Capítulo 3

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Campo de entrenamiento.

Sonrió con confianza mientras veía el milagro que pasaba frente a sus ojos. Una coincidencia tan grande ¿Cómo no lo iba a aprovechar?
El día de hoy Aizawa dijo que iban a hacer entrenamiento cuerpo a cuerpo, sin quirk. Después de todo debían de aprender un mínimo de habilidades físicas en caso de que no dispongan de su particularidad. Allá afuera podía pasar de todo y debían de estar preparados.

Con una sonrisa aterradora, estiró su cuerpo, calentó un rato y miró quien sería su oponente. Su sonrisa se hizo más pronunciada al ver que era la cola de caballo. Esa beta, Yaoyorozu era, en esencia una buena estudiante y una chica inteligente, atractiva y con un cuerpo maduro para su edad, además era alta, más alta que él.

Frunció el ceño y chasqueó la lengua, con razón a ese bastardo le gusta. Entonces ¿Le gustan las tetas grandes? ¿Es eso? Que desperdicio. Pero aunque sea la amada de ese cuatro ojos no ira fácil, no, más bien nunca se la dejara fácil a su oponente, sea quien sea, no le importa. Lucha es lucha.

-Te patearé el trasero.

Le hizo una seña con su pulgar, cortando el cuello. Claramente era un mensaje de que estaba muerta.

-No me dejaré derrotar tan fácilmente Bakugō.

Ante tal provocación, le dedicó una sonrisa brillante mientras mostraba un espíritu fuerte. Katsuki solo la miró inexpresivo, lo sabía, ella era una buena compañera. Pero eso solo lo hacía enojar más ¿Qué hay en ella que hace que ese gafas de mierda la quiera tanto? Realmente estaba enojado.

Ambos oponentes se pusieron en el campo e iniciaron a luchar, y como era de esperar, aunque Momo dio lo mejor, quedó totalmente aplastada contra el poderoso omega rubio, quien sonrió triunfal mientras salía del campo de lucha. Pero su sonrisa se vio rápidamente afectada por la escena que vio.

Iida se había acercado a Momo y la felicitaba con entusiasmo y seriedad, sus ojos brillaban en una dulce luz azul, como una corriente de agua cálida. La llevó a sentar y se ofreció a tratar sus heridas, pero esta se negó, no sabe exactamente qué dijeron después o que hicieron, no esta ni del más mínimo humor como para soportar ver tal escena.

Estás tan jodido ¿Y te sigues acercando a ella a pesar de que te duele? ¿Es masoquista?

La irritabilidad en su corazón era espesa y solo le provocaban más ganas de querer explotarle la cara a alguien. Después de eso, tuvo diversos combates con sus compañeros, todos terminados en victoria, hasta que se topo con él. Con ese cuatro ojos.

-Espero que dures más que esos extras gafas de mierda.

Se burló mientras ambos caminaban al campo de lucha.

-Te haré pagar por tus insultos.

-¿Crees que me tragare esa mierda? Haz escuchado cosas peores ¿Acaso piensas que no se que lo haces por ella?

Iida lo miró a los ojos, mostrando su molestia desnuda, el como había dejado en tal estado lastimado a Momo, le hizo hervir la sangre y sentir frialdad contra el omega rubio. Katsuki solo ensanchó la sonrisa socarrona en su rostro, mientras lo despreciaba con sus ojos ígneos.

-Actuando como todo un caballero, que bien amaestrado te tiene la inútil, igual que un perro faldero tras su falda.

-¡Bakugō!

Lo agarro de la polera mientras unas intensas ganas de golpear aquel rostro burlón lo invadieron.

-¡Iida suelta a tu compañero! ¡si van a luchar que sea en la plataforma!

Tenya soltó la polera de Bakugō quien lo miraba como si fuera un ser ridículo. Las venas de su frente saltaban, mientras sus ojos claramente estaban inyectados en sangre.
La sensación peligrosa de tener a un alfa enojado cerca, hizo que el corazón de Katsuki latiera rápidamente, se relamió los labios estando satisfecho. Ese idiota cayó tan fácilmente en sus provocaciones por esa cola de caballos. Esperaba que pudiera ofrecer más que esos jodidos extras buenos para nada.

