Parte 10

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Sana se sintió morir ante las palabras de Dahyun, las dos aún excitadas y con ganas de seguir volvieron a besarse apasionadamente.

El deseo de Dahyun era demasiado fuerte como para frenar en ese momento, necesitaba seguir y tomar todo lo que Sana le podría dar, pero ella paró el beso dando a entender que tenían que hacerlo.

—Tenemos que irnos.. —Dejó un corto beso en sus labios, alejarse le estaba costando más de lo que imaginaba, quería seguir tocando su cuerpo a como diera lugar.

—No quiero irme. —Susurró, la mirada de Dahyun era profunda y lujuriosa, Sana mordió su labio inferior, que le pidiera más sexo le hacía perder la cabeza.

Se acercó a ella acorralando su cuerpo contra la pared, acarició su abdomen y volvió a sus labios perdiéndose en ellos. Sus labios deben estar rojos e hinchados de tanto que la besó, y casi sin querer ese pensamiento le encanto.

Bajo sus manos lentamente continuando con el beso delicado y caliente, Sana sin pensarlo se estaba dejando llevar por completo, no podia negarse ni aunque lo intentara, Dahyun era muy buena en lo que hacía.

Sus dedos tocaron su intimidad por encima de la ropa interior aún puesta, los paseó lentamente recorriendo de arriba abajo, sintiendo su humedad arruinando la tela.

—No puedo dejarte así.. —Sana jadeo ante la voz sensual de la pelinegra mientras buscaba satisfacerla a como dé lugar, la hacía querer tocar el paraíso en un segundo, besaba su cuello con lujuria, mordiendo y succionando, ni siquiera se preocupo si vería marcas después, lo estaba disfrutando por completo.

—Follame Kim.. estoy al borde. —Pidió y no mentía, desde los primeros besos no dejaba de mojarse y estremecerse de placer, con solo un roce podría acabar.

Dahyun se nubló al escucharla, todo dejó de existir para ella, su cuerpo estaba siendo dominado por el deseo de coger a Sana hasta dejarla sin aliento. Quitó sus bragas y bajó hasta quedar altura de su pelvis, la pelirroja la veía con la respiración entrecortada, mordiendo su labio inferior desesperada.

Levanto una de sus piernas sobre su hombro y se acercó a su intimidad sin dudarlo, Sana retuvo un gemido cuando su lengua rodeó su clítoris, enredó sus dedos en el cabello de Dahyun mientras ésta movía con destreza su lengua lamiendo su humedad, jugando en su entrada y succionando su clítoris, una de sus manos sostenía su pierna en el hombro apretando sus muslos cada tanto mientras la otra recorría su abdomen.

—D-dahy..aaah.—Sana comenzó un vaivén de caderas siguiendo la lengua de Dahyun, todo su cuerpo vibraba y recibía cargas eléctricas que no aguantaría por mucho tiempo.

Dahyun movio una de sus manos hasta llegar a su entrada pero se le ocurrió algo mejor antes, se levantó y besó a Sana de imprevisto sin sacar su mano de su humedad, queria verla de espaldas asi que la giró descolocandola por el cambio de posición.

—Dios..—Gimio Sana.

—Shh.. nos pueden descubrir. —Murmuró Dahyun recorriendo su cuerpo, toco sus pechos y mordió su espalda mientras los apretaba, bajó por su cintura dejando una mano allí y la otra en su entrada, penetrándola de una sola vez.

—Mierd..dios, perd-don.—Volvió a gemir Sana incoherente cuando los sintió moverse dentro de ella exquisitamente.

Dahyun daba estocadas duras, su mano en su cadera se deslizó hasta su clítoris para acariciarlo circularmente, sintió el cuerpo de Sana estremecerse y sostenerse por la pared, rozaba y luego tocaba su punto g repetidas veces.

—Me vo-oy a venir. —Avisó mordiendo su labio aún más fuerte, quería gritar del placer que sentía, era un verdadero sufrimiento.

Su vientre vibró avisando que su orgasmo se acercaba, los dedos de Dahyun se movieron más rápido ayudandola a llegar hasta que finalmente sintió su corazón latir rápidamente, sus ojos se cerraron con fuerza disfrutando como la sensación se prolongaba por su cuerpo haciéndolo temblar, sus paredes succionaban los dedos de Dahyun y chorreaban sobre ellos.

Influence / SaidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora