juntarse con ese tipo de muchachitos, no aportan nada bueno a su educación. —Expresó con desprecio su profesora, a lo que él frunció él entrecejo y calló, porque así era como le habían educado sus padres.

Kim Namjoon es uno de los mejores promedios del instituto, educado con mano dura en su casa, sin embargo era un ser amable, carismático y sobre todo ejemplar.

Aun si ser el chico perfecto le costaba acatar a órdenes que no le parecían, aún si eso significaba soportar la insolencia de las autoridades, aún si tenía que lidiar con los reclamos de ser el mejor amigo de Jimin, el chico problemas, rebelde y torpe.

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—Nam, Dios, ya no puedo con mi vida, odio esa asignatura, en serio necesito pasar ese maldito curso.

—Minie, yo puedo ayudarte, lo sabes y solamente tienes que dejar que te apoye —exclamó de manera suave el hombre alto.

—Monie, precioso, cuando me explicas algo parece que me hablas en hebreo, ¡yo no sé hebreo!... —Dio un berrinche como niño chiquito y agregó—, tus explicaciones son para avanzados, yo estoy en cero. —Sus labios hicieron un puchero.

—Basta, te ves adorable haciendo muecas así, y no puedo regañarte a gusto. —dijo el moreno tomando las mejillas de su mejor amigo entre sus grandes manos.

Cosa que no le gustó al bajito, así que de algunos pequeños manotazos apartó las manos de su mejor amigo.

—No me toques, idiota, espacio personal, gracias, te quiero, pero... —replica mordiendo su pedazo de pastel.

Nam solamente se carcajeó sin tomarle importancia a lo arisco que es su amigo, así lo conoció, así le quiere.

—Lo sé, a dos metros lejos, vamos Jimin, las clases acabaron hace un rato.

El chiquillo, con mucho pastel en la boca, miró su reloj de muñeca, dándose cuenta de la hora, emocionado tomó sus cosas y salió corriendo junto a su compañero, solamente que éste, debido a su estatura caminaba al ritmo de la carrera del chico.

El chiquillo, con mucho pastel en la boca, miró su reloj de muñeca, dándose cuenta de la hora, emocionado tomó sus cosas y salió corriendo junto a su compañero, solamente que éste, debido a su estatura caminaba al ritmo de la carrera del chico

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@hellenvanessal te dejo mientras este, espero te guste

ENSÉÑAME A QUERERTE 》VMIN《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora