Jimin no es bueno en matemáticas, Taehyung es un prodigio en ellas.
Jimin quiere salvar su curso, Taehyung puede ayudarle.
Jimin tiene 16 años, Taehyung cumplirá 24.
Jimin y Taehyung son vecinos.
Jimin tal vez se enamore, Taehyung tal vez ya lo est...
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Jimin estaba listo para un nuevo día y mejores cosas, iniciando con el pie correcto desde que se despertó, así que cuando divisó a su mejor amigo se acercó corriendo con entusiasmo hacia él.
—Nammie, Nammie, bonito, te tengo noticias excelentes para mí. —Pestañeó coqueto el castaño.
—Cuéntame en el salón, vamos —dijo Namjoon tomando entre sus dedos uno de los rizos de su pequeño amigo.
Llegando al salón tomaron sus respectivos lugares, uno al lado del otro, acomodaron sus cosas, cuando tuvieron todo listo, Jimin comenzó a hablar.
—Mamá me obligó a pedirle asesorías a Taehyung y él dijo que sí. —Terminadas sus palabras puso su mano en la barbilla propia igualando una mueca de disgusto y aburrimiento.
Namjoon se tensó por completo y con la misma mueca de disgusto le preguntó:
—¿Tu vecino ruidoso, imbécil y guapo?
—¡Sí, es él!, ruidoso, imbécil y gua... ¿qué? —Se interrumpió él mismo con una mueca confusión.
—¿Qué?, el señor es guapo —dijo Namjoon encogiéndose de hombros, restando importancia al dato.
—Bu-eno, ¡no!, es de-decir, uhg ¡sí, lo es, demonios! —Intentó negar Jimin.
Namjoon sonrió por lo gracioso que se vio su mejor amigo en ese momento, pero igual la intranquilidad no se quitaba de su pecho, ese hombre no parecía de fiar.
•••••••
—¿Quieres que te acompañe hasta casa? —preguntó vacilante el castaño.
—¿Uh? —Para Jimin era raro que su amigo perfecto quisiera acompañarlo, sobre todo con lo pesados que se pondrían sus padres.
—Sí, ¿quieres?, mamá y papá irán a una junta de negocios y llegarán muy tarde.
—Bien, vamos, te invito al almuerzo, a mamá le va encantar tener a su chico dorado en casa... —, le tira un guiño coqueto, pero todo flaquea, porque seguramente su amigo tiene algo que decirle, lo conoce tan bien. —¿Sucede algo, precioso?, puedes contarme lo que sea.
Al moreno también le flaqueó la alegre sonrisa, y fue sustituida por una mueca triste, y el chico perfecto empezó a derramar amargas lagrimas.
Jimin se acercó enseguida, y rodeó con sus brazos a su mejor amigo, pero la diferencia de estaturas le obligó a sentarse en los muslos ajenos y el contrario, lo abrazó bastante fuerte, apoyó su cabeza en su hombro.
—Los odio, pequeño, los odio, son una tortura, me tienen comiendo mierda. —Sollozos salían y se acogían en el hombro del castaño.
—Amor, tranquilo, eres un niño maravilloso, y eres lo suficientemente fuerte para poder contra esto. —Consoló Jimin.
—No sé si pueda aguantar medio año con ellos, deseo cumplir mi mayoría de edad y largarme.
—Lo sé cariño, seis meses más y serás libre con tus ahorros, tu empleo secreto y con todos tus logros. —Jimin acarició cariñosamente las mejillas del otro.
—Gracias por todo, te amo.
—Gracias a ti, grandulón, por confiar en este niño problemático.
Ambos rieron amistosamente y cuando decidieron que se encontraban más tranquilos, emprendieron camino a casa del muchachito, donde los recibiría una mujer alegre y amable, una verdadera madre para Namjoon.
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