Capítulo 19

8 2 0
                                    

Lían 

-siéntate – ordeno.

Hace apenas 10 minutos que Alex se había ido, este chico me había traído a una tienda que estaba cerca del lugar de donde dormí, todo era tan confuso, desde que apareció no ha tratado de llevarme, al contrario, me había comprado algo de comer, no sabía lo que planeaba, pero no esperaba que sea algo bueno.

- Eithan Acker- menciono de repente.

- ¿Qué? –

-Me llamo Eithan Acker – repitió nuevamente mirándome. Aquel chico lucia realmente aterrador, sus facciones te dejaban en claro el tipo de persona que era, y más cuando tenía un piercing en la ceja izquierda, suponía que también tenia uno en su lengua, ya que al hablar se podía notar una pequeña esfera metálica.

No sé a qué venia eso, tampoco lo entendía, no quería tener alguna relación con él, simplemente quería irme lejos, en donde jamás vuelva a verlo.

- ¿Por qué me lo dices? –

-Tengo la sensación de que nos llevaremos bien – junto ambas manos entrelazándolas con una media sonrisa. Ese tipo sí que me daba miedo, la manera en la que habla no me trasmitía tranquilidad, a lo lejos se ponía notar su aura pesada. 

-sé que para ti esto sea muy confuso – continúo hablando – pero te prometo que no tengo ni la más mínima intención de lastimarte, no soy el tipo de persona que crees –

No sé en qué momento el ambiente cambio, la lluvia había parado y ahora el clima era aún más frio. Esta conversación me daba mala espina, el sujeto con el cual estaba hablando, venia de caminos malos y lo menos que quería hacer era involucrarme mas de lo que ya estaba. 

-No quiero seguir platicando y menos con alguien como tu – me gire ignorándolo. No se como y de donde había sacado la valentía de poder decirle eso, pero no negare que me estaba cagando del miedo en estos momentos. 

-lo sé, sé que tienes miedo, pero no tienes a donde ir, los lugares están cerrados y no hay nadie a tu alrededor – comento con una voz gruesa que hizo que mi piel se erizara. En cierto punto tenía razón, estaba solo, no tenía a donde ir, pero tampoco planeaba quedarme con él, No sé de lo que sería capaz.

-simplemente quiero ayudarte, sé que fue injusto que Alec te trajera con él esa noche, no tenías por qué presenciar todo lo que viste – su voz se oía sincera, pero simplemente no podía arriesgarme y confiar en él como si nada, ya no sé qué era lo que estaba bien, no quería volver de donde apenas pude salir, pero quería volver a ver a mi mamá y también quería dormir, mis ojos me lo pedían al igual que mi cuerpo.

- ¿Cómo sé que no estas mintiéndome o que no me mataras? – inquirí nervioso. No podía confiar al 100% en él, pero mi cuerpo estaba muy cansado, ya no podía seguir caminando a estas horas de la noche. Podía sentir que en cualquier momento mis piernas me fallarían y caería rendido al piso, si me brindaban esta oportunidad, talvez la aprovecharía, aunque también este con el miedo constante de que algo malo me pasara.

-sé que piensas que soy un chico peligroso y que ando metido en ciertas cosas malas, pero jamás en mi vida he tocado a una persona que no esté metido en esto-

-Entonces has matado... - Mi subconsciente hablo, dejando en claro en mis palabras lo sorprendido y asustado que estaba.

-si – agrego mirándome seriamente – he matado a personas que son parte de esto, he matado a pedófilos y asesinos, asesinos que solo matan por placer o diversión. Gente enferma Resumiendo–

Desconcertado lo mire con los ojos fruncidos, sus palabras me habían dejado mudo, no creía lo que me acababa de decir, su mirada tranquila junto con su sonrisa jadeante, hacia que empezaba a dudar ¿Es posible lo que acababa de decir?

Lo que más me asusta es que no se le haya borrado esa sonrisa que tiene ¿Cómo iba a confiar en alguien que dice que ha matado a personas con una sonrisa en la cara?

Asustado me paro decidido a irme de aquí, buscaría en algún otro lugar en donde dormir, donde no tenga que involucrar a ese tipo, no quería seguir escuchando esta conversación que se ponía cada vez peor, pero para mí mala suerte, este me tomo fuertemente del brazo impidiendo que pudiera irme.

- ¿A dónde vas? Aún no he terminado de hablar – esas simples palabras me habían dejado la piel de gallina, la sangre me había dejado de correr por unos instantes, sintiendo como mi cabeza daba vueltas y como mi estomago ahora quería sacar lo que había ingerido hace apenas unos minutos antes. Esto cada vez se tornaba más oscuro, no quería seguir con este tipo, sentía que en cualquier momento me atacaría por sorpresa.

-Oye idiota, lo asustas – la voz de una tercera persona hizo que me volteara rápidamente dando un pequeño brinco por el susto en mi lugar. Al voltearme me percato que se trataba del chico que me había secuestrado.

Viniendo a nosotros con un cigarro en la mano, le da un golpe en la cabeza al otro chico que se llamaba Eithan, esto me dio un poco de tranquilidad, ya que al verlo, los latidos de mi corazón empezaron a latir con regularidad.

Con los ojos fruncidos toco mi pecho pensando en cómo mis latidos habían bajado de un momento a otro, cuestionándome por la estúpida idea que se me había cruzado por la mente. Seguramente esto es ocasionado por el resfriado, puede que esa sea la razón del por qué me siento más tranquilo desde que llego Alec.

- ¿Cómo te llamas? - pregunto esta vez el chico de ojos azules que me miraban de una manera penetrante, poniéndome al instante nervioso y algo incomodo.

- Lían Anderson- musite.

-bien, vamos – exhalo sacando el humo del cigarro de su boca, moviendo su cabeza dándome a entender que lo siguiera. Confundido miro como el chico que se encontraba sentado conmigo me mira sonriente, causándome un escalofrió parándome empezando a caminar junto Alec, no quería estar más tiempo junto a él, ese tipo sí que daba miedo.

A comparación con Alec, este estaba todo el tiempo serio, su mirada no reflejaba sentimiento alguno, cosa que no me daba mala espina, pero aquel tenía una sonrisa que transmitía miedo, algo que no era usual reflejar.

Al estar con Alec, el miedo que me había trasmitido Eithan se había esfumado, sintiéndome más seguro que antes, lo cual me dejaba una sensación extraña, porque solamente lo había visto una vez, en un lugar no muy adecuado ¿Era normal sentirme así? puede que mi pésimo día hizo que mi mente y cuerpo pensaran distinto, pues nadie se sentiría tranquilo al estar con la persona que te secuestro y amenazo de muerte.

¿Verdad?

¿Verdad?

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.
Favorite Crime (BoyXBoy)Onde histórias criam vida. Descubra agora