Capítulo 51

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POV Amelia

He recorrido la habitación 254 veces, 15 baldosas en el suelo, 3 desconchones en la pared y dos grietas en el techo. ¿Estoy nerviosa? Muchísimo. Cada vez que escucho un ruido el corazón se me encoge y se me para la respiración. Están tardando mucho en traerla. Manolita tuvo una especie de ataque de ansiedad, está bien pero le han puesto una pastilla debajo de la lengua y Marcelino la ha sacado fuera a que le de un poco el aire. He prometido avisarles cuando traigan a Luisita a la habitación. María y Nacho están en la sala de espera, también esperando noticias mías.

Pufff otro ruido más y no es en ésta habitación. "En un rato se la llevarán a la habitación" dijo el doctor... ¿Pero cuánto es un rato? De eso hace ya más de dos horas. No quiero ser negativa pero esto está empezando a darme muy mala espina. Por un lado mi cabeza me dice que no es normal, que algo ha tenido que pasar. Pero luego, por otro lado, mi corazón me dice que todo va a estar bien y que es solo cuestión de tiempo... porque sí, porque todo tiene su momento, su lugar y su tiempo. ¿Me gustaría hacerle caso al corazón? Por supuesto, pero al final lo único que hago es hacerle caso a mi cabeza, agobiarme, ponerme más nerviosa y estar al borde del colapso.

Salí a la puerta de la habitación esperando ver a alguna enfermera para poder preguntarle, pero entonces la vi. Un celador empujaba una cama con mucho cuidado y en ella iba Luisita. Juro que la habría conocido entre un millón de enfermos. Dos enfermeras la acompañaban sujetando cables, suero y demás cosas.

Su cabeza está vendada, tiene un respirador en la boca, está conectada a dos máquinas, su preciosa cara está algo hinchada y no, no está despierta. ¿Pero se puede saber qué esperabas, Amelia? La han operado de un tumor cerebral ¿qué iba a estar despierta, sonriendo y como si nada hubiera pasado? Impresiona verla así, impresiona mucho. Por un momento me quedé en shock, ni siquiera me di cuenta de que estaba en medio de la puerta impidiendo el paso hasta que una enfermera me tocó en el hombro y me hizo medio despertar. Tardaron como 15 minutos en dejarla del todo instalada y yo estaba allí, veía todo lo que estaban haciendo pero era como si de una película de cine se tratara, como si fuera una mera espectadora y que dentro de poco vería aparecer los títulos de crédito, las luces se encenderían y yo me marcharía a casa, sin más. No hablaba, no me movía y creo que hasta no respiraba, o al menos esa es la sensación que tenía todo el rato, sentía que algo bloqueaba mis pulmones y no dejaba pasar el aire.

- Perdone, ¿Me escucha? - dijo una de las enfermeras ya empezando a preocuparse por mi estado.

- Ehhh sí, sí...

- Le decía que aquí no puede estar todo el rato, sólo se permiten visitas a unas horas determinadas del día. Vaya fuera y mis compañeras le informarán.

- ¿Cuándo se despertará?

- Aunque quisiera no podría contestarle a esa pregunta. El doctor luego se pasará a verla e imagino que informará a los familiares del estado de la paciente.

- ¿Pero está bien?

- Disculpe pero eso son cosas que debe preguntarle al médico. Lo siento...

- Claro...

- Mire... - suspiró como si no estuviera bien lo que iba a decir y supiera que luego se arrepentiría. - Ahora mismo está estable. ¿Ve éste monitor de aquí?

- Si...

- Pues es un monitor de constantes y como su propio nombre indica nos dice que ahora mismo sus constantes son normales. Sé que todo esto asusta un poco pero tenga paciencia... el doctor le explicará luego más tarde todos los detalles.

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⏰ Última actualización: Aug 16, 2022 ⏰

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