DDD FACTORY ❍

seis

capítulo 6.
oh dios, nunca estuve tan cerca de morir

Hacía menos de un día que acababa de descubrir mi nueva faceta heroica y ya estaba explotándola otra vez.

Mientras repasábamos los últimos detalles del plan, mi cerebro se dividió en partes desiguales que comenzaron a pelear para definir mis prioridades.

"Trae a Beomgyu sano y salvo" dijo una de las partes.

"¿Y quién demonios es Beomgyu?" dijo otra.

"Protege a tu grupo. Haz que todos regresen intactos a la Fábrica".

"Sí, porque es la única forma en que te dejen ir para volver a casa con mamá y Soonie y Doongie".

"Son tu grupo. Son tu responsabilidad".

No estaba seguro de dónde salían los pensamientos de liderazgo y heroísmo, o porqué mi cuerpo parecía a punto de agarrar una espada y meterse por voluntad propia a una batalla, pero podía tolerarlos. Siempre había tenido cierta madera de líder.

Lo que no podía tolerar, o siquiera entender, era el hecho de que todas las partes de la discusión de mi cabeza estaban de acuerdo con una cosa: "Protege a Jisung".

—¿Entendieron lo que deben hacer?

Los tres asintieron, sin poner quejas ante el hecho de que yo era sólo un humano y acababa de darles órdenes específicas.

Seungmin se transformó en un canario y emprendió vuelo. Hyewon se concentró en su cosa mágica ilusionista, y pronto un domo de energía nos rodeó. Se suponía que nos ocultaría tras una imagen del propio paisaje donde estábamos mientras íbamos al campamento, como una ilusión de camuflaje. Aunque yo había tenido esa idea, seguía siendo un poco aterrador.

En silencio, caminamos directo a la boca del lobo.

El campamento de los elfos se fue haciendo más grande a medida que nos acercábamos, y por consecuente con cada paso se volvía un poco más real. Los elfos habían levantado cuatro carpas casi tan grandes como la que había en la Fábrica. Una valla hecha de ramas afiladas rodeaba todo el campamento.

Aunque Seungmin había dicho cinco, tres elfos estaban a un costado de la entrada, bromeando y riendo entre ellos. Eran altos y delgados, todos con un cuerpo atlético y estilizado que caracterizaba su naturaleza no humana. Ninguno llevaba armas a la vista, pero yo sabía mejor que ninguno que incluso con una mirada daban pruebas de su poder.

Jisung me golpeó en el brazo y señaló al cielo. Vi el momento justo en que Seungmin, aún siendo un canario, revoloteaba sobre una de las carpas del frente y entraba por la abertura de la entrada. Era la señal que indicaba la ubicación de Beomgyu.

— Paso uno cubierto— murmuró Jisung—. Momento del paso dos.

Bueno, el plan había sido mío, pero yo no era un gran fan del paso 2.

Jisung lo amó de inmediato.

—Será absolutamente divertido —seguía diciendo, como si eso hiciera que Hyewon y yo le diéramos la razón.

Para entrar al campamento necesitábamos una distracción, y lo único que se me ocurrió fue reutilizar la idea de Hyewon sobre el elfo. En un principio había pensado que Seungmin se transformara en Mia, la elfo con el cargo alto, y exigiera a su escuadrón liberar a Beomgyu para...

Hasta ahí había llegado.

Pero Seungmin no sabía cómo esa elfo se veía a detalle, porque siempre que ella atacó él fue escondido del enemigo. Los cambiaformas eran raros y preciados, me explicó Jisung. Incluso si Seungmin hubiera podido transformarse en Mia, Jisung no le habría permitido exponerse a los elfos. Así que sólo nos quedaba confiar en Hyewon.