Capítulo 4

454 70 15
                                    

Frunció el ceño, mientras miraba por la ventana.

De alguna manera no estaba de buen ánimo, deseaba mandar todo a la mierda en ese preciso momento y no entendía exactamente el por qué.

La campana sonó y todos parecieron relajarse. Se dio la vuelta y una escena se topó con sus ojos. El gafas de mierda le estaba hablando a la cola de caballo. Desde esta distancia podía ver el sonrojo en las orejas de ese alfa. Parece que realmente le gusta.

Frunciendo el ceño, chasqueó la lengua y salió de la sala. Ya no quería ver más porquerías, lo estaba poniendo de mal humor.

Parecía que su día iba de mal en peor.

━┅┅┄┄⟞ • ◆ • ⟝┄┄┉┉━

El día pasó como arena entre los dedos. Mientras más quieres que se acabe, más rasposo es.

Su mirada roja se puso en el horizonte, admirando el atardecer, sintiendo su pecho congestionado. Y a cada pasó que daba más pesado se volvía. Su vista se traspasó la multitud y notó a esas personas, ese par entusiasta. Ahí estaban, hablando con ánimo y riendo. Apartados del mundo.

Miró al suelo y siguió caminando, indispuesto a verlos más. Era tan irritante.

Todo era irritante.

Pero incluso si se sentía así ¿Qué podía hacer?

No entendía, estos sentimientos tan estresantes. Solo quería dejar de pensar ¿Es eso posible? Gruñó para después levantar la mirada y caminar con rapidez, mientras más rápido llegue a los dormitorios menos tendrá que verlos.

━┅┅┄┄⟞ • ◆ • ⟝┄┄┉┉━

Pensaba que al llegar a los dormitorios estaría tranquilo, él pensaba que ya no tendría que verle la cara a ese irritante alfa.

Que maldita broma.

No sabia que al levantarse en la noche para ir al baño, rápidamente se encontraría con una escena que no podría superar.

Ahí estaba, de rodillas en el suelo, vomitando unas extrañas flores pequeñas. Su aspecto era terrible y su tez se estaba volviendo morada, parecía que se iba a desmayar en cualquier momento.
Ni siquiera tuvo un momento de pensar cuando su cuerpo ya había reaccionado. Se posicionó detrás de él e hizo la maniobra de Heimlich, si esperaba más tiempo se desmayaría.

En poco tiempo, lo que tenía atorado en su garganta fue expulsado con fuerza. Terminando la maniobra, se sentó en el frío suelo mientras calmaba su corazón inquieto. Su vista llegó a la cosa expulsada notando que eran esas flores pequeñas. Recuerda haber leído algo de esto ¿No son flores de tejo? Parecía que significaban algo sobre pesadumbre.

-Mierda, que porquería más jodida.

Habló observando al gafas de mierda, que frotaba su garganta debido al dolor. Era un poco gracioso, se veía todo desaliñado y sus gafas estaban mal puestas. Era raro verlo desordenado, aunque el "por qué" de su estado actual no era tan entretenido.

Hanahaki.

Que enfermedad de mierda más terrible. Incluso le era muy poco realista, pensar que puede matar a una persona solo por un amor no correspondido ¿Eso si quiera era malditamente posible? Que carajos, tan solo pensarlo era ridículo, pero tenía un caso real delante de sus ojos, no podía entenderlo ¿Cómo el gafas de mierda contrajo hanahaki? ¿Por qué? ¿Por qué tenía que ser él?

-Bakugō.

Llamó débilmente mientras se arreglaba las gafas. Se levantó del suelo algo tambaleante pero al mismo tiempo de manera firme, después de eso se puso recto y dobló la cintura en noventa grados.

Diaboli [Iidabaku]Where stories live. Discover now