30- COFUNDIDA

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Llego hastiada de la junta. Las odio y las seguiré odiando.

Mamá está hecha una furia porque Taleila no fue porque según ella se sentía mal. Volvimos y cuando mamá fue a su habitación a verla y no estaba, ¿por qué? Esa loca se escapó otra vez, pero a plena luz del día. Es la primera vez que la pillan, y ¿cómo no? Si está siendo más descuidada que nunca.

—¡Pero no te quedes ahí parada!

Chilla mamá y yo ruedo los ojos ya cansada.

—¡Llámala o algo Lorraine! —Pierdo la paciencia.

—¡No tengo mi móvil mamá! —Me frustro.

—Llámala del mío, ¡pero haz algo!

Refunfuño y me dirijo a su habitación mientras acaba de tomarse el té. Entro y veo el móvil en su mesita de noche.

Le marco a Taleila con número privado, conociéndola no le contestará a mamá.

¿Hola?

—¿Se puede saber dónde mierda estás? —Sururro.

—¿¡Ya llegaron a casa!?— La escucho alterarse.

—Mamá está hecha una furia Tali —Advierto— Ven ya si no quieres firmar tu sentencia de muerte o tu boleto de vuelta con tu padre.

—¡Mi padre no! —Chilla— Tengo tu vida de consuelo para saber que la mía no es tan mierda.

—¡Oye!— Me quejo.

—Sorry— Lanza un beso y cuelgo la llamada.

«Esa loca no tiene remedio»

Pienso riendo y estoy a punto de apagar el móvil, pero veo en las apps minimizadas que solo está anclada la galería, y que está destacada una foto.

Quiero abrirla. Algo me dice que la abra, pero ese algo también me dice que no me gustará lo que veré.

Así que toco ampliando la imagen, y me llevo una mano a la boca respirando profundo, al ver que es una mujer, sentada en las piernas de Adrix... besándose.

Ok, calma, la foto puede ser de antes. De una ex. A ella no le reconozco porque no se le ve la cara, pero a él... Esa silueta no la confundiría nunca.

Miro los detalles de la foto y veo que fue del sábado pasado. «Mientras a mí me golpeaban él me ponía el cuerno»

Trago grueso apagando el móvil. Tal vez mi reacción no es la esperada, pero es que en la política es tan común que ya me esperaba que pasara. Mamá quiere que terminemos, y ese es un gusto que no le voy a dar.

Apago el móvil poniéndolo donde estaba y entra mamá con cara de preocupación.

—¿Lori...?— Traga grueso mirándome a mí y luego al móvil.

«¿Le asusta que lo haya visto?»

—Dice Taleila que ya viene, y que está justificada —Digo con una sonrisa aparentando normalidad y la veo respirar más tranquila.

—Bien...— La miro directamente y se percata de su error aclarándose la garganta —Más le vale, porque se las verá conmigo.

«Y eso sería un pasaje directo al infierno»

***

Danna

Me muerdo las uñas impaciente en medio de la clase de literatura, dirigiendo la vista hacia Lori. Tamborilleo los dedos en la mesa temblando la pierna.

Todo está en absoluto silencio por el examen, pero yo no me concentro en lo absoluto. Lori mantiene el ceño fruncido escribiendo concentrada.

«¿Sabrá algo?»

No. Ya me lo habría dicho... ¿no?

Escucho el tic tac del reloj tamborileando los dedos, y me detengo drásticamente cuando Lori pone su mano sobre la mía.

—Para— Sururra y vuelve a escribir.

Salimos del examen y el pecho me retumba. Yo estoy más nerviosa que ella.

—Habla— Dice cuando salimos al recreo, viéndome fijamente.

—¿De qué o qué? —Me hago la loca.

—Te conozco Danna, tienes algo que decirme —Achina los ojos y yo niego con la cabeza.

—Pff... para nada —Rueda los ojos hastiada y nos sentamos en un banco.

—Yo sí tengo algo que decirte —Dice y rezo mentalmente porque no sea nada de Adrix —Es sobre Adrix.

¡Mierda!

—¿Qué pasa?— Le presto atención.

—Vi... una foto...— Trago grueso, si se la enseñó la voy a asesinar —De él besándose con una chica...

—¿Quién te enseñó la foto?— Inquiero.

—La encontré, y eso no importa...

Dirige la vista a la nada, achina los ojos y parece entender algo.

—Pero no me preguntaste cómo estoy, qué haré o quién era la perra...— Trago grueso. ¡Maldita ella y su psicología! —Solo... quién me enseñó la foto— Apoya los codos en sus rodillas para mirarme fijamente —¿Qué sabes?

Respiro hondo. Si no hablo será peor.

—Antes de que se... escaparan... — Comienzo— Adrix me dijo en una fiesta de Laila que había hecho algo terrible. Y me explicó bien todo. Le aconsejé que te lo contara él, pero lo que hizo fue llevarte lejos.

La veo respirar profundo.

—¿Dónde está? —Es todo lo que dice.

—Sabía que al irte lo descubrirías... No quizo... echarle más leña al fuego.

—No quizo enfrentarme —Finaliza con una risa amarga— No tuvo los cojones de verme a la cara y decirme: "te puse el cuerno".

—No fue así...

—¿Y entonces cómo fue? Oh no, cierto, no está aquí para explicármelo. —Rueda los ojos —Llámalo. Dile que si no hablamos hoy, mañana será demasiado tarde.

Saco el móvil y se lo entrego.

—Dícelo tú— Concluyo— A ti te va a escuchar más que a mí.

Marca el contacto y se lleva el móvil a la oreja.

¿Adrix...?— Escucho que dice, y se le quiebra la voz— Tenemos que hablar.

Se mantiene en silencio y yo cierro los ojos. Él es un imbécil y ella está cabreada, «¡eso va a acabar mal!»

Ah... ¿no puedes venir...?— Dice cargada de ira y yo maldigo mentalmente— Okay.

Cuelga entregándome el móvil con cara de asesina y a mí me de miedo preguntar.

—Explíxale a tu amigo, que cuando una mujer dice "Okay", quiere decir "Estás muerto"— Concluye.

Si solo supiera cómo fueron las cosas...

Así se pasa el resto del día. Mirando a la puerta, revisando el móvil, pendiente de si me llama...

—Casi acaba la clase— Dice con una sonrisa mirando el móvil —Me quedan 23 minutos pare ser oficialmente soltera.

«Por favor que no lo diga en serio»

—Lori por favor...

—¿Qué?— Se hace la loca— Solo quiero que me muestre los mismos cojones que me mostró cuando se enfrentó a mi madre.

Está cabreada, y cuando Lori está cabreada no sabe lo que dice ni lo que hace.

Termina la última clase y vamos al dormitorio. Ella pone su música de Rauw dando saltos por la habitación.

—Sí... soy oficialmente soltera.

Ojalá no se arrepienta.

CAOS EMOCIONAL [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now