Luego de tres años de estar separados, Seokjin y Taehyung vuelven a verse. Todo el amor acumulado se hace evidente con cada mirada que se dan, en cada encuentro que sostienen. Sus labios parecen estar sellados, pero sus ojos logran delatarlos. ¿por...
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Taehyung miraba fijamente a Seokjin intentando entender como había logrado volverse tan adinerado o se preguntaba si acaso estaba gastando demasiado y quedaría en bancarrota. Los últimos días habian salido a muchos lugares muy elegantes, habian comprado cosas que no hubiera imaginado comprar por su precio exorbitante. También habian viajado en Yate en dos ocasiones, y eso lo tenia pensando. Así que, mientras descansaban en la cama, el uno al lado del otro, no dejaba de mirarlo.
— ¿sucede algo amor?
— No, solo te contemplaba.
Seokjin lo miraba a los ojos deteniéndose en ellos por varios segundos analizando la certeza de sus palabras. Sentía que había algo más que no le decía. Su mirada tímida y evasiva le confirmaba que así era.
— ¿no me vas a contar?
— ¿Qué cosa?
— En lo que piensas.
Se quedaban viendo por varios segundos leyéndose el uno al otro. Taehyung bajaba la mirada y suspiraba, sabiendo que no podía ocultarle nada a su esposo. Y menos cuando la conexión entre ellos era tan fuerte a través del lazo.
— Se que me has dicho que no me preocupe, pero creo que estas gastando demasiado. No es necesa...
— Bebé — se giró para verlo mejor y acaricio su rostro.
— Si ya se lo que me lo has dicho, pero es demasiado dinero Jin. Debemos ser prudentes.
Seokjin sonreía y besaba la nariz de Taehyung y luego bajaba a sus labios.
— ¿no confías en mí?
— No es eso amor. Es solo que los gastos que has hecho son como de un billonario.
— ¿y quien dice que no lo soy?
Taehyung alzo sus cejas y abrió sus ojos algo sorprendido.
— ¿lo eres?
— Algo.
— ¿algo? — lo miraba asustado.
— ¿realmente importa?
— Por supuesto. No quiero que te excedas y quedes en bancarrota.
— No te preocupes bebé. Todo este viaje esta presupuestado. Lo que he gastado no representa ni siquiera el 0.05% de mis ingresos.
— ¿estas...estás bromeando verdad?
— No amor. Tengo suficiente dinero como para comprar tres edificios corporativos.
Taehyung quedo congelado en su sitio tratando de entender como su esposo se había vuelto tan rico.
— ¿y...
— ¿Cómo?
— Si. ¿Cómo...no entiendo?
— Digamos que algo de trabajo duro, algo de inteligencia, algo de suerte y el momento, así como los contactos oportunos para invertir lo poco que había adquirido.
