"Cuando nos advirtieron de la agente me imagine a una mujer musculosa, alta y tatuada hasta la nuca. Pero llegaste tu"
"Espero no haberte decepcionado"
"Todo lo contrario preciosa"
"¿¡Qué el sabe que cosa!?" Kang me gritaba al otro lado del teléfono mientras yo solo intentaba hacer que mi dolor de cabeza disminuyera. "¿Qué clase de descuido cometiste? ¿Un nombre falso? ¿Alguien en Japón sabe de tu nombre rea? Por amor a dios (N) ¿Cómo estas?" Habló un poco mas calmado al ver que no le respondí.
"Kang, no puedo con mi cabeza y tengo todo controlado, solo saben mi ubicación , era de esperarse. Prácticamente tienen ojos en todas las esquinas de Tokio, solo no pensé que lo conseguirían tan pronto. Lo tengo controlado" Murmuraste tomando tu cartera y una sudadera para salir a la farmacia mas cercana.
Mi cabeza me esta matando.
Me asomé por la ventana buscando alguna señal del auto de Manjiro, una vez que me dejó en casa se había quedado al rededor de 15 minutos en su auto frente al edificio.
Las puertas del ascensor cerraron frente a mis ojos dejándome reposar mi espalda sobre el muro disfrutando del frío. Me sentía mas tranquila.
Hasta que mi teléfono vibró en mi bolsillo, no me moleste en ver el nombre, solo tomé la llamada y lo acerqué a mi oído.
"Kang déjame en paz, mi cabeza me está matando, voy por medicina-"
"¿Kang? ¿Medicina? Linda estas bien?" La voz de Kokonoi me habló al otro lado de la llamada, dios realmente no es momento para esto.
"Koko, hola. Te llamo luego" Sin mas colgué al ver las puertas abrirse.
Caminé con cuidado entre las personas, casa vez sentía mas pesados mis ojos y mas cansado mi cuerpo.
No fue mucho lo que tardé en llegar a la farmacia, me acercaste a la caja y pedí una caja de aspirinas.
"Gracias" Incluso abrir el maldito frasco era difícil, no podía concentrar la fuerza de mi cuerpo.
A la mierda lo tomaré en casa y lo abriré con un maldito soplete si es necesario.
Abracé mi propio cuerpo al sentir escalofríos, seguramente es fiebre. Normalmente no me enfermo, pero cuando pasa es todo un desastre.
Salí con cuidado de la farmacia haciendo un esfuerzo por parecer normal, se me dificultaba seguir caminando gracias al cansancio.
Puede ser que accidentalmente chocara con una o dos personas, pero para este momento lo que me importaba era volver casa.
Hasta que un coche negro se detuvo a mi lado.
Joder, tenía que ser ahora?!
"Sayuri estas pálida y te cuesta caminar" La voz de Kokonoi sonó a mis espaldas haciéndome girar casi cayendo en sus brazos. Joder con los putos escalofríos. "Estas temblando"
"Dime algo que no sepa" Murmuré cansada sintiendo como dejaba que me apoyara en el. "Gracias"
"Te llevaré a casa" Para este punto ya no me importaba, Seguramente todos conocían mi nombre falso, y que más daba que otro supiera donde vivo.
Con cuidado me subió a su auto. Note a una tercera persona al volante, pero realmente no me importaba, le di las indicaciones y no tardamos mas de 5 o 7 minutos en llegar a mi departamento.
(KOKONOI)
Deje a Sayuri con cuidado en su habitación, le había dado unas pastillas que me indicó y ahora estaba en la cocina calentando un poco de agua para preparar té.
Mientras el agua hervía mire al rededor del lugar, un departamento bastante cómodo pero sin ni una sola fotografía o decoración personal.
Extraño.
Lo único notable era un pequeño adorno de colibríes, pero nada fuera de eso.
No era mi intensión husmear pero la curiosidad en esta chica era demasiada, el apartamento era de tres habitaciones en la cocina y sala no había mucho que recalcar, las puertas eran lo que llamaban mi atención. Me acerqué para tomar la manija de una y abrirla. Pero el timbre me interrumpió.
¿Señal del universo para respetar su privacidad?
Nah
Me acerqué a la puerta principal para que dejaran de tocar el puto timbre como si fuera tambor, tampoco quería que la despertarán.
Hubiera dejado la puerta cerrada.
La realidad es que esperaba ver a algún vecino o algo por el estilo, incluso a algún repartidor. Pero no, tenía frente a mi a un maldito y desagradable drogadicto con cabello teñido.
"Sanzu"
"¿¡Tu que mierda haces aquí y como-?!" Cubrí su boca con la palma de mi mano para que dejara de gritar. Una decisión de la que me arrepentí al instante.
"Maldito perro asqueroso. ¿Me lamiste la mano? Que puto asco" Masculle asqueado limpiando mi mano, ni tres benditos segundos para que el lado mas tóxico de Haruchiyo saliera a la luz.
"Que mierda haces tu aquí. Solo. Con ella. En su casa. Solos"
Es mas fácil cuando solo tiene sexo y se olvida de la chica al siguiente día.
"No te debo explicaciones a ti. No grites Sayuri descansa" Le mire de reojo mientras volvía a la cocina para servir el Té. "Y por cierto inútil. Kakucho me dijo su nombre, tu terminaste siendo una perdida de tiempo"
"Como te quiero cortar la garganta en este momento Kokonoi"
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