Y cuando la pelea inicio, vio los movimientos rápidos y precisos de Tenya. Claramente se notaba que estaba dando todo de si para querer derribarlo.

Que estúpido.

Pensó, eso solo lo agotará más, realmente la provocación fue muy efectiva. Hizo que ese gafas de mierda perdiera la compostura.

Recibió los puñetazos y solo se defendió, cuando vio una brecha producto de la ira ciega de Tenya, maniobro con rapidez y le propinó un fuerte y certero golpe en el estómago, haciendo que quedara sin aire por cortos segundos. Sin detenerse, golpeó con su rodilla el mismo lugar sin darle tiempo a recuperarse, en el momento exacto en que su rodilla golpeó su estómago, levantó los brazos y junto las manos, y un golpe devastador cayó de lleno contra la cabeza de Tenya. La mirada en los ojos de Katsuki siempre fue fría y calculadora, analizando constantemente el campo de batalla y leyendo los movimientos de su oponente. Sabía cuando retroceder y cuando atacar en el momento preciso. Era un talento nato para la lucha.

En tan solo tres golpes y en menos de dos segundos, había derribado a un alfa mucho más grande y musculoso que él.

Se alejó y le dio al oportunidad de levantarse, no iba a dejar que este combate terminará rápido, había cuentas que tenían que saldar.

Y así estuvo todo el resto del tiempo, los demás miraban el combate con expresiones extrañas y de leve admiración. Después de todo también aprendían con esto.

El sudor goteo por la cara de Katsuki, haciéndolo lucir como una belleza salvaje y sensual. Después de todo el encanto de un omega no era cosa de broma. El olor a caramelo quemado se sentía más fuerte, llegando a la nariz aguda del alfa de pelo azul. Y es ahí donde se dió cuenta que el aroma que había sentido antes era en realidad la feromona de Katsuki.

Los fluidos corporales tanto de un alfa como de un omega llevan un rastro de feromona, por esa razón al sudar o sangrar se podía sentir más fuerte el olor.

Viendo que su oponente estaba cansado, decidió finalizar la lucha.

Sin previo aviso, Katsuki tiró al suelo a Iida y se montó rápidamente sobre él, poniendo sus talones bajo los muslos del alfa, haciendo que su cuerpo no sea tirado por el movimiento de cadera del contrario. De forma rápida y precisa asestó golpes una y otra vez contra Tenya, quien se defendía poniendo sus extremidades frente a su rostro.

La fricción y la sangre hirviendo hizo que sus cuerpos se calentarán y tuvieran un poco de reacción, pero Katsuki ignoro la calentura de su cuerpo y aprovechando la debilidad del oponente, movió su rodilla arriba, al lado de la cabeza del contrario, y con su cuerpo y manos empujó y maniobro los brazos del alfa para hacerlos a un lado, lo siguiente que sucedió fue correr la otra pierna por debajo del brazo izquierdo de Tenya y mover la otra pierna por sobre el cuello el oponente. Engancho sus brazos a uno de los del alfa y se tiró hacia atrás, recostándose en el suelo, tirando con toda su fuerza. Tenya intentó liberarse pero la fuerza de agarre de Katsuki era enorme. Y lentamente se comenzaba a asfixiar. El omega le había hecho una llave espléndida.

Por otra parte, Bakugō tenía los ojos fríos, mirando al alfa que se atrevía a retarlo siendo devastado por él. Que gran broma.

Al final Tenya se rindió y el combate finalizó.

-Patético.

Fueron esas frías palabras lo último que escuchó de Katsuki antes de que este se fuera con la cabeza en alto, saliendo de la plataforma. Y es ahí donde se dio cuenta de algo. Había caído de lleno en las provocaciones de su compañero, permitiendo que su ira lo cegara. De todo lo que le había dicho Bakugō hasta ahora, esa última palabra fue cierta.

Fue patético.

Pero hay algo que Iida no había notado en todo el combate que tuvieron. Que solo por un momento, no había pensado en Momo, si no en aquellos ojos rojos que lo miraban desde arriba con ligero desprecio.

Diaboli [Iidabaku]Where stories live. Discover now