Capítulo 52

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Lían

Los días habían pasado fugases, la última vez que hablé con Alec tranquilamente pude conocer mucho sobre él, ese día nos habíamos quedado hablando literalmente todo el día, conociéndonos el uno al otro. Las cosas que le gustan a Alec son tan sencillas que por un momento dude si eran reales. No imagine que su actividad favorita sería el leer, lo sospechaba tiempo atrás cuando apenas iba comenzando esta aventura, y siendo sincero, no tiene cara de lector.

Alec me lleva dos años, fue sorprendente el escuchar que tiene apenas 20 años, es tan joven y su mentalidad no parecía a la de un chico de 20, yo le calculaba unos 28 0 30 años. Y lo mejor es que a dos días cumpliria los 21 ¿Quién lo diría?

Algunas cosas me resultaron tan sorprendente como tristes. El enterarme del significado de su animal favorito me causó sorpresa junto con tristeza y algo de miedo.

La razón por la que le gustan muchos las aves son por el simple hecho de que Alec le gusta la libertad, le gusta el verlos volar sin dirección alguna, el plumaje que tienen los hace aun mas hermoso. Mi corazón se cuarteó al escucharlo decir "Algún día seré libre como ellos" con una sonrisa decaída. Fue un momento algo incomodo para ambos al quedarnos totalmente callados.

Desde ese día, Alec se ha estado moviendo de un lugar a otro, siempre lo veía irse y llegar a altas horas de la noche, aun no comprendo que era lo que hacía.

En estos momentos él se encontraba comiendo tranquilamente frente a mí en la sala, mientras escuchaba como su celular sonaba a cada rato, al igual que sus teclas al escribir. Había estado así desde hace dos días y hasta ahora no me dicho nada.

- ¿Esta buena la plática? – cuestione con la cara seria y los brazos cruzados. No quería mal interpretar nada, pero por más que pasa el tiempo, él no me dice nada mientras lo veía sonreír de vez en cuando al celular.

- ¿De qué hablas? – dijo sin apartar su vista y dedos del teléfono – Espera un momento que estoy hablando con alguien – siguió escribiendo por unos 10 segundos para luego parase y salir de la casa. Observando como platicaba animadamente aquella llamada tan importante. No sé porque mi cuerpo se ponía ansioso al verlo así, al igual que mi mente no ayudaba mucho al imaginarse cosas que no eran. ¿Era normal sentir celos? No, eso no seria correcto.

Mi vista le levanto al escuchar la puerta abrirse, viendo como entraba con una sonrisa de oreja a oreja, sintiendo un leve dolor en mi pecho.

-Si, hablamos luego, que descanses, Adiós – colgó suspirando y volteándome a ver. Enseguida se sentó enfrente mío al ver mi cara de disgusto, juntando ambas manos para luego rascarse la cabeza algo nervioso.

-No quiero que mal interpretes las cosas ¿De acuerdo? – intento tomar mis manos al inclinarse sobre la mesa, quitándolas al instante de rosar, parándome de la mesa.

- ¿Quién dijo que lo estoy mal interpretándolo? – inquirí algo molesto – Estoy bien y puedes hacer lo que se te de la gana, por mi no hay problema. – camine directo al cuarto cerrando la puerta algo fuerte, dejándome caer en la cama y envolviéndome como si un taco fuera con todas las mantas de la cama.

Enseguida se escuchó la puerta abrirse seguida de la voz de Alec

-No te pongas así, eso deja en claro que tengo razón – se sentó en la cama colocando su mano encima de mi – Risitas por favor ¿Me dejaras explicarte? –

El estúpido y tierno apodo que me puso lograban molestarme más, usaba ese apodo que por alguna extraña razón me encantaba, sabía que así lograría su cometido y me tendría a sus pies. LO ODIABA, PERO LO AMABA AL MISMO TIEMPO.

Favorite Crime (BoyXBoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora